El pasado jueves 14 de mayo cientos de miles de estudiantes y trabajadores de la educación volvían a salir a las calles de las principales ciudades chilenas en la Marcha Nacional por la Educación Pública, que consiguió congregar a más de 150.000 jóvenes y profesores en Santiago de Chile. El objetivo de la marcha era exigir al gobierno que cumpla con la reforma que garantiza una educación pública y gratuita, promesa con la que se presentaron a las elecciones y que ha sido una de las principales reivindicaciones que ha movilizado a la mayoría de la población chilena estos últimos años.
Tras la manifestación en Valparaíso dos compañeros, Diego Guzmán Farias, militante de las Juventudes Comunistas, y Exequiel Borvarán, activista estudiantil, fueron encontrados asesinados con un disparo en el cuello y otro en el tórax.
Desde el Sindicato de Estudiantes, queremos trasladar todo nuestro apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil chileno que tras cuatro años de movilización ejemplar por conquistar una educación pública y gratuita, ha sufrido esta nueva agresión con el fin de paralizar la rebelión que decenas de miles de jóvenes chilenos han protagonizado de manera incansable en los últimos años, con multitudinarias movilizaciones que han conseguido ganar el respaldo del conjunto de la clase obrera chilena, que consiguieron tumbar al gobierno reaccionario y represivo de Piñera y que está poniendo en jaque al actual gobierno.
A pesar de que la presidenta, Michelle Bachelet, ha condenado públicamente el asesinato de estos dos compañeros, el gobierno ha desplegado una fuerte campaña de criminalización y represión contra la movilización, creando un ambiente de impunidad hacia las agresiones que sufren los jóvenes que salen a la calle para reivindicar la educación pública. En la manifestación de Santiago de Chile, después de seis horas de marcha pacífica, un grupo minoritario y ajeno a la movilización se infiltró en la misma para justificar la intervención de los Carabineros que detuvieron a 150 estudiantes y provocaron decenas de heridos con los camiones lanza agua y gases lacrimógenos que usaron contra los manifestantes. En la marcha del 24 de agosto de 2011 un joven de 16 años fue asesinado a balazos por un carabinero durante la marcha en Santiago, asesinato por el que no ha habido juicio ni castigo. Hay que tener en cuenta que después de la dictadura de Pinochet, el gobierno de concertación que pilotó la transición formado por el Partido Socialista y la Democracia Cristiana (partido que apoyó a Pinochet), mantuvo intacto el aparato del Estado, junto con leyes represivas heredadas de la dictadura. De hecho, el acceso a una educación pública, universal y gratuita es una reivindicación histórica del movimiento obrero y la juventud, que sufren el sistema educativo heredado de la dictadura y al que ningún gobierno ha tocado. Un modelo de educación elitista y privado que pasó de cubrir el 85% de matrículas en la escuelas públicas durante el gobierno de Allende al 32% durante la dictadura, porcentaje que se mantiene en la actualidad. La universidades estatales en Chile son las más caras después de las de EEUU, precios que cuadruplican el precio de las tasas universitarias españolas y que son inasumibles para la inmensa mayoría de las familias chilenas, al mismo tiempo, los empresarios de la enseñanza privada reciben cuantiosas subvenciones del Estado. Se trata de una educación elitista que segrega desde la escuela primaria siguiendo criterios económicos y sociales.
Esta represión es producto de la decisión y contundencia con la que cientos de miles estudiantes han defendido el derecho a una educación pública, universal y gratuita. Durante más cuatro años los estudiantes de enseñanzas medias y universidad han desarrollado una lucha ejemplar y heroica con manifestaciones masivas, ocupaciones de centros de estudios, enfrentándose a la represión redoblando las movilizaciones y extendiendo la defensa del acceso de los hijos de los trabajadores a la educación. Esta determinación con la que los jóvenes chilenos han protagonizado la lucha provocó un auténtico terremoto social en el conjunto del país, las jornadas de paros estudiantiles desembocaron en dos huelgas generales de 48 horas con reivindicaciones claras : que la educación deje de ser un lucro para las empresas privadas y renacionalización del cobre para obtener los recursos con los que asegurar una educación de calidad y gratuita para todo el mundo.
El grado de fortaleza y masividad que alcanzó la lucha de los estudiantes chilenos fue lo que provocó el hundimiento en las anteriores elecciones del partido de Sebastián Piñera y puso la reforma educativa como la medida estrella del actual gobierno. Sin embargo después de más de dos años el gobierno ha sido incapaz de cambiar el modelo educativo para que deje de ser un negocio para el lucro de unos pocos y pase a ser un derecho. Frente a esta situación, los jóvenes no se han quedado de brazos cruzados. En menos de cien días del nuevo gobierno han convocado tres grandes marchas estudiantiles, una de ellas junto a la CUT (principal sindicato de trabajadores) y otra confluyendo con una huelga general de 48 horas en la sanidad, además de las últimas marchas estatales del 14 de marzo. Como han demostrado los estudiantes están dispuestos a llegar hasta el final, de hecho las reivindicaciones de las movilizaciones son claras, según Valentina Saavedra presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile “Sacar el mercado de la educación, avanzar en la gratuidad universal y terminar con los mecanismos de financiamiento a través de la competencia (las subvenciones que obtiene la privada por la competencia en rankings con los centros públicos).” Además también se han sumado las reivindicaciones de las mejoras en las condiciones laborales del profesorado frente a la precarización y los bajos salarios que sufre.
El asesinato de los dos compañeros lejos de amedrentar esta lucha histórica de los jóvenes en Chile va a redoblar sus fuerzas en la próxima marcha nacional convocada para el 21 de mayo. Esta determinación del movimiento de los jóvenes y estudiantes chilenos es una fuente de inspiración tremenda para todos los hijos de los trabajadores que nos estamos levantando frente a aquellos que quieren arrebatarnos nuestros derechos. Por eso la lucha de los estudiantes chilenos es nuestra lucha. Desde el Sindicato de Estudiantes queremos solidarizarnos y transmitir todo nuestro apoyo y aliento, una victoria en cualquier parte del mundo es una victoria para todos los trabajadores del mundo porque nos marca el camino a seguir. Viendo el ejemplo de los compañeros chilenos, mexicanos, ahora en Colombia donde hay una huelga indefinida en la educación nos llena de fuerzas para tumbar aquí al gobierno del PP con todas sus medidas para destruir la educación pública.
¡¡VIVA LA LUCHA DE LOS ESTUDIANTES CHILENOS!! ¡¡VIVA LA LUCHA INTERNACIONALISTA DE LA JUVENTUD CONTRA EL CAPITALISMO!!