El 17 y 18 de Septiembre se celebró en el Hotel Anauco de Caracas el Encuentro Nacional sobre Control Obrero y Modelo de Gestión Socialista de las empresas organizado por la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE). Al mismo asistieron más de 160 dirigentes obreros, representando a numerosos sindicatos, empresas expropiadas por el gobierno o trabajadores de empresas en lucha o tomadas actualmente por los trabajadores y que todavía no han recibido respuesta por parte del estado.
El 17 y 18 de Septiembre se celebró en el Hotel Anauco de Caracas el Encuentro Nacional sobre Control Obrero y Modelo de Gestión Socialista de las empresas organizado por la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE). Al mismo asistieron más de 160 dirigentes obreros, representando a numerosos sindicatos, empresas expropiadas por el gobierno o trabajadores de empresas en lucha o tomadas actualmente por los trabajadores y que todavía no han recibido respuesta por parte del estado.
El Encuentro fue abierto por la coordinadora nacional de la UNETE Marcela Máspero quien explicó el momento decisivo de la revolución en que nos encontramos, la necesidad de ganar las elecciones a la Asamblea nacional del próximo 26 de septiembre y cómo la tarea del movimiento obrero revolucionario tras esa victoria debe ser la de continuar la lucha por hacer avanzar la revolución y resolver todos los problemas que los trabajadores tenemos pendientes. A continuación, Carlos Carcione, investigador del Centro Internacional Miranda, hizo una exposición sobre el desarrollo histórico de la lucha por el control obrero y la situación actual en la revolución venezolana y Juan García, de la corriente Marea Socialista, insistió en la necesidad de desarrollar el control obrero para derrotar el sabotaje tanto de muchos empresarios privados como de muchos burócratas en las empresas públicas. Este mismo camarada presentó a los trabajadores representantes de cada empresa, los cuales explicaron en detalle la situación en que se encontraban las mismas y los problemas y obstáculos que enfrentan.
Estuvieron presentes camaradas de empresas recuperadas como Cemento Andino, Lácteos Los Andes, La Gaviota, Cementos de Venezuela (antigua CEMEX), Central Azucarero Sucre (en Cumanacoa), Café Venezuela, Fama de América, Petrocasa, Pescalba, SIDOR, CANTV, Bicentenario (antiguos supermercados Cada y Éxito). También voceros de sindicatos como SINGETRAM de Mitsubishi (MMC), que viene protagonizando desde hace más de un año una durísima lucha contra el despido de los directivos sindicales y de otros 250 trabajadores, o de la empresa VIVEX, cuyos trabajadores la mantienen ocupada desde hace 21 meses pidiendo su nacionalización sin que hasta el momento hayan obtenido respuesta por parte del gobierno bolivariano. Además participaron trabajadores de las empresas distribuidoras de gas que permanecen en manos privadas. Estos compañeros denunciaron la brutal explotación a que se ven sometidos y demandaron que todo el sector de distribución de gas sea nacionalizado (hasta ahora sólo lo han sido dos empresas: Tropigás y Vengás).
La situación en las empresas nacionalizadas: La participación obrera choca con el saboteo de los burócratas
Los trabajadores de las empresas nacionalizadas explicaron en primer lugar el enorme avance que ha supuesto la nacionalización de de estas empresas ya que muchas se enfrentaban a situaciones de crisis, cierre o a patrones déspotas que sometían a los trabajadores. Por las intervenciones de todos los camaradas se comprendía que la principal conquista de la expropiación ha sido impulsar la lucha de los trabajadores por organizarse, intentar tomar las riendas de sus empresas y constituir sindicatos y consejos de trabajadores revolucionarios. Al mismo tiempo, todas las intervenciones pusieron de manifiesto el papel de freno y saboteo a la iniciativa de los trabajadores que están desempeñando la gran mayoría de gerentes y la burocracia del estado.
Muchas intervenciones insistieron en la necesidad de que las condiciones laborales de los trabajadores de las empresas nacionalizadas (salarios, derechos laborales, etc.) mejoren ya que si la nacionalización y la lucha por el control obrero no significan un salario digno, reducción de la jornada laboral, atención sanitaria, acceso a una vivienda de calidad para los trabajadores, etc. y -unido inseparablemente a todo ello- una genuina democracia obrera en la que la toma final de las decisiones recaiga en las asambleas de trabajadores, la idea del control obrero se verá desprestigiada.
