El 5 de febrero de 2005 Israel Galve Maldonado, un conocido fascista de Guadalajara, intentó asesinar a un joven asestándole tres puñaladas que casi le cuestan la vida. La respuesta de la juventud de Guadalajara fue contundente. Hubo una manifestación convocada por el Sindicato de Estudiantes y las Juventudes Comunistas con mil jóvenes, algo que no ocurría desde hacía más de 30 años.
El producto de la movilización fue que Israel Galve pasó 8 meses en prisión preventiva. Es importante señalar que la movilización fue sistemáticamente boicoteada por las direcciones de los sindicatos y de los partidos de la izquierda, que convocaron una concentración de repulsa de la mano del PP. Poco después, el fascista denunció por injurias y calumnias a un dirigente estatal del Sindicato de Estudiantes y a otro dirigente de las Juventudes Comunistas de Guadalajara. A pesar de que el juez admitió la denuncia a trámite, fruto de las movilizaciones y ante lo evidente de las calumnias del fascista, el juez se vio obligado a darnos la razón.
La Audiencia Provincial de Guadalajara lo consideró
como simple ‘agresión'
En octubre de 2007, dos años y medio después del intento de asesinato, Israel Galve fue condenado por la Audiencia Provincial de Guadalajara a 2 años de cárcel, por considerar lo ocurrido en 2005 una agresión. Con esa sentencia este fascista no volvería a entrar en la cárcel. El fallo judicial decía que Galve Maldonado no tenía intención de asesinar, sino de lesionar, por dos motivos: el primero, el contexto donde ocurre todo, un conocido bar de copas que frecuentan jóvenes de izquierda; y segundo, porque la escasa penetración de las heridas demostraba que no le quiso asesinar. Literalmente la sentencia dice: "Con este punto de partida habrá que entrar a examinar la prueba practicada, comenzando por las circunstancias que rodearon la agresión, que se desarrolla en un local de copas frecuentado al parecer por personas dentro de lo que son las ‘tribus urbanas', de vestimenta punki, lugar al que llegó el procesado Israel Galve, (...)". Y continúa: "No puede afirmarse tampoco que los navajazos asestados a C. A. fueran precedidos de una deliberada selección de la zona anatómica alcanzada, teniendo en cuenta que ambos estaban enzarzados en una pelea, lo que unido a la escasa penetración de las heridas... cabe interpretar como relevante indicio de que el propósito del agresor era lesionar a su oponente".
Es interesante, destacar dos elementos más sobre aquella sentencia. El primero, es que las magistradas que firman la sentencia indican que no había agravante ideológico, porque no había pruebas de que Israel Galve perteneciera a ningún partido de ultraderecha. Sobre este punto es necesario recalcar que en la página web de La Falange aparecía Israel Galve como el responsable de Juventud, pero las firmantes de la sentencia no lo consideraban una prueba suficiente. El otro elemento es quién firma la sentencia, ya que una de las firmantes es Concepción Espejel, por entonces presidenta de la Audiencia Provincial de Guadalajara y ahora ascendida, a propuesta del PP, a vocal del Consejo General del Poder Judicial.
La movilización es la clave
Pues si esto ocurrió ya hace un año, ahora el Tribunal Supremo ha condenado a Israel Galve a 5 años de cárcel por intento de asesinato con agravante ideológico. Su pertenencia a grupos fascistas ha quedado todavía más clara tras esta sentencia, ya que Ricardo Sáenz de Ynestrillas dice en un blog fascista: "Querido camarada Isra: Pronto, el ruido insoportable de la calle y sus turbias estridencias dejarán de ser un estorbo para ti. El sistema te encarcela porque no quieren tu sangre joven, hirviente y combativa, en las calles de nuestra España moribunda... Y este día 8 te adentrarás en un túnel de corrupción y decadencia reflejo exacto de la nación que padecemos". Igualmente La Falange en un comunicado reitera su militancia: "Lo verdaderamente importante es que Israel Galve, el Jefe de Juventudes de La Falange (FE) en Guadalajara, ha dado en todo momento un ejemplo de compromiso y militancia ejemplar. Y todo a pesar de que ha sobrevivido una persecución mediática y política en su ciudad, con lo que nos ha dejado clara su fuerza".
Es lamentable que esta sentencia se produzca casi 5 años después de que apuñalara al joven y que finalmente sean sólo 5 y no 7 como solicitó en su día el fiscal y la acusación particular. De todas formas la clave para que ahora este elemento esté en prisión fue la movilización masiva de los jóvenes de Guadalajara. Esto es una gran lección para los acontecimientos que continúan ocurriendo día a día en el Estado español. Sólo con la movilización masiva de los jóvenes y los trabajadores podremos acabar con las bandas fascistas.
