Los pasados 15, 16 y 17 de mayo celebramos en Euskal Herria los actos de la campaña de homenaje a Lenin en el centenario de su muerte. El martes 15 nos reunimos en Gasteiz, el 16 lo hicimos en Tolosa y el 17 fue el turno de Bilbo. Durante dos semanas, los y las compañeras de Ezker Iraultzailea inundamos las calles de Euskal Herria con miles de octavillas y carteles convocando a la clase trabajadora y la juventud a conocer, estudiar y debatir acerca de las ideas de Lenin y los bolcheviques.
En estos tres actos hicimos un exhaustivo repaso a la trayectoria del revolucionario ruso, su participación en la Revolución rusa de 1917, su posición acerca de temas tan decisivos como la cuestión nacional o el izquierdismo y sobre la construcción del partido bolchevique.
Pero también profundizamos acerca de muchos temas de la actualidad política, tanto acerca de la situación en Euskal Herria, como internacionales: las recientes elecciones en la CAV y en Catalunya y la situación de la izquierda reformista, pero también el genocidio sionista en Gaza, la guerra de Ucrania o el ascenso de la extrema derecha.
Una parte importante de los debates la dedicamos a la cuestión nacional, explicando cómo Lenin señalaba como esta estaba ligada indisolublemente a la cuestión social y cómo solo podemos defender el derecho a la autodeterminación de Euskal Herria vinculando ese derecho a la lucha por derribar el sistema capitalista. Exactamente igual que defendieron Lenin y el partido bolchevique en esa cárcel de los pueblos que era la Rusia zarista.
También tuvimos oportunidad de debatir acerca del izquierdismo y del error que supusieron las posiciones izquierdistas en los distintos partidos comunistas que las adoptaron. Lenin y Trotsky dieron una batalla sin cuartel contra estas desviaciones, surgidas por la impaciencia ante la no consecución de rápidos triunfos revolucionarios. Muchos de los partidos comunistas formados en la década de los 20 del siglo XX, como el alemán o el británico, fueron presa de esta impaciencia y cayeron en estos errores “infantiles”, como los calificaba Lenin.
No en vano, el propio Lenin dedicó una obra magnífica a combatir ideológicamente estas posturas: “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”. Hoy, 100 años después de aquellas batallas en la Internacional Comunista, muchos y muchas siguen mostrándose en contra de participar y trabajar políticamente en los sindicatos, en el movimiento feminista y allá donde estén las masas. Estas ideas, lejos de minar a las direcciones reformistas de esos movimientos, lo que consiguen es el efecto contrario: su fortalecimiento.
En definitiva, tres actos de un debate inspirador y muy necesario. Tres actos donde reivindicamos a Lenin, no para canonizarlo, sino para extraer todas sus lecciones para la situación actual. Una situación en la cual, como declaramos en los actos, necesitamos otra revolución.