Después de toda la campaña de asambleas, reparto masivo de hojas, concentraciones y diversos actos de solidaridad, la lucha de los tres compañeros del comité de empresa de EMTE represaliados y despedidos está ahora en el terreno judicial.
Después de toda la campaña de asambleas, reparto masivo de hojas, concentraciones y diversos actos de solidaridad, la lucha de los tres compañeros del comité de empresa de EMTE represaliados y despedidos está ahora en el terreno judicial.
Tras el despido injusto de un trabajador rumano el comité de empresa formado por Manu Vidal, Carrillo e Ismael, afiliados a CCOO, inició una lucha en defensa del compañero despedido. Después de varias asambleas informativas, de dos huelgas de un día cada una y de una campaña de información a todos los trabajadores de la petroquímica, la empresa no dudó en tomar medidas más serias para frenar la huelga.
Para ello contó con la inestimable colaboración de la dirección del Metal de CCOO de Tarragona, bajo la batuta de su secretario general, José Antonio Hernández.

La dirección del Metal, confabulada con la empresa

Empresa y dirección sindical iniciaron una campaña para revocar y borrar del mapa el sindicalismo de lucha que representan los compañeros, tanto en la empresa como en el metal tarraconense. Esta campaña consistió en propagar el miedo entre la plantilla de las consecuencias de tener un comité tan luchador y reivindicativo. Esta maniobra, orquestada milimétricamente, culminó en la convocatoria de una asamblea de trabajadores dirigida por Hernández con el objetivo de revocar al comité. La asamblea presentó todo tipo de irregularidades. En ella se aprobó de forma totalmente irregular la destitución del comité. Una vez dado este paso se dieron las evidentes consecuencias: se desató la persecución sindical que se saldó con Carrillo despedido y Manu e Ismael expedientados. Entonces respondimos con una campaña de explicación masiva que culminó en una exitosa concentración el 9 de octubre de 2008.

Frente judicial

La lucha ha generado un importante frente judicial. Por un lado, el comité denunció las irregularidades de la asamblea revocatoria. Por otro, los tres compañeros del comité han denunciado a la empresa por el despido y los expedientes impuestos por la empresa. También un compañero que asistía a un piquete del primer día de huelga denunció a la empresa por atropello por parte del gerente de la misma en Tarragona, Joan García.
A día de hoy se han celebrado los juicios de la asamblea de revocación, con una sentencia favorable a la empresa; el juicio por el atropello de un compañero, a la espera de la sentencia; y el juicio que ha iniciado Carrillo contra la empresa por ser despedido injustamente. Los siguientes juicios se celebrarán en los meses de mayo y junio.
Los compañeros del comité han contado hasta ahora con una muy buena defensa: abogados del Colectivo Ronda de Barcelona que han realizado una labor excelente.
Mantenemos la campaña contra la persecución sindical en EMTE. Estamos realizando innumerables actividades con el objetivo de sacar dinero para todos los gastos que conlleva la lucha y seguiremos informando del resultado del frente judicial.
Hemos entrado en un periodo de lucha de clases muy duro. El sindicalismo combativo va a ser respondido por las empresas con persecuciones severas. El ejemplo de EMTE sigue siendo un modelo de honestidad y de cómo, a pesar de las dificultades, se debe batallar hasta el final por una causa justa.

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