Los trabajadores de la siderurgia MEGASA llevan desde agosto realizando paros en apoyo a sus reivindicaciones en la negociación del convenio. La empresa no sólo no demuestra ninguna voluntad negociadora, sino que a mediados de octubre respondió a la movilización de los trabajadores con dos despidos, entre ellos el de un delegado de UGT en el comité de empresa. La respuesta sindical a este ataque es un nuevo calendario de paros de 24 horas los días 2, 8, 17 y 29 de noviembre y 7, 11, 13 y 14 de diciembre. Asimismo, el comité de empresa sacó un bono mensual de 20 euros para recoger fondos entre la plantilla y ayudar a los despedidos.
Pese a lo que pueda parecer, estos despidos no son una muestra de fortaleza, sino de debilidad. Los trabajadores están demostrando una gran firmeza sindical y unidad en torno a su comité, y esto siempre asusta a los empresarios. Y todavía los asusta más en una situación de grave crisis económica como la que vivimos. Los empresarios son conscientes de que la crisis hará disminuir su tasa de beneficios y que solamente tienen una fórmula para recuperarla: aumentar la explotación de los trabajadores. De hecho, no es ninguna casualidad que ahora mismo, en la comarca ferrolana, además de en MEGASA, también haya movilizaciones contra los despidos en Pull&Bear (grupo Inditex) y en FEVE (Ferrocarriles de Vía Estrecha). Los empresarios se preparan para los ataques futuros y para una situación de mucha mayor conflictividad laboral intentando dar una imagen de fuerza patronal, intentando que los trabajadores nos sintamos débiles, que creamos que no sirve de nada oponerse a las decisiones que ellos tomen y que, por tanto, nos resignemos ante ellas.
En esta situación, la defensa de los trabajadores no sólo pasa por luchar en cada empresa. Más que nunca es necesario unificar las luchas. Los comités de empresa de MEGASA, Pull&Bear y FEVE deberían reunirse para estudiar la realización de movilizaciones conjuntas que hagan de la lucha contra los despidos en esas tres empresas un símbolo de la lucha contra los abusos patronales, a fin de superar el aislamiento y generar un movimiento de solidaridad entre la clase obrera de la comarca que aumente la presión sobre los empresarios y permita conseguir las reivindicaciones que se persiguen.