Hace cinco años una brutal explosión en la refinería Repsol del complejo petroquímico de Puertollano segó la vida  de nueve trabajadores y destrozó diez familias; murieron quemados, solo uno de los afectados salvó la vida quedando con graves secuelas. El incendio tardó en extinguirse 48 horas y puso en riesgo a la población. Todos eran trabajadores de contratas y solo estos dieron una expresión organizada a la indignación que provocó la catástrofe. La lucha ejemplar con la que se enfrentaron a REPSOL-YPF responde por si misma de la fuerza imparable y la rápida creatividad del movimiento obrero organizado cuando está en lucha.

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Hace cinco años una brutal explosión en la refinería Repsol del complejo petroquímico de Puertollano segó la vida  de nueve trabajadores y destrozó diez familias; murieron quemados, solo uno de los afectados salvó la vida quedando con graves secuelas. El incendio tardó en extinguirse 48 horas y puso en riesgo a la población. Todos eran trabajadores de contratas y solo estos dieron una expresión organizada a la indignación que provocó la catástrofe. La lucha ejemplar con la que se enfrentaron a REPSOL-YPF responde por si misma de la fuerza imparable y la rápida creatividad del movimiento obrero organizado cuando está en lucha.

Aquel verano mi esposa y yo acabábamos de instalarnos en la ciudad llegados de Madrid tras una desgracia familiar. Toda mi vida consciente ha estado marcada por mi condición de obrero, empecé a trabajar a los 14 años casi siempre en el sector del metal, a los 17 participé en mi primera huelga por el convenio del Metal en Madrid y me afilié a la UGT, años después al cambiar de empresa y tras dos años del primer gobierno PSOE cambié mi afiliación a CCOO, desde aquella huelga siempre me he comprometido con la acción de los trabajadores cuando esta es necesaria para mejorar nuestras condiciones de vida o evitar su empeoramiento, aún hoy, después de abandonar el trabajo por enfermedad, sigo comprometido en esta causa.

 Al momento de tener conocimiento del desastre acudí al hospital muy cerca de la casa donde vivía, allí participe de una angustia y sufrimiento como no había sentido nunca. Conocí a los que habían presenciado la tragedia, uno de ellos, Jesús, había llevado a uno de los heridos en una furgoneta, nos resultaba muy difícil articular palabras, la desolación invadía todo nuestro ánimo. No podía imaginar que días después iba a presenciar una lección magistral de la capacidad de respuesta organizada de los trabajadores ante todas las dificultades posibles.

ESBOZO HISTORICO

La mayor particularidad de la historia contemporánea de Puertollano es la local y geográfica, una población de Castilla la Mancha con 50.000 habitantes a 250 km al sur de Madrid donde Repsol tiene una refinería, la única de sus características no ubicada en el litoral, por lo demás es un ejemplo clásico del desarrollo industrial en este país bajo una burguesía raquítica que entró demasiado tarde en la arena de la historia.

Al final de siglo XIX las inversiones extranjeras en la extracción del carbón atraen población del sur de La Mancha, el norte de Andalucía y  Extremadura. Desde entonces Puertollano es una ciudad con una alta concentración de proletariado industrial. A la minería le siguió la actividad petroquímica con inversiones públicas, después se inició el proceso de privatización de la empresa titular durante la última legislatura del PSOE y se completó en la primera del PP.

Esta primavera TVE emitió una serie titulada "La Señora" ambientada en los años veinte poco antes de la dictadura de Primo de Rivera. En ella se reflejan las condiciones de vida de los mineros y las trabajadoras de una fábrica de tabacos junto con algunas cosas más para hacerla entretenida y de éxito. A pesar de que la historia oficial siempre tiende a resaltar lo bello, épico y de interés para las  clases dominantes, la historia de Puertollano es muy similar a la descrita por la serie de televisión. Inversiones extranjeras, aristocracia ladrona, burguesía cobarde y agarrada a la sotana, clase dirigente corrupta y la clase obrera muy, muy explotada...despreciada; estos son los personajes de esta serie televisiva y de la historia moderna de Puertollano, su carácter obrero quedó sellado desde que se inició la extracción de carbón y las ideas venidas del movimiento obrero organizado rápido tuvieron repercusión entre los trabajadores y despuntaron en la consolidación de  influyentes organizaciones obreras.

