“Una sola clase, una sola lucha”
Ayer, 3 de junio, la Plataforma de Trabajadores del Metal de Vigo volvió a salir a las calles. Cerca de mil trabajadores, muchos de ellos jóvenes, secundaron la manifestación. Como en la primera, el pasado 12 de mayo, el ambiente fue muy combativo.
Pero ayer la movilización fue más allá. Ya no se trató solamente de una protesta contra la traición sindical de CCOO y UGT firmando un convenio que recorta el salario de los eventuales en cerca de 100 € mensuales. Fue también una protesta por el desmantelamiento industrial de los astilleros de la ría de Vigo y, en general, por las condiciones de vida y trabajo que soporta la clase obrera. Consignas como “Una sola clase, una sola lucha” reflejaron este avance en la conciencia.
En la manifestación participaron trabajadores de Vulcano, un astillero histórico que se quedó sin carga de trabajo a raíz de que la Autoridad Portuaria de Vigo no renovase la concesión de los terrenos. Es una vergüenza que intereses especulativos puedan provocar la desaparición de una factoría industrial. Los compañeros de Izquierda Revolucionaria y Sindicalistas de Izquierda de Galiza volvimos a estar presentes, solidarizándonos con una lucha que también es la nuestra, y repartiendo una hoja (pincha aquí para leerla), así como jóvenes del Sindicato de Estudiantes (pincha aquí para ver el cartel).
Además de la propia Plataforma y un representante de Vulcano, también tomaron la palabra al final de la manifestación un jubilado que en 1978 participó en la gran huelga de 8 meses de los astilleros Ascón, trazando así un hilo histórico entre la lucha de la clase obrera viguesa de aquella época y la actual, y uno de los trabajadores de la sección sindical unitaria de CGT en Navantia Ferrol, delegado en el comité de empresa y miembro de Izquierda Revolucionaria, Xaquín García Sinde, que incidió en la necesidad de la confluencia de las luchas y de un sindicalismo combativo, de clase, asambleario y también anticapitalista.
Esta lucha del Metal de Vigo, como la de Airbus Puerto Real, son a la vez un anticipo de lo que veremos en más sitios y el camino a seguir. Para confluir en una lucha común que haga frente a la dictadura laboral de bajos salarios y empleo precario sin derechos que el capital está imponiendo, la clase obrera tiene que organizarse al margen de unos grandes aparatos sindicales que se han convertido en obstáculos objetivos.