Una denuncia en la que coincidieron muchos trabajadores fue la ausencia de discusión de contrato colectivo en numerosas empresas e instituciones públicas y el irrespeto de muchos gerentes a las condiciones laborales, los salarios e incluso al derecho a la organización sindical de los trabajadores. Un gran número de críticas se centró en la actuación pro-patronal de muchas Inspectorías y del Ministerio de Trabajo.
Cemento de Venezuela, La Gaviota, Fama de América, Lácteos Los Andes, Petrocasa...
Alexander Santos de Cemento Andino explicó que tras varios años de lucha la gerencia de la empresa intentó enfrentar al consejo de trabajadores con el sindicato con el fin de dividir la respuesta de los trabajadores e impedir la discusión del contrato colectivo y la mejora de los salarios y derechos de los trabajadores. Camaradas del Central Azucarero Sucre y de La Gaviota informaron de la inquietud que existe entre los trabajadores a causa de la actuación de gerentes que impiden el pleno desarrollo de la democracia obrera y que toda la información y las decisiones pasen por las asambleas. Los trabajadores de la distribución de Lácteos los andes denunciaron sus precarias condiciones laborales, inaceptables en una empresa nacionalizada. Gustavo Martínez, de Fama de América y de la corriente Marea Socialista, también explicó como a varios meses de la expropiación sigue sin existir un modelo basado en el control de los trabajadores y la participación de estos en la gestión de las empresas. Luis Chaparro de Cementos de Venezuela -la antigua CEMEX expropiada hace un par de años- también intervino en una línea similar.
Una de las intervenciones más aplaudidas fue la de una trabajadora de Petrocasa la cual explicó como el éxito de esta tremenda conquista que representó la puesta en marcha de una empresa pública para la producción de viviendas prefabricadas y poder luchar contra el déficit habitacional se ve saboteada por sectores de la propia gerencia que impiden la participación de los trabajadores, niegan a estos los derechos más elementales, persiguen a los trabajadores que intentan constituir un sindicato bolivariano e incluso tienen escalas salariales diferentes en función de si un trabajador se pliega a la presión de la dirección de la empresa o no. Estos gerentes procedentes de la empresa PEQUIVEN impiden, según explicó la camarada, cualquier desarrollo de control obrero e incluso engañan al Presidente presentándole unos datos de producción que no son reales. Pese a esta situación, explicó la camarada, los trabajadores se mantienen comprometidos con el Presidente y la revolución y dispuestos a luchar hasta el final. El entusiasmo y voluntad de lucha de esta intervención fue un fiel reflejo del ambiente que existe entre la clase obrera venezolana y su disposición a luchar hasta el final.
Las intervenciones de los trabajadores de las distintas empresas pusieron de manifiesto que los problemas que sufre cada una de estas tiene un mismo origen que se puede resumir en dos problemas fundamentales. Uno es el aislamiento de estas empresas nacionalizadas en medio de una economía que sigue siendo capitalista (lo que se traduce en sabotaje económico por parte de los empresarios privados y los burócratas, ausencia de un plan para vincular económica y políticamente a todas estas empresas y extender el control de los trabajadores al conjunto de la economía) Junto a lo anterior, el aspecto que sin duda generó más las críticas es la existencia al frente de estas empresas de gerentes designados por el estado que, en lugar de someterse a las decisiones de las asambleas de trabajadores -tal como lo ha exigido en numerosas ocasiones el Presidente Chávez- actúan al margen y contra la voluntad y necesidades del conjunto de los trabajadores reproduciendo muchos de los métodos y prácticas de los viejos gerentes capitalistas.
Junto a este burocratismo de los gerentes designados desde los ministerios varios trabajadores también explicaron cómo en diferentes empresas compañeros trabajadores que fueron designados o bien por el estado o incluso por las propias asambleas para las directivas de las empresas nacionalizadas están perdiendo el contacto con el resto de los trabajadores, empezado a alejarse de sus demandas, ocultar información a los mismos y tomar decisiones al margen de las asambleas. Como insistieron muchos camaradas a lo largo del debate, el burocratismo constituye hoy el más grave peligro para la revolución ya que siembra la desmoralización en las propias filas revolucionarias.