El producto de la movilización fue que Israel Galve pasó 8 meses en prisión preventiva. Es importante señalar que la movilización fue sistemáticamente boicoteada por las direcciones de los sindicatos y de los partidos de la izquierda, que convocaron una concentración de repulsa de la mano del PP. Poco después, el fascista denunció por injurias y calumnias a un dirigente estatal del Sindicato de Estudiantes y a otro dirigente de las Juventudes Comunistas de Guadalajara. A pesar de que el juez admitió la denuncia a trámite, fruto de las movilizaciones y ante lo evidente de las calumnias del fascista, el juez se vio obligado a darnos la razón.
La Audiencia Provincial de Guadalajara lo consideró
como simple ‘agresión'
En octubre de 2007, dos años y medio después del intento de asesinato, Israel Galve fue condenado por la Audiencia Provincial de Guadalajara a 2 años de cárcel, por considerar lo ocurrido en 2005 una agresión. Con esa sentencia este fascista no volvería a entrar en la cárcel. El fallo judicial decía que Galve Maldonado no tenía intención de asesinar, sino de lesionar, por dos motivos: el primero, el contexto donde ocurre todo, un conocido bar de copas que frecuentan jóvenes de izquierda; y segundo, porque la escasa penetración de las heridas demostraba que no le quiso asesinar. Literalmente la sentencia dice: "Con este punto de partida habrá que entrar a examinar la prueba practicada, comenzando por las circunstancias que rodearon la agresión, que se desarrolla en un local de copas frecuentado al parecer por personas dentro de lo que son las ‘tribus urbanas', de vestimenta punki, lugar al que llegó el procesado Israel Galve, (...)". Y continúa: "No puede afirmarse tampoco que los navajazos asestados a C. A. fueran precedidos de una deliberada selección de la zona anatómica alcanzada, teniendo en cuenta que ambos estaban enzarzados en una pelea, lo que unido a la escasa penetración de las heridas... cabe interpretar como relevante indicio de que el propósito del agresor era lesionar a su oponente".
Es interesante, destacar dos elementos más sobre aquella sentencia. El primero, es que las magistradas que firman la sentencia indican que no había agravante ideológico, porque no había pruebas de que Israel Galve perteneciera a ningún partido de ultraderecha. Sobre este punto es necesario recalcar que en la página web de La Falange aparecía Israel Galve como el responsable de Juventud, pero las firmantes de la sentencia no lo consideraban una prueba suficiente. El otro elemento es quién firma la sentencia, ya que una de las firmantes es Concepción Espejel, por entonces presidenta de la Audiencia Provincial de Guadalajara y ahora ascendida, a propuesta del PP, a vocal del Consejo General del Poder Judicial.
La movilización es la clave
Pues si esto ocurrió ya hace un año, ahora el Tribunal Supremo ha condenado a Israel Galve a 5 años de cárcel por intento de asesinato con agravante ideológico. Su pertenencia a grupos fascistas ha quedado todavía más clara tras esta sentencia, ya que Ricardo Sáenz de Ynestrillas dice en un blog fascista: "Querido camarada Isra: Pronto, el ruido insoportable de la calle y sus turbias estridencias dejarán de ser un estorbo para ti. El sistema te encarcela porque no quieren tu sangre joven, hirviente y combativa, en las calles de nuestra España moribunda... Y este día 8 te adentrarás en un túnel de corrupción y decadencia reflejo exacto de la nación que padecemos". Igualmente La Falange en un comunicado reitera su militancia: "Lo verdaderamente importante es que Israel Galve, el Jefe de Juventudes de La Falange (FE) en Guadalajara, ha dado en todo momento un ejemplo de compromiso y militancia ejemplar. Y todo a pesar de que ha sobrevivido una persecución mediática y política en su ciudad, con lo que nos ha dejado clara su fuerza".
Es lamentable que esta sentencia se produzca casi 5 años después de que apuñalara al joven y que finalmente sean sólo 5 y no 7 como solicitó en su día el fiscal y la acusación particular. De todas formas la clave para que ahora este elemento esté en prisión fue la movilización masiva de los jóvenes de Guadalajara. Esto es una gran lección para los acontecimientos que continúan ocurriendo día a día en el Estado español. Sólo con la movilización masiva de los jóvenes y los trabajadores podremos acabar con las bandas fascistas.