Mientras que  en Colombia los trabajadores y sindicalistas siguen siendo atacados por el estado -colombiano- podemos descubrir la complicidad en estas masacres de... Gran Bretaña.

En marzo del 2005 tres sindicalistas fueron secuestrados en Bogotá, Colombia, por soldados de batallones de alta montaña. Estos luchadores sociales luego fueron llevados fuera de la ciudad, donde el ejército de ese país los ejecutó. Sus cuerpos, posteriormente, se vistieron con ropas militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC), pretendiendo  con esto  disfrazar esta masacre como parte de la lucha contra las FARC...

Hasta ahora todo el mundo ha sabido -aunque muchos no lo quieran aceptar- que los paramilitares y asesinos a sueldo, como el mismo ejército, han contado con el apoyo del gobierno en estas prácticas, sin embargo, algo parece ser sorprendente es que estas fuerzas paraestatales han recibido el apoyo militar del gobierno británico desde 1980.

En el 2008 la compaña Justicia por Colombia (the Justice for Colombia) publicó un reporte donde Inglaterra aparece cómplice de estos hechos. El documento explica que el Reino Unido es el segundo "donante" de presupuesto técnico y estratégico militar en Colombia y describe la relación entre el Ejército Colombiano y su participación -por no decir su responsabilidad directa- en la tortura y asesinato de sindicalistas.

Liam Craig-Best, un miembro de la campaña por la Justica en Colombia nos explica que: "No hay una sola razón para que el Reino Unido este involucrado en estos crímenes, pero si hay un "set" de razones, una de estas es económica... Las dos compañías extranjeras mas grandes que operan en Colombia son británicas, British Petroleum y SAB Miller. Y su presencia allí es más importante en comparación a las multinacionales norteamericanas y españolas"

El gobierno británico ha estado bajo presión por varios años, por miedo a que se vea afectado por la relación con su ayuda militar y los crímenes de estado en Colombia, pues esta a futuro patrocina el abuso de los derechos de los trabajadores sindicalizados, como también, favorece la violación de derechos humanos en Colombia.

Y no hay poco para hablar de abusos. Como muchos países de Latinoamérica, el 65% de la población de Colombia vive bajo la línea de pobreza, con muchas compañías que ansiosamente toman ventaja de la mano de obra barata y de la sistemática represión del sindicalismo.

Los burgueses imperialistas del mercado mundial se han asegurado a Colombia como una neo colonia. En estos momentos esta nación importa sobre el 70% de sus alimentos, algo que ha tenido como resultado la  masiva proletarización del campesinado. La desesperación y la indigencia a que han sido sometidos los campesinos ha obligado a muchos de estos a relacionarse con el narcotráfico, lo que ha permitido que esa nación se vea afectada por elementos criminales "por todos lados".

La lucha de nuestros compañeros trabajadores colombianos, en todo caso, no ha sido en vano, no ha pasado desapercibida. Por un tiempo los sindicatos y los trabajadores en Inglaterra, y en particular en Irlanda, han estado atendiendo a los reclamos de los trabajadores y campesinos de ese país y nos hemos esforzado por presionar al gobierno del Reino Unido para que corte sus programas de ayuda militar a la oligarquía colombiana.

Los esfuerzos de los trabajadores británicos parecen haber dado frutos en marzo de este año, cuando el gobierno ha declarado que ha desistido de su "ayuda" militar. Luego de un optimismo inicial, the Justice for Colombia  ( La Justicia por Colombia) cree que los entrenamientos militares que impulsa Inglaterra en Colombia continúan, y además involucran a la policía secreta de el Reino Unido.

