Entrevista a José Ángel Jiménez, presidente del comité de empresa
El comité de empresa de Telemadrid y los sindicatos CGT, CCOO y UGT han convocado un paro de dos horas para el 2 de marzo. El objetivo central de esta huelga es exigir a la dirección que readmita a Nicolás González, secretario general de la sección sindical de CGT, y que levante las sanciones impuestas a José Ángel Jiménez, presidente del comité de empresa, y a Carlos Alonso, miembro de la comisión paritaria, ambos también de CGT. Antes de hacerse pública esta nueva acción de los trabajadores, estuvimos con José Ángel Jiménez, que nos explicó la situación en Telemadrid.
El Militante.- ¿Cuáles son las causas del conflicto con la dirección de Telemadrid?
José Ángel.- El conflicto tiene dos vertientes, una de carácter laboral y sindical y otra por las libertades y la dignidad profesional.
Hace dos años firmamos un convenio que arrancamos gracias a la presión, en el que la dirección de Telemadrid aceptó un ambicioso proyecto de recalificación profesional, aumentar el número de plazas fijas en la casa, etc. Pero estos señores han incumplido descaradamente el convenio y existe un clima con la dirección que hace imposible trabajar en condiciones normales. Se han instalado en la negativa a todo, reinterpretando todos los puntos del convenio.
Por otro lado está el problema de la manipulación y la presión a los trabajadores de los servicios informativos. A partir del 11-M el discurso del PP se radicaliza. Es cuando la manipulación empieza a ser más evidente. Antes había habido problemas, alguna protesta, pero es a partir del 11-M cuando se da el salto cualitativo; empieza a haber comisarios políticos, se revisan todas las piezas, se dice a los redactores qué tienen que decir al dictado, se manipulan las piezas de la manera más grosera. Por ejemplo, se mete de manera subliminal el logotipo de ETA en una manifestación contra el 11-M, etc.
La reacción de los profesionales es la de crear un movimiento para que no se firmen las noticias por estar en desacuerdo con la política informativa de la casa. También se forma un comité de redacción provisional para canalizar las quejas y los problemas de los periodistas e intentar llevar una batalla por la libertad de expresión, la dignidad profesional y contra la manipulación.
También y con el mismo objetivo, nosotros creamos la campaña "Salvemos Telemadrid", a través de la cual estamos en contacto con muchas asociaciones. Denunciamos la manipulación y el uso sectario y partidario que se está haciendo de Telemadrid, que está secuestrada por las huestes de Esperanza Aguirre y la tienen para su uso y disfrute.
La dirección ha represaliado a los compañeros que piensa que son los cabecillas de este movimiento.
EM.- ¿Qué acciones habéis realizado y cuales tenéis previsto hacer?
JA.- Hemos venido desarrollando lo que hemos llamado jornadas de lucha; éstas se han concretado en apariciones en los directos con pancartas. También hemos recogido 922 firmas (de un total de 1.300 trabajadores) exigiendo la retirada de los expedientes, que provocó que el director general mandara una carta a todos los firmantes en un claro acto de intimidación.
Realizamos un referéndum en el que participó el 65% de la plantilla en el que mayoritariamente se pidió la dimisión del director general Manuel Soriano.
En diciembre realizamos una huelga de 24 horas que tuvo un seguimiento del 70% y unos servicios mínimos abusivos.
La extensión de la huelga sorprendió a la dirección, que no esperaba este respaldo, y su reacción fue la represión. De ahí vienen los expedientes que hoy estamos sufriendo.
Realizamos asambleas de forma regular, la última hace pocos días con más de 300 asistentes y en un ambiente muy combativo.
En la plantilla hay un núcleo amplio muy fuerte y firme. Para nosotros ahora la clave es la lucha mediática, ser capaces de convencer a la sociedad madrileña que es imposible vivir con Esperanza Aguirre en la presidencia de la Comunidad, que es un desastre, no sólo para Telemadrid, sino para todo Madrid en general, que sus maneras son las de un régimen autoritario.
EM.- ¿Cuál ha sido la respuesta de la dirección a vuestras demandas?
JA.- Esta ha sido salvaje. En primer lugar durante la huelga de diciembre nos pegaron los guardias de seguridad y ahora nos acusan de ser nosotros los agresores. Después han recurrido a la política de sanciones. El despedido es Nicolás González, secretario general de la sección sindical de CGT, y está en el punto de mira sobre todo por ser el artífice de la denuncia que hemos interpuesto en Bruselas contra las prácticas manipuladoras de la dirección de Telemadrid.
En segundo lugar yo, sancionado con dos meses de empleo y sueldo por ser el portavoz de una plantilla que no se amedrenta, y con la misma sanción está Carlos Alonso que es el motor del comité de empresa y motor de la comisión paritaria.
Hay una persecución política y sindical clara con el objetivo de descabezar la representación de los trabajadores.
EM.- ¿Habéis previsto acciones con el objetivo de conseguir el apoyo de trabajadores de otras televisiones y medios de comunicación?
JA.- Están surgiendo cosas espontáneas. Nos han llamado de Telecinco donde también tienen problemas, la empresa ha despedido a cinco antiguos miembros del comité de empresa. También nos han llamado de TV3.
Estamos discutiendo nuevas acciones, sin descartar la huelga y queremos lanzar una campaña para que todos los trabajadores conozcan la situación de Telemadrid.
Lo central que vamos a hacer es seguir a Esperanza Aguirre en los actos oficiales, en la campaña electoral, etc.
EM.- Si quieres añadir algo más...
JA.- Falta un último comentario que me parece importante. Nosotros desde la CGT de Telemadrid, nos encontramos en una disyuntiva. Somos miembros de un sindicato anarcosindicalista que rechaza a los partidos políticos porque pensamos que estos van a su interés y no al de los ciudadanos. Pero ahora nos podemos encontrar con otros cuatro años que pueden ser terroríficos para los servicios públicos, entonces ¿qué hacemos? Crear un partido nuevo es imposible, no hay medios y los partidos de izquierda que hay son desastrosos, pero peor es la inutilidad. Pensamos que hay que hacer una movilización general para que se vote, pero que el voto sea responsable, un voto que exija, que la izquierda sepa que si gobierna es por el voto movilizado de los que no votan, de la gente que quiere políticas sociales de verdad no sobre el papel.
Yo durante muchos años pensé que daba lo mismo quién gobernara, pero en los últimos años hemos comprendido que no da lo mismo.
En el terreno económico, no hay diferencia. Pero en el de las libertades públicas y civiles, derechos sociales, si presionamos a la izquierda sí podemos avanzar.
La sociedad debe concienciarse, como lo hizo el 14-M, que está en nuestras manos cambiar las cosas y que tenemos que intentarlo, que no podemos tener otros cuatro años más de gobierno del PP en la Comunidad de Madrid.