Ahora cuando en Cuba el debate sobre las perspectivas para la revolución plantean preguntas sobre el camino a tomar, China aparece para algunos supuestos teóricos de la izquierda como una alternativa entre el capitalismo y la experiencia fracasada de la URSS. Desde un punto de vista marxista, presentar el modelo de acumulación capitalista chino como una solución para los problemas de los oprimidos es una trampa mortal para la causa del socialismo internacional.
La Fundación Federico Engels quiere aportar a este debate fundamental una alternativa basada en el método de análisis marxista. Para ello hemos incluido en esta nueva edición tres artículos que pueden ayudar a este objetivo. Un extenso trabajo realizado por Bárbara Areal y que lleva por título Revolución proletaria y guerra campesina en China. 1925-1949. En el mismo se traza una panorámica del movimiento obrero y campesino en las diferentes revoluciones chinas, especialmente la revolución derrotada de 1925-27 y la guerra campesina victoriosa de 1949. Estamos seguros que este texto llenará muchas lagunas sobre la historia de la revolución y el papel jugado no sólo por el PCCh sino también por la Internacional Comunista estalinizada.
El segundo texto es un trabajo de León Trotsky que fue publicado como introducción al libro de Harold Isaacs La tragedia de la revolución china. El texto de Trotsky, La revolución china, es una exposición de la política defendida por la Oposición de Izquierdas en la revolución china de 1925-1927 y una crítica demoledora de los errores de la Internacional Comunista en su afán de pactos con el Kuomintang, el partido nacionalista burgués que masacró la insurrección de Shangai y Cantón.
Por último, presentamos el documento programático de la Corriente Marxista Internacional, La larga marcha hacia el capitalismo en China, que analiza pormenorizadamente las claves fundamentales del proceso de restauración capitalista, el papel de la burocracia del PCCh en el mismo, y las perspectivas futuras.