El control obrero debe ser el primer paso hacia la gestión y planificación de la economía por los trabajadores
Este peligro sólo puede combatirse con el pleno desarrollo de la democracia obrera, sustituyendo a aquellos que se desvíen o actúen burocráticamente por voceros obreros sometidos al control permanente del conjunto de la clase obrera. La toma final de las decisiones debe recaer en la asamblea de trabajadores, esta debe elegir un consejo formado por trabajadores elegibles y revocables en todo momento para gestionar la empresa, donde ninguno de estos cobre más que el resto de los trabajadores por pertenecer a este consejo. Además estos camaradas deban rendir cuentas de toda su gestión y actuaciones de manera regular ante el conjunto de los trabajadores.
Junto a ello es imprescindible que el control obrero no se limite a una empresa o grupo de empresas pues de ese modo morirá asfixiado por el sabotaje de los capitalistas y la burocracia. Como explicaba León Trotsky, el control obrero e incluso la gestión de una empresa por parte de los trabajadores debe ser un primer paso hacia la estatización del conjunto de la economía y la gestión de ésta por parte del conjunto de la clase obrera y las comunidades organizadas a través de Consejos de trabajadores y Consejos comunales elegibles y revocables en todo momento, sometidos al control permanente de las asambleas y unificados a nivel de cada localidad, región y a nivel nacional. Sólo de este modo se podrá planificar democráticamente la economía y acabar con el burocratismo y el capitalismo.
Tanto el volante del Frente Revolucionario de Trabajadores por el Control Obrero (FRETECO) como las intervenciones de varios camaradas sindicalistas del FRETECO y la CMR explicando estas ideas tuvieron una excelente acogida. El camarada Nelson Rodríguez, trabajador de INVEVAL, fundador del FRETECO y dirigente de la CMR, explicó estas ideas partiendo de la experiencia histórica de la revolución rusa y de la organización de los Consejos de Trabajadores en Milán (Italia) en 1919 y aplicando luego estas lecciones a la revolución venezolana hoy. Nelson también habló sobre la situación de crisis que vive el capitalismo mundial, cómo los trabajadores se están poniendo en marcha en todo el mundo y eso significa que la revolución en Venezuela no sólo no está aislada sino que cuenta con nuevas reservas de apoyo.
"Trabajadores de todo el mundo, desde Estados unidos a China pasando por Europa están esperando un punto de referencia para luchar contra el capitalismo. Hoy los trabajadores en Venezuela somos los que hemos avanzado más y podemos ser ese punto de referencia. Esto es una razón más para avanzar hacia un genuino estado obrero en el que la clase obrera tenga el poder y direccione el estado y la economía". Esta intervención fue una de las más aplaudidas del evento.
Por un plan nacional de la UNETE para organizar la toma de 100 empresas y un nuevo encuentro nacional para impulsar la expropiación de los capitalistas y el control obrero
Otras intervenciones muy destacadas fueron las de Félix Martínez, secretario general del Sindicato revolucionario de Mitsubishi (SINGETRAM) y miembro de la coordinación nacional provisional de la UNETE y Yeant Sabino, dirigente de la empresa ocupada desde hace 21 meses Vivex. Ambos camaradas, dirigentes de la UNETE del Edo. Anzoátegui y miembros de la dirección nacional de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR), llamaron a intensificar la batalla para ganar las elecciones del 26 de septiembre y a mantener la movilización y organización de la UNETE y de los trabajadores para derrotar el sabotaje de los capitalistas y la quinta columna burocrática, el cual continuará mientras el conjunto de los bancos y las fábricas no estén en manos de la clase obrera. sabino.jpg
Félix explicó cómo se ha construido el sindicato de nuevo tipo en Mitsubishi basándose en una estructura horizontal, la elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos y los métodos de la democracia obrera. También explicó cómo, a pesar de los ataques y calumnias por parte de distintos sectores de la burocracia, los trabajadores han conformado más de 50 patrullas laborales del PSUV que organizan a más de la mitad de la plantilla. Sabino explicó el desarrollo de la toma de Vivex y explicó cómo debe organizarse el control obrero vinculándose a los Consejos comunales y el establecimiento de la Comuna socialista. En ambos casos la base es la elegibilidad y revocabilidad de todos los voceros por los trabajadores y la asamblea de trabajadores como máxima instancia a la hora de tomar todas las decisiones. "Mandar obedeciendo a la asamblea, así es como tenemos que actuar los dirigentes obreros", expresó Félix Martínez.
