Mientras los precios de los productos básicos suben escandalosamente (desde marzo de 2007 un 80% los productos lácteos, un 130% el trigo, un 87% la soja y así podríamos seguir), precisamente gracias a esto los beneficios de las empresas que monopolizan el negocio alimentario crecen sin parar: Cargill un 86% desde primer trimestre de 2008, ADM un 67% en 2007, Monsanto un 44%, Bunge un 49% en 2007 y Syn-genta un 28% en 2007). El factor fundamental de la subida de precios es la especulación, con el fin de incrementar precios y beneficios.
La mitad de la población del mundo vive con dos dólares diarios y gastan el 80% de sus ingresos en comida. Se calcula que por cada punto de subida de los precios de los precios de los alimentos básicos 16 millones de personas se ven sumergidas en la "inseguridad alimentaria". Hay estudios que estiman que 1.200 millones de seres humanos padecerán hambre crónica hasta el 2025.
Increíblemente, el hambre es un problema que también afecta de lleno a los países desarrollados. Según el Ministerio de Agricultura de EEUU, en un informe de finales de 2007, 35 millones de ciudadanos norteamericanos pasaron hambre en 2006. Es una prueba más de que el problema del hambre no es de "desarrollo" sino de "sistema", el capitalismo.