Con una asistencia cercana al centenar de compañeros, el ambiente en la sala era de mucha combatividad. Aunque pareciera que el contenido del libro presentado no tuviera nada que ver con México, los asistentes asumían la revolución social que estalló en la España de los años treinta como suya, entendiendo que aquellos combates de toda una generación de luchadores y las condiciones de explotación en nuestro país son exactamente las mismas. Por eso la introducción a cargo del compañero Juan Ignacio Ramos trazó el hilo de continuidad entre aquel movimiento revolucionario y las grandes movilizaciones de masas que se están produciendo actualmente en todo el mundo y en nuestra lucha nacional. Esto rompe con esos prejuicios de algunos dirigentes de izquierda que dicen que no tenemos nada que ver con otros países, y que lo único que nos importa es sólo México; nada más falso.
Revolución socialista y guerra civil 1931-1939, editado por la FFE, realiza un análisis sobre los procesos revolucionarios que se desarrollaron en el Estado Español durante este periodo, y que concluyeron con la gran masacre fascista encabezada por Francisco Franco. Para los marxistas, más que hacer un simple ejercicio académico sobre el pasado, lo que nos interesa es aprender de los procesos revolucionarios y extraer las experiencias y lecciones para armarnos de la mejor manera en nuestras actuales luchas contra este sistema rapaz que se llama capitalismo.
Es precisamente en esta tónica que se desarrolló la charla en el Círculo Central. Se planteó claramente que lo que hubo en España en aquel periodo fue una auténtica revolución socialista, donde los obreros y campesinos tomaron las tierras y las fábricas, donde se formaban comités obreros que defendían un programa anticapitalista, donde las masas se armaron para defender sus conquistas y su revolución. Una de las lecciones más importantes que se analizaron se refiere a la necesidad de las masas de tomar el poder con total independencia de clase. Los gobiernos de coalición, (como hubo en España en aquel entonces con la careta de republicanos) sólo sirven para mantener las estructuras capitalistas, y al final estos gobiernos de coalición, donde participan muchos dirigentes de las organizaciones de izquierda, son los encargados de estrangular la lucha revolucionaria del pueblo. En España, la oposición de los partidos republicanos y los dirigentes socialistas y estalinistas a que el pueblo trabajador concluyese con éxito la revolución social preparó el triunfo de Franco y la posterior represión que eliminó a miles de trabajadores y campesinos españoles.
En este sentido se analizó la situación actual que se vive en el planeta, con explosiones sociales prácticamente en todo el mundo, empezando por el mundo árabe con la caída esas terribles dictaduras gracias a la movilización revolucionaria de las masas, los procesos de lucha que se están dando en Europa, las revoluciones en América Latina e incluso las movilizaciones que se están llevando a cabo en el corazón del capitalismo mundial con Ocupa Wall Street. En este sentido la experiencia de nuestros camaradas españoles durante la revolución de 1931 a 1939, sin duda alguna nos darán magnificas experiencias de cara a elevar el nivel de conciencia y de organización de los trabajadores mexicanos y así poder derrotar al sistema capitalista en todo el mundo.
Este es precisamente el objetivo de los compañeros que nos agrupamos en torno al periódico obrero Militante, dotar de teoría revolucionaria al proletariado mexicano y del mundo entero, como una herramienta necesaria en las luchas contra este sistema de opresión. Es ahí donde radica la importancia de la Fundación Federico Engels y de la presentación de este nuevo libro que se acaba de editar: armarnos con la teoría más revolucionaria que existe hasta este momento que es el marxismo, y desarrollar nuestras organizaciones con una total independencia de clase y con un programa que se plantee romper definitivamente con las estructuras capitalistas y levantar la bandera de la revolución por una sociedad socialista como única manera real de solucionas todos los problemas que hoy nos aquejan.
En el debate posterior que se celebró esta idea centró muchas de las intervenciones de los asistentes. Se planteó que en el caso de México esto se debe aplicar a Morena y todo mundo estuvo de acuerdo; nada de pactos con los empresarios, nada de gobiernos de coalición, por la unidad del movimiento obrero, un gobierno de izquierda es posible y sólo se hace valer a través de la movilización en las calles, a través de la lucha revolucionaria de la clase trabajadora. Y quedó muy clara una cosa; no hay caminos intermedios: o la por el socialismo o más explotación y miseria.
