Utzi Altsasu bakean, gazteak askatu
El 4 de noviembre la plataforma España ciudadana realizaba un acto en el pueblo de Altsasu. Su provocación era más que evidente: sacar pecho con su discurso franquista y españolista aplaudiendo al aparato policial y judicial del Estado español que ha mantenido durante estos dos años el montaje contra los 8 jóvenes del pueblo. A la cabeza de este acto figuraban Albert Rivera, Ana Beltrán y Santiago Abascal de VOX, con acompañantes como Fernando Savater. Apenas consiguieron reunir entre 200 y 300 personas que aparecieron en el pueblo en autobuses. Eso sí, un despliegue policial desorbitado de la Guardia Civil y la policía foral con helicóptero incluido tomó el pueblo desde la mañana.
La respuesta de los vecinos de Altsasu y de la gente de Euskal Herria que se movilizó ha sido ejemplar una vez más. El sábado 3 de noviembre marchaba por el pueblo una manifestación con más de 10 mil personas, con el lema Utzi Altsasu bakean —dejad Altsasu en paz—, convocado por la asamblea popular de Altsasu. En el comunicado se denunció estas prácticas de corte fascista que usan el sufrimiento de todo un pueblo para arrancar votos. También se hizo un llamamiento alto y claro de que no iban a caer en provocaciones.
El día del acto, la asamblea de vecinos de Altsasu había organizado una carpa reivindicativa y festiva. También estaba convocada otra manifestación antifascista que reunió más de mil personas. Los mismos vecinos de Altsasu fueron los que organizaron un servicio de orden y se pusieron al frente con chalecos reflectantes para garantizar que nadie diera a estos franquistas lo que tanto buscaban provocar. Fueron los vecinos, y no el monstruoso despliegue policial, los que garantizaron que los momentos de tensión no sobrepasaran los cantos de consignas. Tan pronto como empezó el acto de España Ciudadana, empezaron a sonar las campanas de la parroquia, algunos vecinos sacaron las cacerolas y tocaron las bocinas desde los balcones, y continuaba sonando la música. Se cumplió el objetivo. Los reaccionarios se vieron completamente aislados y salieron más debilitados.
Mentiras y manipulación, eso es a lo único que ha podido aferrarse el aparato judicial durante estos dos años y lo único que puede usar la derecha españolista. Albert Rivera aseguró que varios individuos lanzaron piedras a su coche de camino al acto. Una mentira prefabricada que incluso la misma policía foral ha desmentido. Es una clara demostración de lo que querían obtener y no consiguieron.
Los compañeros de Ezker Iraultzailea estuvimos presentes el sábado y el domingo en Altsasu, como hemos estado durante estos dos años apoyando y participando en los actos, movilizaciones y manifestaciones contra este burdo montaje judicial, en los pueblos, en Iruñea y en Altsasu. A los que pretenden seguir usando el caso de Altsasu para dar una lección a toda la marea de solidaridad que ha levantado, les decimos: continuaremos luchando por la puesta en libertad de los jóvenes y para acabar de una vez por todas con la represión y con la lacra del fascismo.