Este ha sido el motor real de la historia Puertollano como ciudad industrial. Décadas de opresión a la clase obrera que dieron pie, en el conjunto del estado Español, en Europa y América a la crisis revolucionaria de los años 30 cuando a las masas les faltó el programa para la toma del poder y este hecho supuso el desenlace de la Segunda Guerra Mundial y la consolidación de la  brutal dictadura franquista. En todo ese periodo, durante la transición cuando el despertar de las masas acabó sepultando a la dictadura y el posterior periodo de desencanto y frustración, fruto una vez más de la ausencia de programa, en la época actual de privatizaciones, ataques al estado de bienestar y aparente dominio absoluto del imperialismo... en todos estos procesos y acontecimientos puso su sello el movimiento obrero organizado, configurando la historia de los países capitalistas desarrollados, de los que iniciaban su desarrollo tardío como el estado español y de esta ciudad.

 EL "ACCIDENTE"

Poco después de las ocho de la mañana del jueves 14 de Agosto del 2003 despertamos en Puertollano con una explosión que se oyó en todo el casco urbano. La brutal deflagración afectó a diez trabajadores dos de los cuales murieron en ese momento, otros dos horas después y los cinco restantes en días sucesivos, solo uno consiguió sobrevivir.

El incendio se prolongó dos días devorando siete tanques de combustibles. El miedo a una tragedia mayor se extendió, pues a pesar de las llamadas a la tranquilidad muchos empleados de dirección de la planta abandonaron la ciudad restando credibilidad a los partes oficiales sobre la seguridad de la población, nos libramos de la densa columna de humo gracias a que el viento soplaba en la dirección adecuada. Días después se supo una verdad distinta a la pintada por las autoridades, el informe del Comité de Empresa de Emergencias Cuidad Real (Bomberos), puso al descubierto las enormes limitaciones técnicas y de recursos que los bomberos tuvieron para sofocar el incendio. Ante la falta de medios suficientes todos los esfuerzos de las primeras horas se dedicaron a enfriar las esferas próximas de butano y propano, se calcula que la onda destructiva de la explosión de uno de estos recipientes puede alcanzar 3 km de distancia, justo la que separa el complejo petroquímico del casco urbano. Tras apagar el incendio, Repsol, patronal, administración y dirigentes políticos y sindicales demostraron su dolor en consternadas declaraciones y su valentía en el llamamiento a la normalidad. Se decretaron tres días de luto que coincidieron con los tres días festivos del puente del 15 de Agosto. Calificarlo de accidente puede ser adecuado para referirse a esta tragedia, pero tras la resolución de la comisión de investigación, la JCCM impuso una multa a Repsol por el importe máximo que establece la ley dejando claro quién fue responsable.

LA RABIA

Como ciudad industrial, Puertollano, siempre que ha vertido la sangre de sus trabajadores sobre los beneficios de los capitalistas, estos se han encontrado con una respuesta organizada de los trabajadores.

El lunes 18 de Agosto se esperaba reiniciar el trabajo y las tareas de limpieza de la zona afectada por la explosión, sin embargo, la única información de que disponían los trabajadores sobre las condiciones de seguridad en las que se reiniciaba el trabajo era la de los medios de comunicación privados y públicos, esto es, poca y deliberadamente sesgada por quienes la emitían: dirección de la empresa y poderes públicos. En la puerta de acceso al complejo el único recibimiento que encontraron los trabajadores fue miedo y desprecio, no había ningún dirigente sindical en la puerta ni estos habían previsto ni convocado nada a esas horas de la mañana. Los primeros trabajadores de contratas que llegaron a la planta aquella mañana fueron incapaces de soportar la rabia, el dolor y el miedo de entrar en un lugar donde nada se sabía de sus condiciones de seguridad y a donde ya no volverían los compañeros muertos y heridos. El piquete se fue incrementando hasta ser una masa única de trabajadores con un mismo objetivo: disipar su rabia y exigir seguridad. Decidieron en asamblea decretar otros tres días de "luto" para no llamarla huelga y que fuera ilegal, sin que esta acción fuera propuesta por los dirigentes sindicales.

