A principios del verano analizábamos los primeros efectos de la crisis económica mundial y su impacto en Asturias. Explicábamos que era ilusoria la visión del gobierno y los dirigentes sindicales de que la región "está mejor preparada para afrontar la crisis". Han pasado unos meses y la crisis del sistema capitalista en su conjunto es un hecho con connotaciones históricas. ¿Qué medidas han tomado los representantes políticos y sindicales? ¿Qué actitud ha asumido la patronal? ¿Qué consecuencias está teniendo para la clase obrera? Y sobretodo... ¿Cómo afrontar esta crisis? Estos interrogantes y muchos más están ahora mismo en la cabeza de miles de trabajadores, mujeres y jóvenes que buscan a tientas una salida.

A principios del verano analizábamos los primeros efectos de la crisis económica mundial y su impacto en Asturias. Explicábamos que era ilusoria la visión del gobierno y los dirigentes sindicales de que la región "está mejor preparada para afrontar la crisis". Han pasado unos meses y la crisis del sistema capitalista en su conjunto es un hecho con connotaciones históricas. ¿Qué medidas han tomado los representantes políticos y sindicales? ¿Qué actitud ha asumido la patronal? ¿Qué consecuencias está teniendo para la clase obrera? Y sobretodo... ¿Cómo afrontar esta crisis? Estos interrogantes y muchos más están ahora mismo en la cabeza de miles de trabajadores, mujeres y jóvenes que buscan a tientas una salida.

De cara a la realidad

 Ante la cruda realidad de no poder negar la crisis, el gobierno regional se atrincheró detrás de dos concepciones: la fortaleza de la industria y la creación de empleo. El "diálogo social" entre dirigentes sindicales y empresarios sería el instrumento ideal para "capear el temporal".
 Pero los datos referidos a la actividad industrial no son muy alentadores: "El Índice de Producción Industrial (IPI) de Asturias descendió en junio el 16,6% respecto al mismo mes del año pasado (...) En el acumulado entre enero y junio, el descenso del IPI en Asturias ha sido del 8,8%, casi el triple de la media nacional" (La Nueva España. 06-08-08).
 En cuanto a otro sector fundamental, la agricultura, aparecía la siguiente noticia: "El empleo en el campo asturiano se llevará, previsiblemente, la peor parte de la evolución económica de la región prevista por Hispalink hasta 2010 (...) la agricultura y la ganadería asturianas perderán a lo largo del presente año el 8,9 por ciento de sus empleos" (La Nueva España. 23-06-08).
 Según el informe "Mercado laboral asturiano. Primer semestre 2008" realizado por CCOO comparando la situación hasta junio de 2008 con el año pasado se han perdido más de 1.089 puestos de trabajo en la construcción y otros 1.117 en la agricultura, en su mayoría hombres mayores de 25 años. En el mismo período la cantidad de trabajadores afiliados a la Seguridad Social aumentó en 2.062. Pero mientras se destruyen los puestos de trabajo mejor remunerados, los que se crean son temporales y precarios. Asistimos a un empeoramiento general de las condiciones de vida de la clase obrera.
 Si trasladamos la misma situación al conjunto de los trabajadores de todo el Estado Español veamos las consecuencias más directas: "La ocupación hotelera en Asturias durante el mes de julio se situó en el 47,7 por ciento de las plazas ofertadas" (La Nueva España. 22-08-08). "El descenso del 15% en el número de ventas de automóviles en los concesionarios asturianos pone en peligro unos 500 empleos, en un sector que entre talleres y concesionarios da trabajo a unas 4.000 personas" (La Nueva España. 12-08-08).
 La responsable de una inmobiliaria de Avilés explica a la prensa: "Los locales se están quedando vacíos y la situación, nos tememos, se va a agudizar aún más. En la zona centro hay muchos comerciantes en régimen de alquiler que, debido a la caída de ventas, no pueden hacer frente a las elevadas rentas que pagan" (La Nueva España. 24-08-08).
 Ni los autónomos se salvan ya que se calcula que más de un 18% se ha dado de baja hasta junio. ¡Y esto cuando no ha venido lo peor de la crisis!
 Entonces...¿Cómo se puede decir que estamos mejor preparados para lo que se viene?
Los empresarios se frotan
las manos

