150.000 jóvenes llenan las manifestaciones de Libres y Combativas

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Qué inspiración, qué fuerza y qué determinación en este 8 de marzo de 2023. A pesar de la bestial campaña de la derecha mediática, a pesar de los ladridos del PP y de Vox, a pesar de las lamentables y constantes capitulaciones del PSOE, el feminismo combativo y de clase ha vivido nuevamente una jornada histórica. Millones de mujeres hemos participado en cientos de manifestaciones que han recorrido toda la geografía del Estado, y lo hemos hecho denunciando activamente a la justicia patriarcal, machista y fascista, a la derecha y la ultraderecha negacionista de la violencia de género, y a ese partido que se esconde tras las siglas de socialista pero cuyas dirigentes, como Carmen Calvo, defienden un programa tránsfobo y homófobo que no tiene nada en común con el feminismo que pelea todos los días por los derechos de la mujer trabajadora y de todas las oprimidas.

Un 8M muy importante también por el papel que ha jugado la juventud. La huelga estudiantil feminista organizada por Libres y Combativas, el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria fue un éxito sin paliativos: además de vaciar las aulas, con más de un millón de estudiantes haciendo huelga, lo más destacado fueron esas 150.000 mujeres jóvenes que llenaron a la mañana las más de 30 manifestaciones que organizamos, y que se desarrollaron en un ambiente atronador, combativo y entusiasta.

No hay duda de que la rabia salía a borbotones por miles de gargantas, pero también había una sensación de felicidad colectiva por ser tantas y tan fuertes: “Aquí estamos las feministas”, “Feminismo no es transfobia”, “Si no digo sí también es violación”, “Basta ya de justicia patriarcal”, “Nos matan nos violan y aquí no pasa nada”, “Nos quieres sumisas nos tienen combativas”, “Justicia y capital alianza criminal”, “Somos el grito de las que ya no están”, “Tranquila hermana aquí está tu manada”… estas han sido algunas de las consignas más coreadas.

Y las cifras dejan claro que la lucha feminista revolucionaria ha sintonizado en la conciencia de la juventud. Barcelona ha acogido una manifestación multitudinaria: más de 75.000 jóvenes abarrotando las arterias principales de la capital catalana con una garra desbordante, a la que se suman miles más en Tarragona, Lleida y Girona. En Madrid hemos sido 30.000 llenando la puerta del Sol y colapsando la Gran Vía hasta el Ministerio de Justicia, donde Coral Latorre, portavoz de Libres y Combativas y del Sindicato de Estudiantes ha pronunciado un mitin eléctrico ante decenas de miles de compañeras sentadas. La misma fuerza se ha expresado en otros territorios: más de 10.000 en las calles de Bilbo, Donosti, Gasteiz e Iruñea, más de 10.000 entre Valencia, Elche, Alacant y Castellò, más de 8.000 en Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz, Jaén, Almería, Huelva y Córdoba, cerca de 4.000 entre Oviedo y Gijón, y miles más en A Coruña, Ferrol, Vigo y otras muchas localidades.

Un enorme éxito que demuestra muchas cosas. En primer lugar, que la juventud y las estudiantes no daremos un paso atrás en la lucha contra la violencia machista, la justicia patriarcal y su sistema. Estamos hartas y furiosas. Nos siguen matando y violando y aquí no cambia nada. Diciembre de 2022 será recordado por ser el mes con mayor número de asesinatos desde 2003, pero este año ha empezado aún peor. Enero ya ha sido uno de los meses con más crímenes machistas de los últimos 20 años, las violaciones continúan disparadas, y todos los días nos despertamos con noticias de secuestros, agresiones, abusos a menores y asesinadas.

Y en segundo lugar, tal como ha señalado Coral Latorre en su intervención, los culpables del terrorismo machista no son solo quienes nos agreden:

“Esta lacra social está permitida y amparada por un aparato del Estado y una justicia fascista que nos ha declarado la guerra, como ahora vemos con la ofensiva reaccionaria contra la ley del Sólo Sí es Sí.

Pero no nos engañan. Este ataque furibundo de los jueces, el PP, Vox y sus medios de comunicación no es sólo contra una ley, es contra el movimiento feminista en su conjunto. Nuestros enemigos de clase no pueden consentir que gracias a la lucha hayamos hecho realidad una de las reivindicaciones más sentidas por millones de mujeres y que hayamos avanzado en derechos. Por eso, ahora estos reaccionarios quieren vengarse de nosotras.

Sin embargo, parece ser que esto al PSOE le da igual y vuelven a arrodillarse ante la reacción política y mediática. Lo que pasó ayer es muy grave. El PSOE, junto al PP, votó en el Congreso a favor de modificar la ley del Sólo Sí es Sí y eliminar el consentimiento libre como elemento fundamental para entender una agresión sexual. Esto, en la práctica, es volver a recuperar la distinción entre ‘abuso’ y ‘agresión’. Es decir, volver a culparnos a nosotras, volver a preguntarnos si nos resistimos mucho o poco o si cerramos bien las piernas.

Es una vergüenza y lo decimos claramente: esto no tiene nada de feminista. El mismo PSOE que comparte argumentos con Vox y Hazte Oir respecto a los derechos trans, el mismo PSOE que se dice “abolicionista” pero en todos los años que ha gobernado no ha tocado ni un poco ni a los puteros ni el negocio de los proxenetas, ni ha hecho nada para poner fin a la esclavitud sexual. Esto no es feminismo.

Desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes tenemos muy claro que la lucha es el único camino. Nos quieren aplastadas y desmoralizadas, quieren que pensemos que da igual lo que nos esforcemos, que no importa lo alto que gritemos, que no vamos a conseguir terminar con el machismo y nuestra opresión de clase.

¡Pero no es cierto! Por eso les asusta tanto el 8 de marzo. Porque cuando millones salimos a decir ¡ni una menos! demostramos que somos muchas, que somos más y que estamos dispuestas a darlo todo hasta conseguir una sociedad distinta, verdaderamente igualitaria y justa.

Las estudiantes feministas, antifascistas y revolucionarias por supuesto que queremos que las leyes sean lo más progresistas posibles. Pero lo que de verdad queremos son medidas reales y efectivas para transformar nuestras vidas. Queremos una asignatura de educación sexual para educar en el respeto, la diversidad y la igualdad. Queremos recursos económicos para proteger de verdad a las víctimas de la violencia machista. Queremos poner fin al poder medieval que sigue teniendo la Iglesia Católica en este país. Queremos que se depure de una vez por todos a los fascistas de la judicatura, la policía y el Estado.

Todo esto es posible. No es una utopía. Pero para conseguirlo hay que declararle la guerra al sistema capitalista. El capitalismo y el patriarcado van de la mano. Por eso tenemos que organizarnos no sólo el 8M, los 365 días del año.”

Por las que ya no están, por las que están por venir y por las que no nos resignamos. En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora lo tenemos más claro que nunca: el futuro es de las que luchamos para cambiarlo todo. ¡Adelante!

¡Únete a Libres y Combativas, fortalece el feminismo revolucionario y anticapitalista!

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