Quince años antes de este suceso el comité de empresa de Alúmina-Aluminio en Lugo fue despedido en pleno por parar la producción durante una operación de rescate de mercancías químicas y peligrosas en un carguero que naufragó. Los tribunales, haciendo honor a su independencia respecto a los intereses de la clase trabajadora, por supuesto, sancionaron el despido. Confiar la solución a los tribunales fue un error que sindicatos y trabajadores pagaron caro. El comité de empresa tuvo un comportamiento ejemplar, los dirigentes estatales les dejaron en la estacada, no hubiera sido posible despedir a toda la plantilla. Hoy se dictan sentencias sobre accidentes laborales a favor de las empresas.

Tampoco en este caso tuvieron en cuenta a los trabajadores. Méndez y Fidalgo solo dieron una expresión burocrática a este terrible accidente con declaraciones que dejaban constancia de su aflicción y pesar. Aceptaron acudir a un acto de solidaridad con las victimas que CCOO y UGT convocaron la tarde del lunes en la arteria principal de la ciudad, el ajardinado Paseo de San Gregorio del que los habitantes de Puertollano nos sentimos muy orgullosos. puertollano-1.jpg

Por su parte el piquete de más de 1000 trabajadores inició una marcha detrás de una pancarta improvisada hasta el ayuntamiento donde salió a recibirles el alcalde, este se solidarizo con su dolor e hizo un llamamiento a la tranquilidad. Pero el apoyo del alcalde no mitigó la rabia de los trabajadores. Por la tarde se concentraron en el paseo en un ambiente de mucho cabreo y tensión que compartimos los vecinos que acudimos al acto. Cuando subieron a la plataforma de oradores los dirigentes locales de CCOO y UGT recibieron una lluvia de insultos y pequeños objetos. Yo mismo fui insultado y casi agredido por unos trabajadores cuando me identifique como afiliado de CCOO, pero su actitud cambio cuando les explique las ideas de la Corriente Marxista El Militante y su política sindical, a partir de ese momento esos mismos trabajadores me pusieron al corriente (como otros muchos de los trabajadores con los que hable) de los pormenores de la situación, me indicaron como llegar al lugar donde aquella mañana se había  concentrado el piquete y en los días posteriores me facilitaban información y me transmitían su estado de ánimo. Cándido Méndez fue reiteradamente empujado cuando se encontraba entre los trabajadores y vecinos concentrados, Fidalgo estaba mejor escoltado (la sombra de Síntel se alargaba a Puertollano) Los dirigentes locales intentaron aplacar los ánimos al grito de ¡Unidad, unidad! Pero habían sido ellos quienes rompieron la unidad con los trabajadores... El acto no  se pudo celebrar como lo habían programado, lo abandonaron. Permanecimos una hora concentrados hasta que nos disolvimos después de guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas.

A primera hora del martes acudí a la puerta nº 9 por donde entraban los trabajadores de contratas al complejo Repsol, cientos de trabajadores ya estaban concentrados en diversos grupos y una extensa fila de coches iba llegando y llenando los aparcamientos. La mano de obra que nutre de beneficios a la multinacional Repsol no solamente está dividida  jurídicamente entre los de plantilla y los de contratas y estos a su vez en diversos sectores y múltiples empresas algunas de las cuales forman parte de grandes grupos multinacionales, además hay una separación física, por la puerta nº 9 entran los trabajadores de contratas, en el otro extremo a cinco kilómetros por la puerta nº 1 los de Repsol. La explanada pronto se llenó con cerca de dos mil trabajadores.

La jornada anterior había sido una demostración de fuerza motivada por la rabia que tuvo su efecto, el alcalde les había mostrado su apoyo (aunque sospechaban que se trataba más de una maniobra en ausencia de portavoces reconocidos de los trabajadores vieron la utilidad de tener un interlocutor ya que se encontraban totalmente huérfanos) y habían recibido el apoyo del pueblo en su protesta contra la actitud cobarde de los dirigentes sindicales, pero seguía pesando más en el estado de ánimo el goteo de muertes de compañeros, en ese momento seis, que cualquier otra consideración sobre el accidente. Todo hacía pensar que aquel iba a ser un día de luto sin más actividad que rumiar el dolor.

NUEVA RESPUESTA

A veces pequeños hechos parecen tener consecuencias mucho mayores, pero nada pueden los pequeños hechos si no están presentes una serie de factores para que influyan con mayores consecuencias en los acontecimientos, un pinchazo maniobrando en el garaje es una enorme molestia, a 120 km por hora un enorme problema.

