¡Si el capitalismo mata el planeta, hay que acabar con el capitalismo!
La catástrofe ecológica no se detiene. Los pavorosos incendios que arrasan Grecia, Turquía, Túnez o el norte de California, el deshielo de Groenlandia, las lluvias torrenciales en China o las inundaciones en Alemania y Bélgica no son plagas divinas. Son el resultado directo de la actuación destructiva del modo de producción capitalista...