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Desde nuestro último encuentro, hace ahora un año, importantes desarrollos de la lucha de clases han tenido lugar en todo el mundo. Entre ellos destaca el histórico levantamiento de la clase obrera francesa que, pese a la infame censura al que lo someten los medios de comunicación de la burguesía, ha atraído la atención de los trabajadores de todo el mundo.
El intento del presidente Macron de elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación de las trabajadoras y trabajadores franceses actuó como el factor desencadenante, pero tras este levantamiento hay mucho más que un conflicto por la reforma de las pensiones. La clase trabajadora francesa se rebela, con un empuje, una rabia y una radicalidad desconocidas desde Mayo de 1968, contra el deterioro generalizado de sus condiciones de vida, la insultante desigualdad social, y la represión policial. En suma, los obreros franceses han plantado cara con fuerza al sistema capitalista volviendo a poner sobre la mesa el enorme poder de nuestra clase para transformar la sociedad.
Todo lo que está ocurriendo en Francia, junto con el ascenso de las luchas obreras en otros países europeos como Alemania o Reino Unido, nos afecta muy de cerca.
En el Estado español las políticas de paz social y de aceptación sin lucha de retrocesos de derechos siguen siendo las señas de identidad de las burocracias de CCOO y UGT. Al mismo tiempo, el Gobierno de coalición del PSOE y UP no ha derogado la reforma laboral del PP, ni la ley Mordaza, ni ha producido cambio alguno en el mercado de la vivienda, que sigue en manos de los especuladores. Tampoco se ha puesto fin a los recortes en sanidad y educación, las privatizaciones de los servicios públicos son el pan de cada día, y la banca y las empresas del Ibex 35 baten récords de beneficios.
Frente a este panorama, conflictos como la huelga del metal de Cádiz, la lucha de las trabajadoras del SAD asturiano o la exitosa huelga de Inditex que consiguió arrancar importantes concesiones al oligarca Amancio Ortega, han sido señales claras de que es posible romper esta paz social impuesta y avanzar hacia una respuesta contundente a los ataques a los que nos somete cotidianamente el capitalismo.
La tarea de levantar la bandera de un sindicalismo combativo, democrático, de clase y asambleario, que se base en la fuerza del movimiento obrero, que refuerce su conciencia y capacidad de organización, es más necesaria que nunca. Un sindicalismo que, además de intervenir firmemente en cada lucha cotidiana, proponga un programa capaz de poner fin a un sistema capitalista que solo ofrece un horizonte de miseria, guerra y destrucción del planeta.
Invitamos a trabajadores y trabajadoras afiliadas o no a sindicatos, delegados y delegadas, jóvenes en vías de incorporarse al mercado laboral, a todas y todos los que defendéis un sindicalismo combativo, al IV Encuentro Estatal de Sindicalistas de Izquierda el sábado 6 de mayo, desde las 10.00h a las 18.30 h. Debatiremos sobre el momento actual de la lucha de clases y compartiremos las experiencias de las luchas obreras de este último período, para así prepararnos para los grandes desafíos que tenemos por delante.
¡Es hora de unir nuestras fuerzas y seguir el camino de la clase obrera francesa!
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