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Los pasados 6, 7 y 8 de diciembre en el Espacio Rosa Luxemburgo de Madrid, en un ambiente lleno de entusiasmo y determinación, cerca de 200 militantes hemos participado en el Congreso de Izquierda Revolucionaria. Los delegados e invitados han llegado de numerosas ciudades, Ferrol, A Coruña, Guadalajara, Toledo, Donosti, Gasteiz, Bilbo, Pamplona, Xijon, Ovieu, Tarragona, Barcelona, Granada, Cádiz, Sevilla, Málaga, Madrid… a los que se han sumado representantes de nuestras organizaciones hermanas en Portugal, Alemania. Venezuela y México.
Para los y las militantes de IR nuestro Congreso no es un trámite burocrático o una reunión folclórica, se trata de un proceso de discusión que desarrollamos durante más de dos meses y en el que se involucra toda nuestra militancia. Los debates del documento de Perspectivas Políticas y Construcción del Partido se han extendido desde el mes de octubre hasta diciembre en las diferentes asambleas territoriales de IR, y han abarcado muchas temáticas que se plasmaron en un debate formidable a lo largo de los tres días que duró la reunión. Más de 45 delegados e invitados tomaron la palabra en los diferentes bloques de discusión.
La crisis global del capitalismo y la lucha por la hegemonía mundial
Tras conformar la mesa presidencial del congreso por dirigentes de nuestra organización del Paìs Valenciá, Euskal Herria y Madrid se dio inicio al debate de las perspectivas internacionales y para el Estado español.
En la introducción y las intervenciones se abordó extensamente el cambio profundo que han sufrido las relaciones interimperialistas y la ruptura del orden mundial impuesto por Washington tras el derrumbe de la URSS. Desde el balance de la guerra de Ucrania y la derrota de la OTAN y su títere Zelenski, pasando por el brutal genocidio palestino en Gaza a manos del Estado sionista y el impacto que esta masacre está teniendo en la conciencia de millones y en el impulso de movilizaciones multitudinarias de solidaridad internacionalista, todos los acontecimientos más sobresalientes de la lucha de clases mundial, de las contradicciones de la economía global, de la hecatombe climática y el timo del capitalismo verde y, de manera muy destacada, de la decadencia del imperialismo estadounidense y el ascenso de China en la lucha por la hegemonía, fueron abordados con rigor y profundidad.
Por supuesto, analizamos también los acontecimientos más recientes como el intento de golpe de Estado en Corea del Sur, que ha fracasado gracias a la movilización popular y la llamada a la huelga general, y la crisis política y militar que vive Siria tras el desmoronamiento del régimen de Bashar al-Ássad después del golpe asestado por EEUU, Israel y Turquía, y que abre una nueva perspectiva en el gran juego que se está librando en Oriente Medio.
Otro aspecto crucial fue desgranado en diferentes intervenciones: el ascenso de las formaciones de extrema derecha, del trumpismo, y de las tendencias bonapartistas y autoritarias que se levantan sobre la crisis del parlamentarismo burgués, el empobrecimiento y la extrema polarización política que recorre el mundo.
El excelente informe de nuestros compañeros de Portugal, las intervenciones sobre la crisis política en Francia, sobre el balance del Gobierno laborista británico y las perspectivas para la lucha de clases en Europa, fue completado con la intervención de nuestros camaradas alemanes de Offensiv sobre el momento crítico que atraviesa la principal potencia de la UE. Lo mismo podemos decir de las palabras que abordaron los desarrollos políticos en América Latina, especialmente en Argentina ya que concentra tal cúmulo de contradicciones políticas y sociales que colocan al país como un candidato a una nueva explosión social.
El Estado español: de la catástrofe de la Dana a la lucha por la vivienda
La última parte del debate se centró en el Estado español, la catástrofe de la DANA en Valencia y las lecciones que arroja ese gran movimiento de autoorganización popular construido desde abajo, el balance negativo del Gobierno PSOE-SUMAR, la crisis de la izquierda reformista 2.0 y las consecuencias de la participación gubernamental de Podemos, la campaña furiosa de la derecha y los fascistas y, muy importante, el nuevo ascenso de luchas sociales por la izquierda que constituyen un punto de inflexión.
Las intervenciones también entraron de lleno a explicar las peculiaridades del boom que la economía española está viviendo, nutrido por la especulación inmobiliaria y la precariedad laboral, y la sobreexplotación de la fuerza de trabajo inmigrante. Es un hecho indiscutible que, bajo un Gobierno de la izquierda, los negocios del IBEX35 van viento en popa. La OCDE incluso ha subido las previsiones de crecimiento para el 2025 hasta un 3%.
Sin embargo, la realidad de las masas choca frontalmente con la propaganda del Gobierno de coalición, creando una tensión social que se va acumulando y que busca cauces por los que expresarse. Las movilizaciones masivas por el derecho a la vivienda, contra el genocidio en Gaza o por la educación pública son un reflejo de la temperatura que se cuece por debajo de la paz social impuesta por la burocracia sindical y política de CCOO, UGT, PSOE, Sumar y los aliados parlamentarios del Gobierno central.
