Los 250 trabajadores de Salom, subcontrata de la radiotelevisión pública balear (IB3) luchan por salir de la precariedad y la miseria a la que se ven abocados por unos sueldos inferiores a los mil euros en una comunidad autónoma donde el alquiler de la vivienda está por encima de los 600 mensuales. Luchan por un convenio, un sueldo digno, unas condiciones de trabajo estables y una radiotelevisión pública plural y de calidad.

Su lucha ha consistido hasta la fecha en concentraciones de protesta todos los viernes desde hace dos meses frente a la presidencia del gobern balear y en una huelga de 3 días (24, 25 y 27 de mayo) cuyo seguimiento fue del 95% (100% en Menorca). Todo un éxito, al igual que la participación en las concentraciones y en los piquetes.

Los trabajadores se han sentado a negociar varias veces con la empresa, pero la patronal se sentía fuerte debido a que tenía el respaldo de las instituciones públicas dirigidas hasta ayer por el PP, así que no cedió ni un ápice.

Cuando se acercaba la fecha de las elecciones (y de la huelga) la empresa contrató utilizando fondos públicos ilimitados, trabajadores de otras subcontratas para utilizarlos como esquiroles (pagando hasta 2.000 euros por cada uno durante 10 días), violando el derecho a huelga. El viernes 25, una sentencia judicial dio la razón a los trabajadores, pero los esquiroles nunca fueron retirados.

Por otra parte la empresa ha sancionado a 10 trabajadores con 14 días de suspensión de empleo y sueldo acusándoles de alborotos y de boicotear programación en directo, es decir una descarada práctica de persecución sindical.

Los trabajadores han conseguido el apoyo de los sindicatos representados en el comité de empresa (CCOO, UGT y sobre todo CGT) y también del PSIB-PSOE y del Bloc (PSM, IU, ERC y EV) además de contar, desde el Primero de Mayo, con la solidaridad activa del Sindicat d'Estudiants y de El Militante, que han repartido panfletos en su apoyo en los mítines políticos durante la campaña, a la vez de recoger firmas, realizar asambleas conjuntas en la universidad e institutos y acudiendo a las concentraciones y a los propios piquetes.

Durante todo este periodo las amenazas han sido constantes, y el boicot en forma de silencio, censura y autocensura de esta lucha por parte de la prensa (roto tan sólo por algunas de las audaces acciones de protesta llevadas a cabo). A pesar de todo los trabajadores se han mantenido unidos en torno al comité de empresa.

Si la patronal y la nueva Administración no ceden, se hace necesario un plan de lucha que, mediante las asambleas de trabajadores y de la creación de un comité de huelga, contemple un calendario de movilizaciones y huelgas, para obligarles a sentarse a negociar y a retirar todas las sanciones.

Es necesario extender la lucha a otras subcontratas y a los trabajadores de IB3, así como organizarse en los sindicatos para hacer de ellos un arma útil para la lucha, obligándoles a ser más combativos y activos.

  • Retirada inmediata de todo tipo de sanciones a los trabajadores en lucha, entre los que hay miembros del comité, por ser persecución sindical.
  • Exigimos que la patronal y la Administración públicas acepten las justas y legítimas reivindicaciones de los trabajadores en lucha.
  • No podemos tolerar que en una empresa pública, como lo es IB3, financiada con dinero público, se explote a los trabajadores mediante contratos "basura" y salarios de miseria.
  • No podemos tolerar que la programación de la televisión y la radio continúen siendo tan pésimas ni tan escandalosamente manipuladas por la derecha.
  • Los trabajadores que desempeñan su función en una empresa pública deberían tener carácter y garantías de empleados públicos, en lugar de precarios.

¡Por un trabajo digno en IB3!

¡Viva la lucha de los trabajadores de Salom-IB3!

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