El interés por nuestras publicaciones crece en cada edición, pero sin duda es la figura de León Trotsky la que atrae la atención de cada vez sectores más amplios de los revolucionarios cubanos. Poco a poco su figura y su trayectoria política es cada vez más respetada, estudiada y conocida por aquellos que defienden el socialismo y que buscan una fuente de inspiración para afrontar los retos a los que hoy se enfrenta la revolución cubana.

Trotsky, uno de los protagonistas

En esta edición de la feria León Trotsky ha ocupado un lugar especial. En primer lugar nuestra Fundación presentaba la nueva edición de la gran obra autobiográfica de Trotsky: Mi vida. A pesar de que fue el primer día, solo un par de horas después de que la feria abriera sus puertas al público y que este evento no fue muy publicitado, el acto tuvo una buena asistencia. El debate que se desarrolló fue muy intenso y amplio y numerosos asistentes adquirieron allí mismo un ejemplar del libro.
El segundo día presentamos el libro escrito por el compañero Juan Ignacio Ramos, presidente de la Fundación, Revolución socialista y guerra civil 1931-1936 que despertó un gran interés entre el público asistente, agotándose durante la feria todos los ejemplares con los que contábamos.
Fue también muy sintomático del interés por Trotsky en la Isla la presentación del libro del escritor cubano Leonardo Padura El hombre que amaba a los perros, obra que trata sobre la vida de Trotsky y su asesino Ramón Mercader. La asistencia sobrepasó con creces todas las previsiones: entre 800 y 900 personas abarrotaron la sala donde se desarrolló la presentación y sus aledaños.
Es cierto que el libro en sí tiene algunas lagunas importantes, sobre todo al tratar la lucha política de Trotsky contra Stalin fundamentalmente como si esta fuera de carácter personal, relegando a un segundo plano el punto central, la lucha entre la burocracia, encabezada por Stalin, que pugnaba por afianzarse en el poder y consolidar sus privilegios y la clase obrera con su vanguardia al frente que se resistía a la degeneración del estado soviético y que tenía en Trotsky su más firme pilar político. Pero el hecho de que un escritor cubano de renombre abordara el tema de Trotsky en uno de sus libros, que además lo hiciera dando claras muestras de simpatía hacia su figura; también que su publicación en la isla fuera aplazada en un par de ocasiones y que la televisión cubana confirmara su presentación en la edición de este año de la feria, sirvieron para que la expectación fuera máxima y desbordara todas las previsiones.

China y las reformas, en continuo debate

La Feria se celebró en un contexto muy especial, ante la inminente celebración del congreso del PCC donde la discusión sobre los llamados “nuevos lineamientos económicos”, va a ser el centro de las sesiones clave. La Isla es un hervidero de discusión entre amplias capas de activistas y la feria y la actividad desarrollada en nuestra librería han dado fe de ello.
Hemos podido intercambiar opiniones con cientos de cubanos y también del resto de Latinoamérica sobre la crisis del capitalismo mundial, las luchas que están recorriendo toda Europa, la ola revolucionaria que recorre el mundo árabe, el estadio actual en el que se encuentra la revolución en Latinoamérica y por supuesto las medidas que el gobierno capitaneado por Raúl Castro está implementando y sus efectos para el futuro de la revolución cubana.
En ese contexto y como parte central de las discusiones, surgía continuamente el tema de China. En estos momentos gran parte de los economistas cubanos, por lo menos los que hoy se dejan oír con más fuerza, presentan al gigante asiático como un auténtico milagro económico, como una nueva forma de aplicar el socialismo, a la que han bautizado (siguiendo a la burocracia china) con el nombre de “socialismo de mercado” y de una forma más o menos clara concluyen que ese es el camino que debería tomarse de forma inequívoca en Cuba.
Esta cuestión centró una parte importante de las conversaciones que teníamos con todos aquellos que visitaron nuestro stand. Como una forma de incitar el debate colocamos en nuestra librería un cartel con algunos de los datos que se encuentran detrás de las cifras de crecimiento del PIB y que reflejan más claramente la realidad para la mayoría de la población en China; número de parados, de muertos en accidentes laborales, el muy desigual reparto de la riqueza, etc.
Esta iniciativa provocó que la afluencia de personas aumentara, las discusiones fueran más numerosas y que el documento de nuestra revista Marxismo Hoy dedicado a China se agotara rápidamente. La mayoría de los compañeros con los que hablábamos coincidía con nosotros, en primer lugar en que no exista algo como “socialismo de mercado”, en China hay capitalismo puro y duro y esto es lo que está detrás de las condiciones infrahumanas en las que cientos de millones de personas viven en ese país mientras un puñado amasa enormes fortunas a costa de su sudor y sus vidas.
Un año más la experiencia de nuestra participación en la feria del libro de La Habana ha sido muy gratificante. Hemos agotado prácticamente todo el material que llevamos a la isla y hemos vuelto a constatar el interés por las ideas de Lenin y Trotsky, así como por la idea de una Federación Socialista de América Latina, consigna que un año más presidió nuestro stand.

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