En los últimos años hemos asistido a un espectáculo de reacción oscurantista de la mano de la Iglesia católica y de los portavoces políticos del integrismo religioso. En el Estado español, la jerarquía eclesiástica ha desempolvado la pancarta en defensa de "la familia". Uno de los ejes de su discurso es que solamente hay un modelo de familia, el matrimonio cristiano, que además es inmutable porque se funda en la moral eterna que Dios dio al hombre cuando lo creó. Pero en contra de lo que la derecha predica (y nunca mejor dicho), la familia, como el resto de los fenómenos sociales, incluida la moral humana, evoluciona con la propia evolución de la sociedad. Es decir, el modelo de familia también depende, en última instancia, del desarrollo de las fuerzas productivas. De este aspecto específico de la historia de la humanidad junto con la aparición de la propiedad privada y la formación del Estado, como su título nos indica se ocupó Federico Engels en esta obra, que Lenin calificaría más tarde de "una de las obras fundamentales del socialismo moderno".
Este libro constituye un análisis científico de las etapas tempranas del desarrollo social de la humanidad, desde las comunidades comunistas primitivas a la formación de la sociedad de clases basada en la propiedad privada de los medios de producción. Expone las características generales de la sociedad de clases y desvela las particularidades de la evolución de la familia en las diferentes formaciones socioeconómicas. Asimismo, también pone al desnudo el origen y la naturaleza clasista del Estado.