sol57113Ayer de nuevo, tras la brutal carga policial del jueves, decenas de miles de madrileños volvimos a salir a las calles para condenar la represión y exigir la libertad sin cargos de todos los detenidos. La manifestación partió de Atocha a las 20h, congregando a 50.000 personas, recorriendo el Paseo de la Castellana hasta el Ministerio del Interior. Cuando se llegó al mismo se cantaron consignas pidiendo la libertad de los detenidos,  denunciando la cobarde y brutal actuación policial del día anterior, y exigiendo la dimisión de Antonio Camacho, Ministro de Interior. Tras guardar un minuto de silencio, se demostraba la enorme fuerza del movimiento cara a cara frente a numerosos antidisturbios, reflejado con gritos como "que no, que no, que no tenemos miedo", después la marcha volvió a bajar hacia la Puerta del Sol.

Después de la brutal actuación del jueves 4 de agosto, y ante la previsión de una movilización masiva, la Delegación de Gobierno decidió finalizar con el estado de sitio que ha mantenido durante 4 días en la Puerta del Sol, impidiendo el acceso a la plaza. Finalmente el pulso echado por el Gobierno ha resultado un auténtico fracaso, imponiéndose, como ya viene siendo habitual, la voluntad del movimiento. Cuando la manifestación se acercaba a Sol se vivieron de nuevo momentos emocionantes, como ocurrió en la noche previa a la jornada de reflexión del 20 de Mayo, coreando consignas que demostraban la enorme confianza del movimiento en sus propias fuerzas. "Mañana sale el Sol"; "Libertad" o "El pueblo unido jamás será vencido". También se corearon a lo largo del recorrido consignas a favor de una huelga general, así como en contra de la visita del Papa, especialmente cuando en Cibeles se pasó junto al escenario montado para la ocasión.

mani_8_de_agostoDurante esta última semana hemos vuelto a asistir a acontecimientos históricos, hemos visto cómo los jóvenes y trabajadores madrileños volvían a revelarse frente a la arbitrariedad de este sistema. El desalojo de Sol y la posterior actuación policial, tratando de dar un golpe a la moral del movimiento, se ha transformado finalmente en su contrario. Ayer asistimos a un auténtico desafío de la clase obrera y la juventud al aparato represivo del Estado, imponiéndose la voluntad de la inmensa mayoría, obligando al Ministerio del Interior, al PP, y al resto de Administraciones a tragarse sus palabras y bravuconerías de los últimos días. Frente al discurso machacón impulsado durante esta última semana tratando de criminalizar y minusvalorar la movilización de los jóvenes y los trabajadores, los famosos "200 indignados" que secuestran la ciudad, ayer se puso sobre la mesa la enorme rabia e indignación que existe y la disposición a luchar de decenas de miles.

En medio de esta situación CCOO y UGT no han realizado aún declaración alguna, ni siquiera respecto a la brutal actuación policial del jueves. Sin embargo, la consigna de la huelga general es cada día más coreada en las múltiples manifestaciones, concentraciones y asambleas que se suceden. Los dirigentes sindicales nos han llevado a un callejón sin salida con su política del "mal menor", ya es hora de que rectifiquen y hagan una seria autocrítica. Ya no hay excusas. Los últimos meses han demostrado que hay fuerza, que hay disposición, y que hay una fuerte determinación por parte de los trabajadores de impedir que la crisis del capitalismo siga cayendo sobre nuestras espaldas.

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