Entre los grupos de trabajadores se podían distinguir a quienes jugaban un papel destacado. La posibilidad de dirigirme a ellos quedaba reducida a conversaciones individuales. Mientras entablaba conversación con uno de ellos sonó su móvil, llamaba un dirigente de su sindicato, UGT, quien le propuso que si elegían una comisión de representantes de los trabajadores UGT les recibiría. Al dar la noticia a sus compañeros de empresas está se extendió a otros grupos de trabajadores de otras empresas. Le animé a que se dirigiera a todos y dos de sus compañeros acercaron un bidón vacio para que este delegado se subiera y dirigiera al resto de trabajadores, le insistimos pero se resistió, los portadores del bidón lo aproximaron a otro grupo, les seguí. Un trabajador de este grupo se subió, militantes de CNT que acudieron provistos de un megáfono se lo prestaron y lanzó una propuesta concreta: Que de cada empresa, con independencia de que tuvieran mayor o menor plantilla se eligieran dos delegados y se formara así una comisión representativa. La iniciativa fue acogida como agua entre tropa sedienta. El estado de ánimo de los trabajadores cambio en pocos minutos, empezaban a tomar conciencia de su propia fuerza y ese era el mejor antídoto contra el dolor la frustración y la rabia.

Más de mil trabajadores de 23 empresas constituyeron un órgano que denominaron "Plataforma de Trabajadores de Contratas" compuesto por 56 trabajadores elegidos. Estos se reunieron en el comedor de la puerta nº 9 y salieron con un plan que aprobado por unanimidad en el piquete de trabajadores consistía en lo siguiente: Elaboraron una plataforma reivindicativa que solo demandaba mejores medios técnicos de seguridad como detectores de gases, mayor dotación de bomberos en el complejo y el compromiso de una unidad de quemados en el Hospital. Propusieron continuar la huelga hasta que fueran reconocidas sus demandas. Eligieron una comisión para seguir el día a día (aunque sería más correcto decir el momento a momento) que serían los portavoces del piquete y estaba compuesto por seis trabajadores que rendía cuentas a la formada por los 56 representantes de empresas y al piquete. A la cabeza de este órgano que encontraba el trabajador que hizo la propuesta por el megáfono, durante la elección en su empresa se resistió a la propuesta de sus compañeros que querían elegirle, pero tan claro lo tenían estos que lo presionaron hasta aclamarlo, también estaba el delegado de UGT que recibió la llamada de su sindicato.

En muy pocas horas, partiendo del mayor instrumento de lucha que tiene la clase obrera, la huelga, los trabajadores dieron una expresión organizada a sus sentimientos y demandas. Su poder quedo reflejado en la parálisis de la dirección de la multinacional, de la patronal,  del gobierno y de los dirigentes de CCOO, UGT, IU, PSOE. Todos los que no tuvieron en cuenta la indignación y rabia de los trabajadores se quedaron en el vacío cuando los trabajadores lucharon de forma organizada. Hasta cierto punto y de hecho así sucedió, patronal, gobierno y dirigentes de izquierda se pusieron claramente del lado de la multinacional, pero esta necesitaba un interlocutor para restaurar la normalidad y que la "desgracia" no ensombreciera más su cuenta de resultados. Ninguno de esos apoyos le sirvió a tal fin cuando los trabajadores se pusieron en pie.

Una característica que distingue al marxismo de otras tendencias e ideas es la confianza en la clase obrera, que una vez organizada como clase independiente, bien a través de la lucha nacional, local, o de sector o empresa, muestra toda su fuerza y capacidad creativa. Esto no viene de la nada ni de una fe ciega en el voluntarismo, viene de la experiencia histórica y práctica del movimiento obrero organizado a lo largo y ancho del planeta. En la lucha los trabajadores adquirimos conciencia de nuestra propia fuerza. La indignación y la rabia expoliaron la espontaneidad de los trabajadores más avanzados y a su vez esto dio un cauce al sentimiento de todos los trabajadores. Sin organización, sin orientación, partiendo de un paro por luto hacia sus compañeros fallecidos se dotaron de una plataforma reivindicativa y de un instrumento de poder para conseguirla. Los mismos trabajadores de los que se quejan muchos activistas de izquierda porque solo ven fútbol o acuden a misa de la noche a la mañana asimilan formas de organización que le son propias...socialistas, de representación directa.

