El martes 30 de noviembre, el compañero Alí Quero, dirigente estudiantil de la Universidad de los Andes (Mérida), dio dos charlas públicas, primero en la Universidad de Vigo y por la tarde en la de Santiago de Compostela. En total casi medio centenar de jóvenes pudieron conocer de primera mano la realidad del proceso revolucionario que recorre Venezuela y despejar sus dudas sobre la supuesta falta de democracia en el país y otras mentiras. Este punto, el de combatir la intensísima campaña de falacias que la prensa burguesa vierte sobre el proceso y el Gobierno venezolano, fue el punto de arranque en ambas charlas.
El compañero Alí rebatió con datos y cifras, mentiras tales como la de supuestas restricciones a la libertad de prensa, o la de cooperación del Gobierno venezolano con ETA o las FARC. Los avances sociales logrados en el país, el despertar a la vida política de millones de obreros y sectores populares venezolanos, es realmente lo que atemoriza a la burguesía internacional y el motivo de su odio hacia el proceso revolucionario, que ellos personifican en la figura del presidente Chávez. Por supuesto, los enormes intereses de la burguesía española en Latinoamérica son otro de los motivos que explican su furiosa campaña. De forma compañera, algunos de los asistentes preguntaron a Alí sobre la veracidad o no de estas acusaciones. La respuesta del compañero dejó muy satisfecho a los asistentes.
Alí Quero, expuso también los avances sociales tan notables logrados estos años al calor de la revolución, tales como la drástica reducción de la pobreza, el vertiginoso aumento del número de universitarios, la erradicación del analfabetismo, el acceso a la asistencia sanitaria para 25 millones de venezolanos que carecían de ella, las misiones alimentarias, etc. También explicó los problemas a los que aún se enfrentan las masas, tales como el déficit habitacional, la inseguridad o la informalidad en el empleo.
El compañero explicó de forma didáctica, cómo la solución de estos problemas sólo puede venir de la mano de la conclusión de la revolución, sobre la base de la expropiación de la burguesía y la sustitución del Estado burgués por un Estado obrero, a través de la generalización de los elementos de poder obrero y popular que existen de forma embrionaria, tales como los
Consejos de trabajadores y los Consejos comunales.
Los asistentes al acto, quienes quedaron muy satisfechos y aportaron dinero para la colecta realizada al finalizar el mismo, pudieron observar la necesidad de aplicar ese mismo programa revolucionario al Estado español, donde el capitalismo en los próximos lustros sólo significará la destrucción del "estado del bienestar", paro masivo y una drástica caída en las condiciones de vida del conjunto de la clase trabajadora.