Liam dijo al respecto: "Lo que vimos recientemente fue la reducción de una parte de la ayuda militar a la oligarquía colombiana, los entrenamientos para la protección de Derechos Humanos y los adiestramientos para la limpieza y desactivación de minas. La Oficina para Asuntos Exteriores ha dicho que han acabado una gran parte de sus soportes militares para Colombia. Pero realmente esto es sólo una diminuta minoría de lo que significa la ayuda militar-que la oligarquía de- Colombia recibe y recibirá. Los ejercicios contra insurgentes y la ayuda contra el narcotráfico aún continúa"

Según Bob Ainsworth, encargado del Ministerio del Estado para las Fuerzas Armadas, el gobierno mantiene "una documentación sobre el personal de seguridad en Colombia que ha recibido entrenamiento de el Reino Unido en Colombia por diferentes motivos, sin incluir ningún tipo de acusación por la violación de derechos humanos en Colombia"

Infortunadamente, no hay una forma de saber si ese es el caso real, como el mismo Ainsworth admite, "los nombres del personal militar (colombiano) entrenado no pueden ser conocidos, porque podría perjudicar las relaciones internacionales de nuestro país".

En el 2005, soldados de las 17 Brigada de Colombia atacaron a la comunidad de San José de Apartadó, matando a ocho personas - muchos de ellos niños-. En este caso, Justicia Por Colombia  contactó al gobierno británico que se negó o no quiso simplemente hablar con los delegados de Justicia por Colombia, por las masacres que se relacionaban con las ayudas militares instruidas y patrocinadas por las fuerzas armadas británicas.

Podemos entender en realidad la relación entre el estas masacres y las ayudas del gobierno británico por las torpes declaraciones de los oficiales colombianos. El personal de alto rango ha hecho muchas declaraciones sobre la efectiva asistencia británica, con un oficial, que ha recibido entrenamiento en operaciones de guerra en la jungla, y que ha sido citado ampliamente por el periódico El Tiempo.

Además, la evidencia sugiere que el gobierno inglés es indiferente al personal militar que entrena, esto se sabe desde diciembre del 2007 y desde la Oficina "Commonwealth" y su ministro Kim Howells fue fotografiado con tropas de alta montaña de Colombia, que estaban implicadas en varios abusos a los derechos humanos.

Howells también posó para las cámaras con el General Mario Montoya; un hombre implicado en múltiples muertes de sindicalista y políticos de izquierda. Montoya lleva 30 años envuelto en la estructura del paramilitarismo y el narcotráfico.

El General también se ha dado el lujo de viajar por Irlanda para participar en seminarios de contra insurgencia. Un gran trato disfrutan los militares colombianos pero también así los disfrutan sus homólogos extranjeros, en un evento realizado en marzo del 2008, siendo atendidos por Juan Carlos Pinzón, el Vice Ministro de Defensa Estrategia y Planeamiento en Bogotá, donde recibió a diferentes hombres de altos rangos militares de Gran Bretaña y EE.UU.

La suerte del General Montoya ha ido cambiado desde noviembre, cuando una investigación de la ONU "descubrió" -aunque ya todos lo sabían- sus más desagradables actividades. Después de resignar de su posición como militar por esta causa, escapó de su juicio y recibió una recompensa del gobierno, quedando como embajador de República Dominicana.

Hay más que relaciones políticas que inmediatos intereses comerciales en todo esto. Sin embargo, Jeremy, encargado de asuntos para Latinoamérica, cree que "hay una especial relación" dentro de "Downing Street" y la "White House" que  exigen un alto nivel de comparación militar con las oligarquías Latinoamericanas, especialmente con la colombiana.

Hablando durante su entrevista fuera del parlamento, Jeremy, dijo: "Colombia es importante pues tiene las administración mas cercana a EE.UUU en Latinoamérica. La razón es que muchas cosas donde occidente está envuelto los abusos a derechos humanos son ignorados".

 "Muchas inversiones y fabricas de multinacionales y corporaciones pueden ser encontradas en Colombia. Al lado de ellas, la presencia de EE.UU sobre el continente, viene acompañada por la asistencia Inglesa, que puede convertirse en un caballo de Troya con muchas relaciones..."

En todo caso, el gobierno británico seguirá apoyando a la oligarquía Colombiana militarmente. El caballo de Troya para más intervenciones a futuro seguirá funcionando. La necesidad de que la clase trabajadora se organice nuca había sido tan relevante. Las relaciones entre las podridas oligarquías (colombiana y británica) como entre toda la demás, señala otra vez la necesidad de un consecuente internacionalismo, y de una real organización internacional, dando como resultado la consecuente lucha por una federación socialista en América Latina y el mundo.

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