Tras siete días de huelga, cuatro en diciembre y tres en enero, la lucha de los conductores de autobús de Barcelona (TMB) por los dos días de descanso semanal está a punto de entrar en una nueva fase, en la que los trabajadores se preparan para un conflicto prolongado con la dirección de TMB y con el Ayuntamiento de Barcelona. La huelga está convocada por CGT y ACTUB, mientras que los dirigentes de CCOO y UGT lamentablemente no la apoyan, aunque el seguimiento es masivo y aplastante, por encima del 80-90%.
Tras siete días de huelga, cuatro en diciembre y tres en enero, la lucha de los conductores de autobús de Barcelona (TMB) por los dos días de descanso semanal está a punto de entrar en una nueva fase, en la que los trabajadores se preparan para un conflicto prolongado con la dirección de TMB y con el Ayuntamiento de Barcelona. La huelga está convocada por CGT y ACTUB, mientras que los dirigentes de CCOO y UGT lamentablemente no la apoyan, aunque el seguimiento es masivo y aplastante, por encima del 80-90%.
Las declaraciones mentirosas del vicepresidente de TMB, Dídac Pestaña, en el sentido que los conductores ya tienen 1'9 días de descanso semanal y que estos quieren todos los dos días de descanso en fin de semana, han llenado de indignación a los trabajadores. Los conductores de autobús tienen sólo 5 días de descanso al mes.
Los trabajadores de TMB se enfrentan a las maniobras, provocaciones y represión de la dirección de la empresa. En la cochera de Zona Franca están atemorizando a algunos conductores con los servicios mínimos establecidos. Y la presión policial ha subido varios grados la tensión. Ya hay 16 sancionados por la empresa y los Mossos d`Esquadra arrestaron a un trabajador el 3 de enero porque, según ellos, los había agredido con un paraguas. En realidad, fueron los trabajadores del piquete de huelga los que fueron brutalmente agredidos por los Mossos, y uno de ellos detenido. El día siguiente a primera hora de la tarde fue puesto en libertad, aunque el fiscal pidió cárcel incondicional y tiene cargos pendientes. Los trabajadores huelguistas van a poner una querella criminal contra los Mossos.
También los cuatro conductores que durante cuatro días estuvieron haciendo huelga de hambre en la plaza de Sant Jaume tuvieron que sufrir las mismas provocaciones. El Ayuntamiento les impidió recoger firmas en apoyo a sus reivindicaciones, así como sentarse en sillas. También se les mojó el suelo para que tampoco se pudieran sentar en él.
Está claro que la dirección de TMB y Hereu, como alcalde, están siguiendo la misma estrategia, la de tratar de desprestigiar la lucha y a los mismos conductores en huelga ante los usuarios y la opinión pública en general. Por eso el alcalde, Jordi Hereu, habla de "radicalización" de la huelga y se refiere a ésta como "la expresión de la impotencia" por no haber conseguido "ni uno solo de los objetivos sindicales".
Pero se equivoca el alcalde en un 100% si cree que la lucha de los conductores no tiene el respaldo de la mayoría de la población trabajadora de Barcelona. De lo que los trabajadores y jóvenes estamos hartos es de condiciones laborales precarias y de mentiras y engaños para justificar la lamentable situación actual. De lo que estamos hartos es de que nos suban el abono del autobús por encima incluso de lo que ha subido el ya elevado IPC general. De hecho, Barcelona es la ciudad con el precio del billete de autobús más caro del Estado, y TMB la que tiene más directivos por autobús, con salarios escandalosos.
Las muestras de apoyo recibidas por los conductores a lo largo de estos días, como las del Sindicat d'Estudiants, les da fuerzas para seguir esta lucha a un nivel superior. También muy importante es el apoyo recibido por parte de los trabajadores del Metro. Ese apoyo se tiene que traducir pronto en una jornada de huelga conjunta, con manifestación por la tarde para que toda la población trabajadora de Barcelona pueda participar en apoyo a las justas reivindicaciones de los conductores de TMB.
Ahora los trabajadores volverán al trabajo, a la espera de que la empresa ceda a sus reivindicaciones. En caso contrario, se está confeccionando un plan de lucha que contempla la huelga indefinida en febrero. ¡Este es el camino!
¡La victoria de los conductores de TMB será un triunfo para toda la clase trabajadora!