La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al militar fascista Josué Estébanez por el asesinato del joven Carlos Palomino de 16 años, sucedido el 11 de noviembre de 2007 en Madrid. El tribunal ha impuesto al acusado 19 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de motivos ideológicos y 7 años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio. En total 26 años de cárcel.
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al militar fascista Josué Estébanez por el asesinato del joven Carlos Palomino de 16 años, sucedido el 11 de noviembre de 2007 en Madrid. El tribunal ha impuesto al acusado 19 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de motivos ideológicos y 7 años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio. En total 26 años de cárcel.

El abogado de la familia, Erlantz Ibarrondo, manifestó su descontento con la pena impuesta, si bien celebró que la Sala haya tenido en cuenta el agravante en relación a la discriminación por motivos ideológicos, al considerarlo "un paso importante" para este tipo de asesinatos. "El crimen no se hubiera producido si no fuera por discriminación ideológica", reseñó el letrado, quien anunció que recurrirá el fallo.
Como señala el abogado, el que finalmente los jueces hayan tenido en consideración el agravante de motivos ideológicos, en contraposición a la clásica idea de que son peleas y enfrentamientos entre "bandas juveniles", supone un gran paso adelante. Todas las pruebas demostraban que Josué Estébanez era un fascista y que asesinó a Carlos precisamente por ser un joven de izquierdas. Sin embargo, los jueces absolvieron al fascista del delito de tenencia ilícita de armas y de amenazas, suavizando lo que debería de haber sido una sentencia aún mayor.
Sin embargo, es importante tener claro que no ha sido la imparcialidad de la justicia burguesa lo que ha garantizado la condena al fascista, puesto que año tras año cientos de agresiones fascistas quedan impunes. El asesinato de Carlos Palomino levantó una oleada de solidaridad con la familia y de rechazo a los grupos fascistas por todo el Estado, incluyendo movilizaciones, huelgas de estudiantes, manifestaciones y numerosos actos de protesta. Ha sido precisamente la presión popular la que ha conseguido una sentencia de estas características, demostrando una vez más que la única manera de luchar contra el fascismo es mediante la movilización de la clase obrera y la juventud.
No podemos olvidar que el aparato del Estado (y el aparato judicial en concreto) ha consentido en numerosas ocasiones las acciones de los grupos fascistas, les han dado cobertura y han justificado sus acciones. Por otra parte en los medios de comunicación más reaccionarios se pueden leer crónicas del fallo judicial donde vienen a justificar al fascista, repitiendo como papagayos las frases exculpatorias utilizadas por Josué Estébanez durante el juicio.
Desde el Sindicato de Estudiantes queremos mostrar una vez más nuestra solidaridad con la familia y los amigos de Carlos Palomino. Ahora no podemos bajar la guardia. El aparato del Estado en esta ocasión, fruto de la presión social, ha querido transmitir una imagen de castigo a los fascistas, pero esta no es la norma en sus actuaciones, sino más bien una excepción. No hay ninguna garantía de que cumpla íntegra su condena y de que pague por su crimen. Tampoco hay ninguna garantía de que futuras agresiones fascistas sean condenadas por los jueces. Sólo nos queda continuar la lucha y la movilización para garantizar que se haga justicia.

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