Estos camaradas presentaron dos propuestas concretas en nombre del FRETECO y la UNETE del Estado Anzoátegui que fueron acogidas con gran entusiasmo por el auditorio. La primera la de organizar un próximo encuentro en Oriente para continuar la lucha por el control y la gestión de las empresas por parte de los trabajadores. La segunda -unida a la anterior- la de que la UNETE convoque una gran marcha nacional para finales de Octubre en Caracas en apoyo al Presidente Chávez, por la defensa del control obrero y la gestión de las empresas y el conjunto de la economía por los trabajadores y en demanda de una Ley orgánica del trabajo socialista que garantice los derechos de los trabajadores.
"Yo felicito a los camaradas de la coordinación nacional de la UNETE: Marcela, Stalin, Pedro Eusse, por convocar esta reunión. Creo que los camaradas tienen los pantalones bien puestos y propongo todas las reivindicaciones que aquí se han planteado y organizar la toma y ocupación de empresas en todo el país para derrotar el sabotaje patronal y burocrático, que intenta frenar las iniciativas del presidente Chávez e impedir que pongamos en práctica el modelo de control obrero y democracia obrera que plantearon Lenin y Trotsky, que es el que queremos los trabajadores en Venezuela".
En ese sentido Félix propuso que cada UNETE regional elabore un censo de empresas cerradas, abandonadas o donde los empresarios estén saboteando la producción y se organice junto a las comunidades la toma de las mismas por parte del conjunto de la clase obrera y su puesta en funcionamiento bajo control de los trabajadores. Esto permitiría enfrentar el saboteo de los capitalistas como y empezar a extender de verdad el control obrero al conjunto de la economía. Un primer objetivo, planteado así mismo en la declaración presentada por el FRETECO al encuentro, sería la toma de 100 o 200 empresas a nivel nacional y la organización de un nuevo encuentro nacional para dar seguimiento a esta campaña. Estas propuestas fueron apoyadas masivamente y varios miembros de la dirección nacional de la UNETE presentes propusieron realizar ese nuevo encuentro el 25 de Octubre en el estado Bolívar.
Un Encuentro que muestra la disposición de la clase obrera a completar la revolución
Tras la intervención de Félix Martínez, José Meléndez, dirigente sindical de SIDOR y miembro de la coordinación de la UNETE y de la corriente Marea Socialista, hizo un llamado al conjunto de la UNETE y del movimiento obrero venezolano a apoyar la lucha de los trabajadores de Mitsubishi con más ímpetu todavía que hasta ahora y denunció la actitud del ministerio de Trabajo que hasta el momento ha permitido el despido de más de 260 trabajadores por parte de la multinacional imperialista japonesa. Meléndez llamó a tomar la lucha contra los despidos en MMC como una bandera de toda la UNETE y a realizar una reunión nacional para discutir exclusivamente este punto y organizar una lucha nacional por la readmisión de los despedidos.
Un dato que refleja la búsqueda de ideas marxistas por parte de los dirigentes sindicales clasistas venezolanos es el excelente resultado que tuvo la mesa con libros marxistas que pusieron los camaradas de la Librería Socialista de la Fundación Federico Engels y la buena acogida del periódico de la CMR: EL MILITANTE, Vocero marxista del PSUV, así como de la ya citada declaración del FRETECO. Entre alrededor de 160 asistentes se vendieron 546 BF en literatura marxista y varias decenas de ejemplares de EL MILITANTE. mesa.jpg
Este Encuentro ha sido un fiel reflejo de que pese al sabotaje contrarrevolucionario de los capitalistas y de la quinta columna burocrática la clase obrera venezolana está dispuesta a pelear y hay una vanguardia formada por miles de dirigentes sindicales de base que está dispuesta a ponerse al frente de esa batalla, dentro del PSUV, en sus barrios y centros de trabajo, y llevar la revolución hasta el final contra los capitalistas, el reformismo y la burocracia.