¿Qué no se hubiera conseguido si CCOO y UGT  se hubieran hecho eco en ese momento de las continuas denuncias de los trabajadores en materia de seguridad? Ese era el mejor homenaje que podían hacer a los trabajadores fallecidos, el que le hicieron sus compañeros mientras ellos tenían puesta la mirada en otro lado. Si aceptas la lógica del capitalismo, cuando esta muestra su lado más brutal, los beneficios por delante de la vida humana, puedes acabar mirando para otro lado, la huelga les ignoró de la misma manera que ellos ignoraron a los trabajadores limitándose a pedir que los "papeles" de la Multinacional estuvieran en regla.

DESENLACE

Una lucha abierta no puede permanecer en una situación de impase, más pronto que tarde se tiene que resolver. Los trabajadores habían impuesto su ley y su terreno de juego.

Poco sabía de lo que ocurría entra la plantilla de Repsol, el control al que somete la Multinacional a sus trabajadores, de muchos conocidos y de algunos denunciado, no es solo una medida de seguridad en una planta petroquímica, es también una medida para alimentar la división y desconfianza entre trabajadores. Tres años después de esta lucha un trabajador cualificado ya jubilado de Repsol me dijo que sus compañeros son poco menos que malas personas, que tratan a los de contratas peor que a intrusos, que muy pocos hubieran movido un dedo por ellos. Me pareció inteligente y honesto así que me enfade con él y le pregunte -¿Me quieres decir que el lunes 18, si CCOO y UGT hubieran convocado huelga en todo el Complejo, alguno de tus compañeros, que tú conoces, hubiera apelado a su derecho a trabajar cuando toda la ciudad aun se estremece por la tragedia? Yo creo que hubieran ido a la huelga como mínimo, con un sincero sentimiento de solidaridad. ¡Que no se hubiera conseguido si desde la tragedia se hubiera llevado a cabo un plan de lucha serio y consecuente!- El hombre me dio la razón, me alegre de apreciar su inteligencia.

Repsol, cabeza de mando en la trinchera opuesta en esta lucha, sí que era consciente de esa posibilidad y del riesgo de que toda la plantilla del complejo se uniera en una sola huelga. Utilizó todos los medios posibles y su mejor  disposición hacia el gobierno de la JCCM y los sindicatos para asegurarse su neutralización, la maniobra dio resultado entre la plantilla, pero ante la sorpresa a la reacción de trabajadores de contratas esperó en vano a que al tercer día de luto decretado por estos todo volviera a la normalidad "confiando" en que los trabajadores reconsideraran su postura.

El ejemplo de la Plataforma era muy peligroso para Repsol, para la patronal y para los dirigentes de CCOO y UGT, el PSOE mantenía una neutralidad cómplice e IU se limitó a pedir una reunión de la junta de portavoces del Ayuntamiento para analizar el conflicto en lugar de apoyar la lucha iniciada por los trabajadores. Todos en santa alianza contra la Plataforma tuvieron que rendirse a las peticiones de esta. Durante esos días cada uno quería tocar la melodía más acorde para calmar su intranquilidad, pero el director de orquesta ya no se encontraba en los despachos de la multinacional y el gobierno, estaba en el piquete de la puerta nº 9. Convocaron para el viernes 22 a los portavoces de la Plataforma a una reunión en la Consejería de Industria en Toledo donde rubricaron todas sus demandas como única posibilidad  de resolver el conflicto y la clara intención de que se disolviera la Plataforma.

El viernes, quinto día de huelga asumieron todas las peticiones de los obreros. Se constituyo una comisión de negociación a la que se incorporaron CCOO y UGT y se reanudo el trabajo. El 12 de septiembre reunidos en Toledo firmaron el acuerdo en materia exclusiva de seguridad y se disolvió la plataforma.

Aislados y sin un plan de lucha y organización que fuera más allá de la rabia por los muertos y heridos y el cabreo por el desprecio de Repsol a las condiciones de seguridad e higiene, con los dirigentes sindicales dándoles la espalda en lugar de proponer el mantenimiento de la plataforma como elemento que fortalece la acción sindical, los trabajadores llegaron todo lo lejos que podían llegar, la importancia de las demandas satisfechas queda en un segundo plano por el hecho mismo de obligar a la Multinacional y sus consortes a aceptarlas.

