Readmisión inmediata de Manuel Barber y Jesús Galván
¡Basta de despidos por luchar!
¡Exigimos carga de trabajo y el fin de la subcontratación!

La semana pasada los trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia en Puerto Real se pusieron en pie de guerra ante la falta de carga de trabajo y la perspectiva de despidos masivos en los astilleros durante los próximos meses. Poco después, los trabajadores del astillero de San Fernando votamos masivamente a mano alzada parar la producción uniéndonos a nuestros compañeros. De nuevo, como hace dos años, nos encontramos ante la misma situación de incertidumbre, y ante la amenaza de más paro y miseria en la Bahía de Cádiz.

La respuesta por parte de Navantia y la empresas auxiliares frente a este nuevo levantamiento no se ha hecho esperar, despidiendo fulminantemente a los compañeros Manuel Balber y Jesús Galván, miembros del sindicato CTM, por encabezar las protestas. Esta misma empresa, Nervión, actuó de la misma manera en Ferrol en 2006, despidiendo a toda la plantilla como represalia  frente al sindicalismo combativo de su Comité de Empresa de la CIG. Tanto en Puerto Real como en San Fernando se ha acordado parar indefinidamente la producción hasta que se produzca la readmisión inmediata de los compañeros. ¡Basta de persecución sindical! ¡Basta de represión contra los que luchamos por pan y trabajo!

Para garantizar el empleo, ¡hay que acabar con la subcontratación!

La situación en los astilleros y en el sector del metal, tanto en Puerto Real, como en San Fernando y Cádiz, es de nuevo crítica, con la amenaza de cientos de despidos durante los próximos meses. Una situación recurrente que vuelve a amenazar el sustento de miles de familias en la Bahía, aunque ahora con la perspectiva de la pandemia y de una grave crisis económica en el horizonte. Hace dos años protagonizábamos una huelga en el metal ejemplar que paralizaba toda la bahía de Cádiz en protesta por la muerte de dos compañeros, fruto de la precariedad extrema que padecemos y del incumplimiento permanente de la medidas de seguridad por parte de las empresas auxiliares y subcontratas de Navantia.

Hoy seguimos igual, o incluso peor. Por eso mismo, es necesario retomar la lucha con objetivos claros y concretos, planteando una nueva huelga general en el sector del metal por un trabajo seguro, salarios dignos, contra la precariedad, y por planes industriales que aseguren un futuro para nuestras familias y para la Bahía.

Para ello, hay que atacar en primer lugar la raíz del problema: la subcontratación. Navantia, una empresa pública, garantiza millones de euros de dinero público a la patronal mientras condena a la mayoría de los trabajadores a la precariedad, la inseguridad y en algunos casos la muerte. Solamente con los ingentes beneficios que hacen todas las empresas subcontratadas a costa del dinero de todos, podrían garantizarse condiciones dignas de trabajo, más empleo, y proyectos industriales sólidos y constantes en el tiempo. Por eso mismo es hora de levantar una consigna clara, la única que puede revertir la penosa situación que padecemos miles de trabajadores de las auxiliares en la Bahía de Cádiz, Ferrol o Cartagena: el fin de la subcontratación y la incorporación de las plantillas a la principal, a Navantia, con las mismas condiciones y derechos. ¡Hacemos el mismo trabajo! ¡Todos somos Navantia!

El futuro industrial pasa por una Navantia 100% pública

En el actual contexto de crisis económica, y ante la amenaza de una nueva reconversión industrial, tal y como ya estamos viendo ya con Nissan, es más necesario que nunca defender cada puesto de trabajo, oponerse a cada cierre, rechazar cualquier nueva medida que profundice aún más nuestra precariedad. La única razón para que esto sea así, es que los capitalistas, los empresarios, solo se preocupan por sus beneficios, y si no tienen, destruyen el tejido industrial sin ningún reparo, aunque eso suponga una catástrofe social para regiones enteras. ¡No podemos permitirlo! ¡Nos jugamos mucho!

Hay numerosas necesidades sociales que cubrir, y empresas industriales como Nissan o como Navantia deben estar ahí para hacerlo. Así lo hemos visto durante esta grave crisis sanitaria, por ejemplo con la fabricación de respiradores. ¿No se señala constantemente por parte de los dirigentes sindicales de CCOO y UGT que necesitamos defender la industria? ¿No se ha señalado esto mismo desde el Gobierno, y desde Unidas Podemos? ¿No hay que tener una alternativa a un modelo turístico barato que condena al Estado español al paro masivo y a la miseria cuando ha estallado una crisis como la actual? Y si es así, ¿cómo podemos seguir permitiendo despidos en el metal y en astilleros, cierres de empresas como Nissan, etc? ¡Es hora de actuar! ¡Basta de excusas!

Los trabajadores de las empresas auxiliares de la Bahía de Cádiz estamos en pie de guerra. Mientras no se readmita a nuestros dos compañeros despedidos por luchar no moveremos una tuerca. Pero además, necesitamos acabar con la incertidumbre en que vivimos cada año, siendo despedidos y de nuevo recontratados, angustiados por si habrá o no habrá carga de trabajo. Necesitamos revertir un modelo de subcontrataciones que no ha hecho más que empeorar nuestras condiciones de vida y cercenar nuestros derechos.

En la Bahía de Cádiz lo tenemos claro, tal y como se vio en la masiva huelga del metal de hace dos años, pero es necesario que golpeemos todos juntos, con Ferrol y Cartagena, exigiendo que Navantia sea 100% pública, sin auxiliares y subcontratas, y utilizando esos millones de euros para garantizar empleo de calidad para todos. Es perfectamente posible. ¡Hay ingentes recursos para ello!

¡Basta de precariedad, inseguridad y subcontratación!

¡Por un empleo digno para todos! 

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