Esto se ha visto especialmente claro en los acontecimientos que han rodeado la DANA en Valencia. Las y los militantes de Izquierda Revolucionaria en Valencia hemos animado la autoorganización popular para hacer frente al desastre y la desidia criminal del PP de Manzón. El llamamiento a la huelga general estudiantil que realizamos con el Sindicato de Estudiantes para movilizar brigadas estudiantiles de limpieza y participar codo a codo con las vecinas y vecinos de las zonas afectadas, se sumaron al impulso que dimos a la movilizaciones multitudinarias del 9 y del 30 de noviembre, donde nuestros cortejos destacaron por sus consignas: ¡Mazón dimisión y a prisión! ¡por la Huelga General en Valencia para obligar a irse al Gobierno de la Generalitat dimita y que la reconstrucción se haga al servicio del pueblo!
Un balance de nuestro trabajo
Los acontecimientos en Valencia señalan la fragilidad en la que se mueve este Gobierno. Las posibilidades de que se produzcan movimientos sociales potencialmente explosivos están ahí.
A pesar de las traiciones abiertas de las cúpulas reformistas de la izquierda institucional y los aparatos de burocráticos de los grandes sindicatos, las asistentes de la reunión coincidimos en que no ver la inestabilidad en la que nos movemos, y la polarización aguda, sería de una ceguera absurda.
Precisamente por esto, la construcción de una organización comunista revolucionaria en el fragor de los acontecimientos es lo decisivo. El factor de una dirección política del movimiento obrero y juvenil a la altura del desafío se convierte en un aspecto crucial para el presente y el futuro.
Para poder trazar esos objetivos y tareas concretas, el primer paso es realizar un balance. Delegados de las diferentes secciones territoriales expusieron informes al Congreso respecto a las actividades, el trabajo, las dificultades y los pasos adelante que hemos dado en estos años. Ya sea el frente juvenil, en el sindicalismo combativo, en la organización de campañas y movilizaciones de solidaridad con el pueblo palestino, en la celebración del centenario de Lenin con una riada de actos públicos, en el terreno teórico publicando la revista Marxismo Hoy y más de diez libros de clásicos del marxismo a través de la Fundación Federico Engels, y, como no podía ser de otra manera, resaltando el enorme crecimiento que hemos tenido como IR y las plataformas que impulsamos, el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas, este año 2024 ha sido de una intensidad formidable.
En diversas intervenciones se informó pormenorizadamente de toda nuestra actividad, también del desarrollo de nuestras webs y redes sociales que están recibiendo millones de interactuaciones y visualizaciones desde principio de año, de los avances de la prensa comunista en nuestros periódicos El Militante, Militant en catalán y Euskal Herria Sozialista, o el enorme impulso en nuestra actividad pública que ha supuesto la inauguración del Espacio Rosa Luxemburgo de Madrid en el pasado mes de febrero, y por el que han pasado ya más de 1.500 personas a lo largo de las actividades y actos públicos que hemos realizado.
Todo ello muestra el vigor y la frescura de nuestra organización. Y el enfoque no sectario, abierto a la colaboración con todos los colectivos y formaciones de la izquierda combativa con los que tanto nos une, y que quedaron también de relieve en uno de los momentos más emocionantes, cuando los compañeros Manuel Blanco Chivite y Pablo Mayoral, representantes del Colectivo de Olvidados por la Transición y veteranos dirigentes del extinto FRAP, condenados a muerte y a 40 años por los tribunales del franquismo en 1975, dirigieron un caluroso saludo a nuestro congreso en la mañana del sábado.
Construir el partido de la revolución
En la tarde del mismo sábado, realizamos una colecta extraordinaria. Esta tradición en las reuniones de las organizaciones obreras consiste en reunir aportaciones económicas de las y los militantes, durante el periodo del congreso, para impulsar nuestra actividad
Más que una colecta fue realmente un debate político que se extendió por más de dos horas y en el que tomaron la palabra compañeras y compañeros de todas las generaciones y de todos los frentes de trabajo de Izquierda Revolucionaria.
El ejemplo, la inspiración extraordinaria, y todo el compromiso y sacrifico que dedicamos a construir las fuerzas del comunismo revolucionario se concretó en la cifra récord que obtuvimos y que describe perfectamente el estado de ánimo de nuestra organización: ¡más de 22.000 euros!! A esto hay que añadir los casi 1.000 euros que obtuvimos por la venta de libros de la FFE, una cifra realmente positiva y que refleja la seriedad hacia la teoría que estamos construyendo desde hace años en nuestras filas.
La conclusión del debate quedó condensada en nuestro documento de tesis políticas, aprobado de manera unánime. En este también se recogen las tareas concretas y objetivos para el nuevo periodo que se abre. Para ponerse al frente de esta responsabilidad, elegimos un nuevo Comité Central, el máximo organismo de dirección de Izquierda Revolucionaria en el Estado español. Este organismo es un reflejo de la composición intergeneracional, activista y proletaria de la militancia. Una mezcla de jóvenes, tanto trabajadores como estudiantes, y veteranos, pero todos comprometidos y entusiasmados con la lucha. La votación fue también unánime.
Construir el socialismo y llevar adelante la revolución que derroque este sistema podrido es urgente. Igual que la tarea de construir una herramienta que lo permita. La ausencia de esta herramienta, el partido revolucionario, es lo que está dando margen de maniobra al gran capital y prolongando esta terrible agonía.
Pero sabemos bien que es posible hacerlo. Nuestra clase a través de su historia lo ha demostrado. No será fácil, pero es la única causa por la que merece la pena darlo todo.