La historia de Puertollano y su modernidad es siamesa de la historia de la opresión capitalista en todo el Estado y a nivel Mundial. La modernidad de la que gozamos, si entendemos por esta los niveles y estilos de vidas alcanzados así como la cultura y el "bienestar", no es fruto de la filantropía de terratenientes, banqueros y capitalistas, ni fue instigada por los gobiernos burgueses ni por la jerarquía católica, mucho menos por los estrategas del imperialismo y los consejos de administración de las multinacionales, es el resultado de la lucha contra la opresión y este capítulo es uno de los más ricos en la historia de Puertollano, si bien los resultados no fueron muy vistosos quedó salvada la dignidad de los trabajadores fallecidos en la explosión y de todos los que se han dejado la vida en el trabajo.

Pero esta lucha totalmente huérfana que se dio como reacción a la muerte brutal de los trabajadores y al peligro que la multinacional Repsol supone para la población no se dio de una manera separada del estado general de polarización social y política que se empezaba a iniciar como respuesta de los trabajadores a la política del gobierno del PP. Este estaba siendo contestado por las masas a lo largo y ancho del Estado. Las movilizaciones contra el Prestige, la huelga general del 20-J y la lucha contra la guerra  marcaron el ambiente general sobre el que se dio la respuesta de los trabajadores.

Durante la primera legislatura del PP no hubo ninguna oposición por parte de los dirigentes de la izquierda hacia la política de privatizaciones, ataques a las condiciones de los trabajadores y recorte del gasto social que iniciaron anteriores gobiernos del PSOE (el proceso de privatización de Repsol  se completo en esa legislatura) El gobierno del PP quiso ver en la parálisis de los dirigentes el estado de ánimo de los trabajadores. Aunque la juventud ya había dado muestras del enorme cabreo acumulado, para Aznar y la derecha los jóvenes movilizados son chusma si no van detrás del crucifijo de un obispo, la utilización del credo por parte de la jerarquía católica en beneficio de la burguesía y sus legítimos representantes del PP hace que muchos jóvenes y creyentes no se sientan identificados con esta alimentando así la polarización social. Ante este panorama el gobierno decretó una reforma laboral sin acuerdo con CCOO y UGT. Esto provoco la convocatoria de huelga general por parte de los sindicatos que a pesar de la dureza patronal, la censura de sus medios de comunicación y de la represión del aparato del Estado fue un éxito.

La pérdida de poder adquisitivo y derechos en los convenios representa una amenaza para los trabajadores y una situación incómoda para los dirigentes sindicales de comarca o de federación. El éxito de la huelga General del 20-J les dio un poco de confianza en la posibilidad de mejorar los convenios. En varias zonas del Estado los trabajadores ya habían iniciado luchas por el convenio que superaban en iniciativa a las propuestas por de los dirigentes, entre ellas se significo la de contratas, auxiliares y empresas de montaje en Asturias.

En este contexto y tres meses antes de la explosión en Mayo, el responsable comarcal de CCOO hizo unas declaraciones muy contundentes sobre la necesidad de mejorar las condiciones de los trabajadores de contratas, platearon como reivindicación a la patronal FEPU un plus a cobrar por todos los trabajadores de auxiliares que realizaran sus actividades en el complejo petroquímico durante los periodos de parada programada (periodos en los que se paraliza la actividad  petroquímica para realizar tareas de reparación y mantenimiento en las cuales se llega a duplicar la plantilla de contratas) que se negociaría en Otoño coincidiendo con una parada prevista. Debido al accidente la parada se tuvo que adelantar y también la negociación de los sindicatos y la patronal FEPU sobre el plus de parada. Los dirigentes de CCOO y UGT que ya tenían debilitada su autoridad por años de política sindical de sosiego, consenso y calma que tanto beneficia a los empresarios la acabaron de socavar con su posición tras la explosión. FEPU ignoró las demandas de estos pensando que ya no tenían ningún poder de convocatoria y con la Plataforma ya disuelta se permitió el lujo de despreciar las justas reivindicaciones de los trabajadores. Ante esta situación CCOO y UGT se vieron obligados a convocar huelga para exigir la negociación del acuerdo.

