El 7 de septiembre los trabajadores de Mitsubishi Motor Control (MMC) de la ciudad de Barcelona, en el Estado Anzoátegui, recibían la noticia del reinicio de actividades de la planta a partir del día 21 de ese mismo mes. Los trabajadores, bajo la dirección del sindicato SINGETRAM, consiguieron echar atrás el cierre patronal gracias a la movilización, la firmeza en la defensa de la dignidad de los trabajadores y los puestos de trabajo, a la genuina democracia sindical a la hora de discutir la actuación ante esta agresión, y a la participación conjunta de obreros, campesinos, estudiantes y las comunidades (más información en El Militante nº 230, septiembre 2009, y en www.elmilitante.org y www.manosfueradevenezuela.org).

El 7 de septiembre los trabajadores de Mitsubishi Motor Control (MMC) de la ciudad de Barcelona, en el Estado Anzoátegui, recibían la noticia del reinicio de actividades de la planta a partir del día 21 de ese mismo mes. Los trabajadores, bajo la dirección del sindicato SINGETRAM, consiguieron echar atrás el cierre patronal gracias a la movilización, la firmeza en la defensa de la dignidad de los trabajadores y los puestos de trabajo, a la genuina democracia sindical a la hora de discutir la actuación ante esta agresión, y a la participación conjunta de obreros, campesinos, estudiantes y las comunidades (más información en El Militante nº 230, septiembre 2009, y en www.elmilitante.org y www.manosfueradevenezuela.org).

Los trabajadores de Mitsubishi se han convertido en un referente de lucha para el movimiento obrero y revolucionario en la zona. Han luchado contra el cierre y desmantelamiento de la planta de MMC, contra los despidos y degradación de las condiciones laborales, y han dado un ejemplo de sindicalismo de clase, combativo y democrático. Fruto de ello la respuesta de la multinacional japonesa no se ha hecho esperar (dos muertos a principios de año, cierre patronal, continuas amenazas,...); así como la de los sectores burocráticos y contrarrevolucionarios incrustados dentro del aparato del Estado.
Ahora el punto de ataque son los dirigentes sindicales de MMC. La patronal sabe que descabezando a la dirección estará en mejores condiciones para debilitar la fuerza de los trabajadores, desmoralizarlos y finalmente, llevar adelante sus planes. Por eso el pasado 24 de septiembre dio a conocer los expedientes de despido contra 156 trabajadores, incluyendo a toda la dirección del sindicato (Singetram). Lo peor es que el Ministerio del Trabajo aceptó a trámite los expedientes de despido contra los once dirigentes del sindicato.
 
Asamblea de trabajadores para responder al nuevo ataque

Frente a esto los trabajadores ya se están organizando para dar una nueva respuesta a este atropello. Inmediatamente el 26 de septiembre realizaron una asamblea en la fábrica en apoyo a los once dirigentes del sindicato a la que asistieron más de mil trabajadores de Mitsubishi, igualmente estuvieron presentes trabajadores de otros sindicatos regionales y nacionales, consejos comunales, dirigentes y militantes del PSUV, del PCV, medios comunitarios regionales y nacionales (VIVE, VTV, TVO, Metropolitano, La Prensa y Nueva Prensa) y luchadores sociales.
Muchos de ellos mostraron su sorpresa ante la medida adoptada por el Ministerio del Trabajo de aceptar los expedientes de despido de los once dirigentes sindicales de Singetram y solicitaron a la ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, que rectificara y diera marcha atrás. La ministra debe actuar a favor de los obreros socialistas defendiéndolos de los patronos capitalistas e imperialista tal como la mandató el presidente de la República.
En la asamblea los trabajadores analizaron y discutieron la actual situación de acoso y arremetida por parte de la gerencia de Mitsubishi, ya que están desamparados sin la dirección sindical. Se expusieron numerosos ejemplos sobre cómo la gerencia de la multinacional está atropellando a los trabajadores. Entre ellos el acoso psicológico y terrorismo laboral, el no cumplimiento con la normativas que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores, el no cumplimiento cabal del proceso de producción en la línea que garantice la calidad de las unidades ensambladas.
También discutieron el aspecto político y mediático de cómo se ha conducido este brutal atropello, utilizando los medios de comunicación para manipular a las comunidades y ponerlas en contra de los trabajadores. De hecho, la prensa regional y nacional ha lanzado una campaña histérica de ataques, calificando a los trabajadores y al sindicato de "improductivos" y conflictivos.
Para responder a todo esto se aprobó, entre otras cosas, llevar a cabo una campaña de propaganda regional y nacional contra la ofensiva mediática de la multinacional, con miles de afiches y volantes para defender las posiciones de los trabajadores. También se aprobó la conformación de las patrullas laborales del PSUV. La inmensa mayoría de los trabajadores de MMC son afiliados al PSUV y están desde hace semanas organizando las patrullas no sólo en la propia empresa, sino en el resto del estado Anzoategui. 
La asamblea fue un completo éxito donde los trabajadores de MMC participaron activamente y demostraron que la patronal no va poder doblegarlos. Pese al acoso, los trabajadores mostraron la disposición a la lucha y a organizarse con el resto de los trabajadores de Venezuela.

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