El 4 y 5 de febrero se reunió el Comité Central de Izquierda Revolucionaria con la participación de 60 compañeras y compañeros del Estado español e invitados del Comité por una Internacional de Trabajadores (CIT/CWI). La reunión reflejó los avances de nuestra organización en el último año, especialmente entre el movimiento estudiantil y una amplia capa de delegados sindicales. En las huelgas organizadas por el Sindicato de Estudiantes los pasados meses de octubre y noviembre, los jóvenes de Izquierda Revolucionaria han jugado un papel destacado, así como en numerosos conflictos obreros y sociales, desde la Marea Blanca en Andalucía, apoyando luchas como la de Bomberos de Málaga, contra la privatización del servicio de dependencia en Villaverde del Río, impulsando la coordinadora de trabajadores del metal en Cádiz, y la batalla en defensa de un sindicalismo combativo, de clase, democrático y asambleario a través de GanemosCCOO.
Pero el punto estrella de nuestro Comité Central fue, sin duda, el proceso de unificación de nuestra organización con los camaradas del CIT, la Internacional marxista que cuenta con más de 35 secciones en todos los continentes y que ha jugado un papel muy destacado en las luchas contra Trump en EEUU, en Gran Bretaña apoyando con una política revolucionaria a Jeremy Corbyn, o en Irlanda encabezando la gran desobediencia civil contra las tasas al consumo de agua impuesta por la Troika.
La reunión comenzó con una introducción sobre las perspectivas de la lucha de clases mundial, a cargo de Peter Taaffe, secretario general del Socialist Party en Inglaterra y Gales. El compañero Peter abordó un extenso análisis sobre los efectos de la presidencia de Donald Trump en la economía mundial, en las relaciones internacionales, o en el impulso de la polarización política y social en los EEUU y sus consecuencias para la construcción de una fuerte organización de los trabajadores y la juventud. Nuestros camaradas estadounidenses de Socialist Alternative se han situado en la vanguardia de esta batalla, tanto en la gran huelga estudiantil en institutos y universidades del pasado 20 de enero, las marchas masivas en ciudades como Seattle, Boston, Chicago, New York y muchas más, y la gran movilización de las mujeres del 21 de enero. Socialist Alternative se ha extendido a decenas de ciudades y se ha convertido en una referencia política para miles de activistas. La figura de Kshama Sawant, concejala en el ayuntamiento de Seattle por Socialist Alternative, está alcanzando una gran proyección pública como una de las dirigentes más consecuentes y audaces de la izquierda norteamericana.
Peter también abordó los procesos en Europa, tanto el avance de las formaciones de la derecha y extrema derecha populista, como los nuevos fenómenos y partidos de la izquierda surgidos al calor de la lucha de masas y la crisis de la socialdemocracia tradicional. La guerra en Siria y los acontecimientos en Oriente Medio fueron tratados extensamente, así como la pugna interimperialista por la supremacía mundial.
Posteriormente a la intervención de Peter Taaffe, hubo una introducción sobre las perspectivas políticas para el Estado español por parte de Juan Ignacio Ramos, secretario general de Izquierda Revolucionaria. La pugna en el PSOE y en Podemos como reflejó de las presiones de clases antagónicas fue el eje de la exposición, así como la crisis de gobernabilidad del régimen capitalista español y las tareas de los marxistas en el movimiento obrero y juvenil.
En el debate numerosos compañeros y compañeras tomaron la palabra sobre diferentes aspectos, como la defensa de un programa internacionalista y de clase en la cuestión nacional y la situación del movimiento obrero. Junto a la discusión de perspectivas políticas, se realizó una amplia sesión sobre la intervención de Izquierda Revolucionaria en la lucha de clases, los avances que hemos cosechado en este último año con un importante crecimiento y extensión de nuestras fuerzas, y las tareas inmediatas para nuestra organización. En estos momentos Izquierda Revolucionaria está presente en los siguientes territorios: Vigo, A Coruña, Santiago, Ferrol, Oviedo, Gijón, Avilés, Gasteiz, Bilbo, Donostia, Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, Almería, Granada, Málaga, Sevilla, Cádiz, Huelva, Guadalajara, Toledo, Madrid… y pronto estaremos en Canarias, Murcia, Baleares, Girona y más zonas.
Como hemos señalado, la participación de una delegación del CIT con compañeros del Socialist Party y de Socialismo Revolucionario (Portugal y Estado español) fue una maravillosa noticia. Los pasos que hemos dado desde el mes de septiembre profundizando en la colaboración política de ambas organizaciones, ha demostrado una gran unidad en aspectos principistas, metodológicos, tácticos, en nuestra forma de aproximarnos a la lucha de clases y construir las fuerzas del marxismo revolucionario. La unificación representa un paso trascendental para nuestra organización y no es ajeno a la nueva fase de la lucha de clases mundial.
La reunión de nuestro Comité Central concluyó en un ambiente de confianza y optimismo. Somos muy conscientes de que la construcción de Izquierda Revolucionaria, su extensión y fortalecimiento, es la tarea central a la que nos enfrentamos. En estos momentos se dan las mejores condiciones para explicar nuestras ideas a cientos de activistas del movimiento estudiantil con los que estamos en contacto, pero también a numerosos delegados y cuadros obreros con los que trabajamos estrechamente. Capas amplias del movimiento obrero y, sobre todo de la juventud, se han radicalizado a la izquierda de manera sensible y están abiertas a escuchar lo que el marxismo revolucionario tiene que decir. Este es un cambio notable respecto al periodo anterior, y los acontecimientos internacionales van a favorecer esta dinámica. Dicho esto, tampoco cerramos los ojos a los prejuicios que la pequeña burguesía ilustrada, aupada a la dirección de las nuevas formaciones de la izquierda reformista, extiende contra la idea de que un partido revolucionario sea necesario. Estas ideas perniciosas se alimentan además de la degeneración monstruosa de la socialdemocracia y la burocracia sindical. Las dificultades de esta naturaleza no van a desaparecer, convivirán con nosotros, pero la clave es desterrar cualquier visión fatalista, mantenernos firmes en la defensa del programa, utilizar tácticas flexibles y no perder ninguna oportunidad para avanzar.