La posición de la izquierda durante la tragedia fue detestable, particularmente la de los sindicatos mayoritarios. Algunos dirigentes sindicales llegaron a hacerse eco de las calumnias que circularon en benéfico de Repsol, calumnias que se apoyaban de los falsos prejuicios sobre el bajo nivel de conciencia e individualismo, que trataban de desprestigiar a la plataforma y de limpiar la cara de su nefasta actitud; al oído del quien quisiera escuchar afirmaban que la huelga de agosto estuvo auspiciada por la patronal FEPU y obedecía a sus intereses. Esto es totalmente falso. Además en el caso de que fuera verdad ¿qué clase de acción sindical y dirigentes de los trabajadores rechazan intervenir en una movilización unitaria sabiendo que están siendo manipulados por la patronal y renuncian a desenmascarar la maniobra? IU se evaporo buscando la legalización vigente con la que se da en la cabeza a la patronal cada vez que la muerte visita el tajo. El PSOE puso la pequeña autoridad que tenía el alcalde por su apoyo inicial de los trabajadores al servicio de la normalidad presionando a los representantes de los trabajadores. Las asociaciones de vecinos desaparecidas durante el conflicto, después iniciaron sesudos estudios sobre el riesgo en poblaciones industriales que compartieron con ayuntamientos y asociaciones de otras ciudades similares como Tarragona. CNT se destacó por su sectarismo hacia el resto de organizaciones y saludaron con entusiasmo la lucha espontanea sin ofrecer ninguna alternativa, algunos de sus afiliados o simpatizantes, sin entender nada el papel de las organizaciones de masas, trataron de obstaculizar la nueva lucha por el plus parada oponiéndose a la huelga. Frente a todas estas dificultades los trabajadores levantaron la cabeza y aún tenían ánimo para enfrentarse a la revancha que la patronal quiso tomarse. 

La clase obrera siempre busca de un modo natural el camino de menor resistencia. CCOO, UGT, PSOE e IU han sido construidas con innumerables sacrificios de la clase obrera y es a nuestra clase a quien pertenecen, si reciben la critica correcta o despiadada de los trabajadores es precisamente porque las entienden como propias. En la huelga iniciada por el plus parada convocada por CCOO y UGT los trabajadores de contratas respondieron como un solo hombre y llevaron las acciones mucho más lejos de lo que proponían los dirigentes. Esta nueva lucha encontró rápido el apoyo del resto de la población. La juventud y las mujeres de los obreros jugaron un papel destacado organizados con el Sindicato de Estudiantes, hubo una manifestación multitudinaria y las condiciones para convocar una Huelga General en toda la comarca. La patronal aprendió una dura lección aunque burló los acuerdos ante la apatía de los dirigentes que se limitaron a expresar el cabreo... hacia sus propias limitaciones. puertollano-3.jpg

El divorcio que se produce entre la clase y sus dirigentes y que en Puertollano se expresó de manera tan clara no es fruto de voluntad u honestidad de estos, por supuesto este factor influye mucho pero no es el determinante, es fruto de la ausencia de la única alternativa real que existe al actual estado de la sociedad, la lucha por el socialismo. El capitalismo es horror sin fin por mucho que los anuncios televisivos de las grandes multinacionales como REPSOL-YPF, Iberdrola, Gas Natural,  Telefónica o la banca nos pinten un maravilloso futuro que nadie sabe cuando llegará como si fuera la esperanza de una secta religiosa. Nos ofrecen ese reino del cielo en sus promociones publicitarias mientras nos meten mano en la cartera para que paguemos la consecuencia de su crisis; congelación salarial, flexibilidad laboral, recorte de pensiones, privatización de servicios, reducción del gasto social. ¿Se puede esperar otra cosa de quién en nombre de la libertad y la democracia llevan a los pueblos a la guerra para apropiarse de sus recursos naturales?

No hay ninguna razón para que todo el poder económico de las grandes empresas no sea dirigido democráticamente por los propios trabajadores y el resto de la población. Es más, en la medida que la economía mundial está controlada por un millar de corporaciones en busca del máximo beneficio, tragedias como la que vivimos en Puertollano son mucho más probables. Las ideas de los reformistas en todas sus variantes aceptan la lógica del sistema capitalista y este está en clara contradicción con las aspiraciones de vida decente para la clase obrera que representa la inmensa mayoría de la población, esta es la autentica base del divorcio entre la clase y los dirigentes. Superar este sistema solo es posible levantando un programa de transformación social que pase por la nacionalización de la banca y las grandes empresas sin indemnización y bajo control democrático de los trabajadores.

La Corriente Marxista El Militante está empeñada en esta tarea, organízate con nosotros.

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