Hace muchos años que no se convocaba huelga de la construcción a nivel regional, tantos que preguntando a un compañero del sindicato no supo responder desde cuando no se hacía. Pero a nadie escapa lo importantísimo que es este sector para la economía de miles de familias trabajadoras, trabajadores autónomos y pequeños comerciantes, como tampoco escapa a nadie las condiciones laborales que sufrimos en los tajos.

Hoy precisamente, cuando escribimos estas letras ha muerto el segundo compañero de la construcción en esta semana en Málaga, la provincia que reúne el 30% de los obreros del sector en Andalucía. Hechos tan tristes como estos siguen ocurriendo porque no se aplica la ley laboral vigente, como: el trabajar a destajos, echar más horas de las permitidas, la falta de equipo de seguridad en las obras, trabajar en condiciones de excesivo calor de 45º a 50º, además vemos cómo en el caso de los compañeros inmigrantes se llevan casi siempre la peor parte, pues las tareas más penosas se las cuelgan a ellos, etc. Por lo que hacía falta ya una huelga para acabar con tantos abusos por parte de quienes están llenándose los bolsillos de millones de euros a costa de la vida y la salud de los trabajadores.

Exitosa huelga de 48 horas

Los días 12 y 13 de junio los sindicatos CCOO y UGT por fin nos convocan a la huelga a unos 500.000 obreros de la construcción en Andalucía. La plataforma reivindicativa se centra en tres puntos fundamentales que son:
· La jornada laboral intensiva de 7 de la mañana a 2 de la tarde, como medida para evitar los golpes de calor que son causa de muerte entre los trabajadores en los tajos. Medida que ya está establecida en varias provincias andaluzas, en Málaga, por ejemplo, sólo se aplica para el mes de agosto donde tenemos los días de feria, con lo cual en la práctica se reduce a unos diez días.
· La homogeneización salarial de todas las provincias andaluzas. Hay casos de una diferencia de 400 euros, por lo que muchos trabajadores "emigran" a otras provincias dejando las familias y además esto conlleva un gasto más añadido.
· El cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, entre otros.
La participación masiva de los trabajadores (95% de huelguistas) apoyando con firmeza la huelga, ha demostrado una vez más la voluntad de luchar por mejorar nuestras condiciones laborales, que a pesar de la falta de información, de planificación de la huelga, de asambleas en los tajos, etc. ha sido una rotunda demostración de la fuerza que poseemos los trabajadores. Así, las direcciones sindicales volvieron a convocar huelga para los días 26, 27 y 28 de junio y esta  tremenda presión ha sido la que ha obligado a los patronos a sentarse a negociar. Sin embargo, esta primera conquista, fruto directo de nuestra lucha, ha sido rápidamente aprovechada por los dirigentes sindicales para desconvocar esas tres nuevas jornadas de huelga anunciadas y volver a la "tranquilidad". Eso sí, se informó a través de mensajes a los teléfonos móviles que quedaba desconvocada la huelga con el famoso "pásalo". Nada de asambleas donde se explique el porqué de la desconvocatoria, donde se informe de si es que ha habido algún tipo de concesión por parte de la patronal y, por supuesto, sin que nos den la oportunidad a los trabajadores, que sufrimos las penosas condiciones en las obras, de decidir si eso es suficiente. Si algo está claro es que la patronal se ha sentado a negociar porque hemos salido a luchar, es abecé que la fuerza de los "negociadores" es directamente proporcional a la fuerza que les respalde en la calle. Haber levantado la huelga para negociar es un error que no favorece a los trabajadores, que por otra parte hemos demostrado activamente nuestra disposición a la lucha.
Todos los trabajadores debemos organizarnos en los sindicatos de clase. Ahora más que nunca necesitamos luchar por un sindicalismo combativo, de clase y democrático, lo que nosotros no hagamos nadie lo hará por nosotros. Luchar, aunque sea un breve momento, no es fácil, pero cuando las ideas se apoderan de la mente y los corazones de los trabajadores, se convierten en una fuerza capaz de transformar la sociedad.


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