Tras las jornadas del 9 y 10 de noviembre, organizemos la huelga indefinida a partir del 16

El martes 9 y miércoles 10 de noviembre CCOO y UGT se vieron obligados a convocar dos jornadas de huelga en el sector del metal en la provincia de Cádiz, debido al enquistamiento de las negociaciones con la patronal por el nuevo convenio, ya que el anterior expiró en diciembre de 2020.

La crisis económica, la precariedad y la pobreza está golpeando duramente a la clase trabajadora. Mientras los ricos siguen aumentando sus fortunas, para la mayor parte de la población se hace imposible asumir el aumento del coste de la vida como la subida del precio de la luz, de la alimentación, los combustibles, etc.

Esto es lo que explica el seguimiento masivo de la huelga contra una patronal que quiere continuar el camino impuesto en los últimos convenios sectoriales en la provincia de Cádiz. Es decir, seguir empeorando las condiciones salariales y laborales de los trabajadores y trabajadoras del metal, congelando los salarios y negándose a actualizarlos en base al IPC real, eliminando una paga extra para 2021 y 2022, aumentando la jornada laboral o condicionando la aplicación del Plus Penoso Tóxico Peligroso al contrato laboral (fijo o temporal) y no a la actividad que desarrollan.

Ante este nuevo ataque por parte de los empresarios del metal, las y los trabajadores de las diferentes industrias que forman el sector, como la aeronáutica, la naval, petroquímica, etc, han secundado masivamente las dos jornadas de huelga que CCOO y UGT se han visto obligados a convocar fruto de la rabia y descontento que existe entre las plantillas, que llevan años soportando la precarización y las consecuencias de los últimos convenios firmados por estas organizaciones sindicales.

Seguimiento masivo de la huelga

El martes 9, desde la madrugada, la jornada de huelga arrancaba con cientos de trabajadores en los piquetes informativos en los principales centros de trabajo tanto de la Bahía de Cádiz como del Campo de Gibraltar, donde se concentra la mayor parte de la industria de la provincia. El paro fue secundado por el 95% de los trabajadores y trabajadoras de empresas principales y auxiliares, paralizando por completo la actividad en empresas fundamentales como Navantia, Airbus, Alestis, Acerinox, Dragados Offshore y las subcontratas que trabajan para estas.

Además, la paralización de la actividad se mantuvo durante todo el día, dejando claro que sin la clase trabajadora no se puede producir absolutamente nada y, también, que tenemos fuerza de sobra si nos organizamos para defender nuestros derechos.

El miércoles 10, las primeras horas se desarrollaron en la misma línea. La huelga volvió a ser rotunda en cuanto al seguimiento y la producción continuó completamente paralizada en todos los centros fundamentales. A las 10h de la mañana las y los trabajadores que habían nutrido durante las primeras horas los piquetes informativos, se agruparon frente a las puertas de los astilleros de Cádiz para salir en manifestación hasta la FEMCA, la sede de la patronal del metal en la provincia. Más de 4.000 personas se movilizaron parando las principales vías de la ciudad. Y lo mismo ocurrió en Algeciras, con otras 2.000 personas participando en la movilización.

Estas dos jornadas han mostrado el tremendo potencial que existe para doblegar las intenciones de la patronal de empeorar las condiciones del convenio, e incluso se podría recuperar lo perdido en los dos últimos convenios. Pero para lograrlo hace falta continuar con un plan de lucha ascendente y con asambleas en cada centro de trabajo para que seamos los propios trabajadores los que decidamos nuestras reivindicaciones de cara al convenio y los siguientes pasos para hacer avanzar este conflicto.

Hay que continuar la lucha hasta conseguir un convenio justo

El día 16 está convocada el inicio de una huelga general indefinida por parte de CCOO y UGT, a la que se ha sumado también la CGT. Sería un tremendo error que los dirigentes de los dos sindicatos mayoritarios cedieran al chantaje de la patronal y suspendieran o desconvocaran esta huelga como símbolo de buena fe para seguir negociando.

La patronal nunca ha cedido en sus intenciones por las buenas, sus intereses y los de la clase trabajadora están completamente enfrentados. Si la huelga indefinida se suspendiera o se desconvocara, eso nos quitaría toda nuestra fuerza para presionar en la negociación. La única arma que tenemos los trabajadores para hacer retroceder a los empresarios en sus planes es la paralización de la producción y la presión en las calles, ganándonos también la solidaridad del conjunto de la población.

Por ello, desde Sindicalistas de Izquierdas e Izquierda Revolucionaria hacemos un llamamiento a mantener, participar y organizar la huelga indefinida que comienza el día 16. Pero, además de asegurar un seguimiento masivo, es imprescindible que seamos los propios trabajadores y trabajadoras del sector los que tomemos en nuestras manos las riendas de esta lucha y de la negociación del convenio.

Los dos últimos convenios fueron muy negativos para nosotros y nosotras. No queremos que, de nuevo, los dirigentes de CCOO y UGT firmen a nuestras espaldas un convenio regresivo. Por eso es necesario convocar asambleas en cada centro de trabajo, como la que se va a celebrar el lunes 15 a las 6 h en los tornos de Navantia San Fernando, para decidir entre todos y todas cada nuevo paso en la lucha por el convenio.

¡Todos y todas a la huelga indefinida en el metal a partir del 16 de noviembre!

¡Tenemos fuerza para lograr un convenio digno!

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