Carta de un conductor de Tuzsa

Los trabajadores de Tuzsa, empresa privada concesionaria del transporte público colectivo y urbano de Zaragoza, exigimos el derecho a la negociación colectiva, exigimos el derecho a negociar libremente con el empresario, nuestras condiciones salariales y de trabajo, sin interferencias mediáticas, institucionales o judiciales.

Carta de un conductor de Tuzsa

 

Los trabajadores de Tuzsa, empresa privada concesionaria del transporte público colectivo y urbano de Zaragoza, exigimos el derecho a la negociación colectiva, exigimos el derecho a negociar libremente con el empresario, nuestras condiciones salariales y de trabajo, sin interferencias mediáticas, institucionales o judiciales.

Nuestro convenio colectivo está en plena negociación y sigue las pautas de todos los anteriores convenios: dureza de planteamientos y prolongación en el tiempo. No es este diferente, por más que al Alcalde de la ciudad le hayan entrado prisas por la cercanía de acontecimientos políticos (elecciones) o socio-económico-festivo-culturales (expo 2008), que nada tienen que ver con lo que un convenio de relaciones laborales entre empresa y trabajadores van a regular durante tres o cuatro años.

En este conflicto se han confundido malintencionadamente dos cosas: convenio colectivo y vacaciones durante la Expo:

El convenio es lo único importante para los trabajadores, y se viene negociando desde primeros del 2007.

Las movilizaciones que los trabajadores hemos llevado a cabo, han sido solo por este motivo: unos paros parciales durante las fiestas del Pilar, un fin de semana en diciembre y, ahora, una semana en Enero. Lo demás, puro ruido de la empresa y el Ayuntamiento, en los medios de comunicación, para meter presión y echarnos encima a los usuarios.

Entre la empresa que hace la propuesta y el Ayuntamiento que lo aprueba, no nos han dejado ejercer nuestro derecho a la huelga o cualquier otro medio de presión, porque nos han avasallado con el 66 % de servicios mínimos, cuando por ejemplo en Madrid establecieron el 25 % para la huelga de AutoRes. No entendemos cómo se puede fijar los mismos servicios mínimos entre semana, en horarios laborales, que en fin de semana (como cuando los hicimos en diciembre para no perjudicar a los usuarios habituales). ¿Qué criterio de salvaguarda al ciudadano se sigue entonces? El 66 % en ambos casos.

En cuanto a las fechas elegidas, ¿Cuando viene bien que hagamos huelga? En el Pilar no, en navidades tampoco, en rebajas menos y para la expo ni te cuento. Vamos a no ser hipócritas que cada cual se busca la vida como mejor cree que le va a ir en la feria, y si no que se lo digan a los políticos, que inauguran o se ponen las medallas en época electoral.

Nuestra reivindicación más importante, por más que nadie nos quiera escuchar, se refiere a las condiciones de trabajo: somos conscientes del mal servicio que se está prestando al ciudadano, que está motivado fundamentalmente por nuestro peculiar sistema de productividad - horarios de recorrido, que son tan ajustados que provocan que trabajemos rayando nuestra salud y las normas de tráfico (con la consiguiente repercusión en la seguridad, dentro y fuera del bus), y malestar entre los usuarios que, a su vez, descargan con los conductores. Y todo, por intentar cumplir con el kilometraje que Tuzsa tiene contratado.

Otras reivindicaciones: conseguir disfrutar, efectivamente, de los 14 festivos anuales que tiene cualquier trabajador, y que aquí es imposible por la endémica falta de personal

O que se nos pague desde que "empezamos de verdad" a trabajar para la empresa, y no solo desde que arranca o se aparca el bus. No cobramos por el tiempo que empleamos en preparar o "climatizar" el bus, como tampoco por el tiempo que se emplea en liquidar, etc.

Queremos que se equipare nuestra jornada laboral a la de otros trabajadores del sector en otras ciudades importantes

Y por supuesto, mejoras económicas por encima del IPC, para que los trabajadores compensemos el desajuste real entre los salarios y la calidad de vida (especialmente en lo relativo a vivienda)

Dichos horarios de recorrido son la madre del cordero, pues determinan el nº de kmts. que luego Tuzsa facturará al Ayuntamiento. Como toda empresa, Tuzsa apura sus posibilidades de negocio, exprimiéndolo. Solo hay dos vías: el precio / km., que se fija anualmente y con poco margen para especular, y los kmts. propiamente dichos. Éstos, los aprueba el consistorio a propuesta de Tuzsa y, a nuestro entender, son más de los que un conductor puede hacer en condiciones de seguridad, comodidad y fiabilidad.

Es verdad que históricamente, la negociación del convenio en Tuzsa, trasciende de lo puramente laboral. La explicación es sencilla, como el eje fundamental está en las condiciones de trabajo, y nunca se termina de arreglar (para hacerlo definitivamente habría que cambiar el modelo actual de contrato de pago por km.), al final, por cansancio, los trabajadores aceptan las condiciones económicas y "aparcan"  las de trabajo para el siguiente convenio, esperando que hasta entonces, los ciudadanos se hayan cansado de las "condiciones de viaje" que Tuzsa les impone.