 Mientras tanto los empresarios miran desde arriba a los obreros y les señalan con el dedo: "has vivido demasiado bien todo este tiempo, ahora toca apretarse el cinturón". Se aprovechan de la crisis para aumentar los ritmos de trabajo, recortar plantilla y alargar la jornada laboral y ya están pidiendo al gobierno que abarate el despido ¿Podrían comportarse de otra manera? Eso sería una utopía. Sí, los burgueses son cínicos, ambiciosos y descarados pero esto es consecuencia de su posición social, es decir de la propiedad privada de las fábricas, la tierra y los bancos. No tienen escrúpulos porque si los tuvieran los devorarían otros burgueses dentro de la selva del "libre mercado". Un empresario con remordimientos mejor que venda su fábrica y que ponga una ONG o se vaya a vivir a un monte plantando lechuga.
 Necesitan competir en el mercado mundial y para hacerlo no renunciarán a sus beneficios, es decir a acrecentar su capital, que les permite conquistar nuevos mercados. Competirán ahorrándose lo que más tengan a mano, es decir nuestros salarios. Cualquier trabajador comprende esto porque lo vive, en cambio parece que algunos "sindicalistas responsables" no lo ven así, o mejor dicho desde su despacho no lo ven.
 Y sino, escuchemos a un empresario al que seguramente nadie acusará de comunista o radical: "A fuerza de blindar los contratos estamos consiguiendo que los empresarios huyan del compromiso. Y a fuerza de no escuchar a los creadores de empleo -los empresarios- estamos avanzando en la dirección equivocada" (El Comercio. 23-07-08).
 Está claro: si fuera por la burguesía, ni contratos ni negociación colectiva, ni sindicatos de clase. Otra cosa es si los trabajadores se lo permitimos.
¿Y nuestros dirigentes?

 Buena pregunta. Antes que nada discutiendo los presupuestos para el próximo año. Preparando medidas para afrontar la crisis. Ya lo ha dicho Areces: "Queremos llorar menos y trabajar más". Desde la izquierda (PSOE e IU) se defiende un aumento de presupuesto destinado a inversiones, cursos de formación y apoyo a las empresas, en resumen, más dinero para los bolsillos de los empresarios. Les regalan dinero a chorros y simplemente les exigen un "compromiso con el empleo estable y con derechos". Es bonito en el papel pero como vimos la realidad es mucho más cruda.
 Resulta chocante también que los dirigentes de la izquierda asistan con la mirada al proceso paulatino pero inexorable de privatización de la educación, la sanidad y los servicios públicos. Actualmente los dirigentes del PSOE en el concejo de Corvera apoyan la privatización de los servicios de recogida de basura iniciada por USPC. Es normal que cualquier joven o trabajador se pregunte... ¿Y esto?
 Por su parte la derecha no tiene ningún empacho en criticar y criticar cuando ellos mismos son los campeones en privatizar todo lo que se encuentre a mano. En Oviedo el cacique Gabino De Lorenzo ha convertido todos los servicios en negocios suculentos aumentando el endeudamiento del Ayuntamiento y regalando dinero de los trabajadores a sus "amiguetes" los empresarios (se calcula en 1 millón de euros en subvenciones directas al año). El mismo alcalde que luego defiende la "austeridad" de los ayuntamientos recortando puestos de trabajo, gasto público, etc.

¿Qué hacer?

 En esta situación la clase trabajadora está reaccionando con lo que tiene a mano, es decir sus sindicatos. Se empieza a revitalizar la actividad sindical desde el año pasado con huelgas, luchas, movilizaciones. En algunos casos ha sido la negociación reñida del convenio, en otros intentos de cierre, la represión sindical, etc. Lástima que mientras aparecen expedientes de regulación, se cierran empresas y se presentan quiebras, los dirigentes sindicales nos dicen que "apostemos por el diálogo social y que se respeten los acuerdos con los empresarios".
 Si tomamos dos luchas emblemáticas de los últimos meses vemos lo contrario. En ALIMERKA los trabajadores se enfrentaron a despidos y represión, organizaron una campaña y fueron a juicio con la empresa, consiguiendo una victoria con tres despidos nulos y readmisión de los trabajadores. En CHEMASTUR, la empresa despidió a un trabajador afiliado a la UGT en un mensaje claro a la plantilla. Los trabajadores se pusieron en huelga durante más de dos semanas con piquetes en la entrada de la fábrica. Se consiguió la readmisión del compañero.
 Aquí se demuestra que las victorias vinieron por la movilización. La negociación fue algo secundario, una consecuencia de la fuerza de los trabajadores, no de la capacidad de sus dirigentes para convencer al empresario de sus "errores".
 Pero éstas son luchas aisladas que a fin de cuentas no desbaratan los planes generales de la patronal aunque sí sirven para preparar a los trabajadores en futuras batallas. Los patrones tienen una estrategia global (recortes y más presión) y una ideología clara (el beneficio individual, el capitalismo). La clase obrera debe armarse para enfrentarse a nivel general con la burguesía. Debe utilizar sus métodos (como la huelga general) con un programa de lucha (contra los recortes y los cierres, en defensa de los servicios públicos) y con una perspectiva clara (la lucha contra el capitalismo, por el socialismo).
 La crisis amenaza con ser muy dura pero más dura será sino salimos a luchar.
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