Otro hecho importante es que el servicio diario se está prestando, desde hace años, con el silencio cómplice (ya que conocen la situación) del Ayuntamiento y de la Autoridad Laboral, en base a las más de 12.000 horas extraordinarias mensuales que se están haciendo, sustitutas de unos 100 trabajadores que nos darían descanso a los que ya estamos y que, como ya he dicho anteriormente, facilitarían que disfrutásemos de los 14 festivos anuales que tiene todo trabajador, excepto el de Tuzsa, que por mor de "las necesidades de servicio" (siempre falta gente) no nos dejan disfrutar. Es una falacia argüir escasez de mano de obra, cuando lo que realmente ocurre es, por un lado, que Tuzsa contrata "a la carta", menos por capacidades para el puesto, que por tipo de contrato / subvención y, por otro, que no "cuida" a sus nuevos contratados (de los últimos 150, 65 ya no están), ya que los exprime escamoteándoles los descansos, además del hecho de que han entrado en "época de crisis", por el convenio y por las malas relaciones de los usuarios con la cara visible del mal servicio que se presta.

Cualquier trabajo tiene sus peculiaridades; pero el trabajo de un conductor de Tuzsa se desarrolla en la más absoluta soledad. Está solo ante los usuarios, ante el tráfico, ante las eventualidades (accidentes, averías, atascos, ...), lo que hace que con el tiempo (no demasiado) se dote de una Costra importante, que a veces le hace insensible externamente, y que, como ahora, cuantos más golpes recibe, más se enroca. Estamos en esta situación. Nos llueven palos de todos lados: de los usuarios (que son los que más nos duelen), de la empresa (por definición, estos ya se esperan), del Ayuntamiento, de los taxistas, del resto de los usuarios de la vía, etc. Nos han llamado terroristas desde la Plaza del Pilar, asegurando que hacemos rehenes a los usuarios. ¿Y el resto del año cuando no hay paros?

Exigimos al Ayuntamiento que deje de posicionarse a favor de la empresa y que se dedique a vigilar el cumplimiento del contrato que mantiene con ella, especialmente en lo referente a garantizar el cumplimiento de las frecuencias de paso por las paradas de bus, penalizar a la empresa cuando no da algún servicio por falta de bus o de conductor, obligarle a mantener la flota de vehículos en las condiciones adecuadas de mantenimiento y de edad útil pactadas y por que se preste un servicio de calidad a los usuarios.

En cuanto a las vacaciones durante el periodo expo, los trabajadores no teníamos nada que decir. En convenio (publicado en el BOA), tenemos pactado un sistema de vacaciones. La única controversia estaba en saber si, pese a estar "caducado", tenía validez (como sosteníamos los trabajadores), o no (como sostenía la empresa). El juez confirmó que el convenio estaba prorrogado y seguía vigente. Si la empresa o el Ayuntamiento querían modificarlo, solo era cuestión de, manteniendo la voluntariedad, ofrecer compensaciones económicas aceptables y no le hubiesen faltado conductores. En lugar de negociar esto, el 1 de noviembre modificó unilateralmente el convenio, enfrentándose directamente a los trabajadores. Los cuales hemos denunciado este abuso de forma individual y colectiva, situación esta última que provocó el posicionamiento del juez a favor de las tesis de Tuzsa, en base a considerar que el evento de la expo es suficiente motivo para modificar el convenio; pero que, a nuestro entender, valida la actual situación de presión laboral sobre los conductores (especialmente sobre los nuevos contratados) al permitir que se preste y complete el servicio diario con multitud de horas extraordinarias, siendo esto como hemos dicho, no una situación coyuntural, sino prolongada durante muchos años. Faltará gente para la expo, pero no por no cambiar las vacaciones, sino porque desde hace años faltan unos 100 trabajadores para completar el servicio.

Creemos que esta situación de presión institucional (sea autonómica, local o judicial) y mediática sobre los trabajadores, es un abuso y un intento de limitar nuestro derecho a negociar libremente con el empresario. Las instituciones, bien harían en velar por el cumplimiento de la legislación vigente, en materia de horas extraordinarias o seguridad y salud en el trabajo, o en exigir los compromisos empresariales en materia laboral (Siemens, Hispano, Moulinex, Delphi, Mildred, ...). En este sentido, el Ayuntamiento debe velar también, efectivamente, por el bien de los usuarios, especialmente de los habituales, pero también porque se le dé un servicio de calidad, en regularidad y comodidad, que redundará en unas mejores condiciones de trabajo para los conductores.

A día de hoy, estamos en huelga, pese a que el Comité de Empresa (tragando quina) propuso retirar los paros de esta semana y todos los recursos en marcha, solo con que Tuzsa mantuviese la oferta de los 900 euros a los trabajadores afectados. Se había perdido el juicio, se sumía la batalla perdida, pero como el tema de vacaciones no era lo importante para nosotros, se hacía esta propuesta  y a otra cosa. La empresa dijo no,  salvo que firmásemos ya el convenio. Estamos haciendo los paros.

En cuanto al estado del convenio, las posturas están enconadas. A nuestro juicio la empresa está forzando la situación al hacerlo infumable, se ve con la fuerza de apoyo de los editoriales del Heraldo de Aragón, las campañas y encuestas del resto de medios escritos y con la posición municipal, no sabemos hasta qué medida, mediatizada por la deuda histórica que mantiene con Tuzsa. Ésta, acepta el laudo obligatorio que propone el Ayuntamiento y que a nosotros "nos mosquea", pese a que lo hemos aceptado, con la sola salvedad de que lo refrende la plantilla (a lo que se niegan las otras dos partes: Ayuntamiento y Tuzsa), así que su oferta negociadora es: no quiere ni oír hablar de las condiciones de trabajo y condiciona el aumento salarial a ¡¡¡la siniestralidad de los vehículos, al índice de absentismo y al funcionamiento de las líneas!!!, como si los conductores pudiésemos intervenir o controlar cualquiera de esas variables, siendo que es sobre esos aspectos sobre los que queremos mejoras, que no presiones. Para nosotros es un insulto.

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