El objetivo del artículo es evidente: agitar su base de apoyo reaccionaria y, sobre todo, criminalizar a aquellos agrupamientos políticos de izquierdas que defienden las propuestas de lucha más consecuentes para hacer frente a los salvajes ataques que el PP está emprendiendo contra la clase trabajadora y la juventud. Con el fin de poder encuadrarnos como parte de una “banda criminal”, tal como el propio artículo señala respecto al objetivo de la reforma del Código Penal que el gobierno está poniendo en marcha, La Razón no tiene inconveniente en identificarnos como un grupúsculo dedicado a divulgar de “dónde obtener botellas o piedras para lanzar a los agentes”. Nuestra web, elmilitante.net, se pone como ejemplo, junto a anticapitalistas.org, de los peligros de internet, que se ha convertido en “el refugio de los violentos” y desde donde constantemente se convocan “algaradas”.
A pesar de las calumnias de La Razón, los marxistas de El Militante no defendemos ni promovemos ningún tipo de guerrilla urbana ni concentraciones violentas, fundamentalmente porque este tipo de acciones no sirven para derrotar la política de austeridad dictada por los gobiernos que se pliegan a los intereses de los grandes poderes capitalistas, ni los salvajes ataques contra la sanidad y la educación pública y contra los derechos laborales y democráticos que el PP está lanzando y de los que por supuesto el diario “La Razón” es un firme defensor, a pesar de la enorme violencia que suponen contra la mayoría de la población. No es ninguna casualidad que la derecha y sus medios de comunicación —valedores de la dictadura franquista o de las intervenciones imperialistas que masacran pueblos y países— traten de criminalizar las protestas sociales, presentándolas como actos vandálicos, violentos y minoritarios. Pero su estrategia no acaba ahí: los gobiernos de la derecha tienen una larga tradición de infiltrar continuamente a “violentos” entrenados en las comisarías para justificar la represión de manifestaciones completamente pacíficas (en Barcelona lo hemos visto recientemente en repetidas ocasiones, la última de ellas en la manifestación de la huelga general del 29-M).
No, los trabajadores y jóvenes que participamos en la Corriente Marxista El Militante defendemos la movilización organizada, consciente y masiva de la clase obrera y de la juventud, totalmente alejada de los métodos violentos que la burguesía y su aparato represivo siempre pretende endilgarnos; la fuerza de los trabajadores reside en su papel social, en su conciencia, en ser la única clase que realmente produce riqueza y por lo tanto que es capaz de organizar la sociedad sobre bases diferentes. Desde El Militante nos oponemos tajantemente que toda la riqueza social generada con el sudor de la inmensa mayoría de la población se sacrifique para salvar los intereses de una minoría parasitaria de ricos; defendemos que la sociedad puede funcionar muy bien sin banqueros ni grandes monopolios empresariales, que son precisamente los culpables de la crisis. Defendemos que los dirigentes sindicales deben dar continuidad a la huelga general del 29-M, con una huelga de 48 horas, y abandonar la política de pactos con la patronal que sólo sirven para envalentonarla. Defendemos que, con un plan de lucha ascendente, masivo, bien organizado y con un alternativa socialista a la crisis del capitalismo, podemos hacer frente a los ataques del PP. Esas son las ideas que sacan de quicio a los señores de La Razón y por eso nos atacan.
Una amenaza que debe ser contestada por toda la izquierda
Los capitalistas y la derecha se están preparando para un aumento de la conflictividad social. Son conscientes de que sus salvajes medidas antisociales van a tener una contestación cada vez más amplia. Esta vez ha sido contra El Militante o IA, como ayer lo fue contra el Sindicato de Estudiantes, al que La Razón continuamente ha vinculado al terrorismo, y mañana lo será contra cualquier organización política o sindical que se atreva a cuestionar los privilegios de una minoría de ricos que está abocando a toda la sociedad a una verdadera catástrofe. De hecho, los sindicatos ya están en su punto de mira, y las exigencias de una nueva ley de huelga suenan cada vez con más fuerza.
Los ataques de La Razón no son una anécdota marginal, son parte de una campaña de criminalización más amplia que el gobierno del PP está poniendo en marcha y que cuenta con respaldo de los banqueros y de los grandes empresarios. Cada vez les estorban más los derechos democráticos conquistados por los trabajadores y la juventud en la lucha contra el franquismo, como la libertad de manifestación, de reunión, de huelga y de expresión. Pero a pesar de sus calumnias, de sus difamaciones y de sus provocaciones, no evitarán que crezca, día a día, la justa rebelión de la mayoría contra un sistema injusto y reaccionario.
¡No a la criminalización de la izquierda!
¡No a los recortes sociales!
¡No a la dictadura de los banqueros!
¡Por la libertad de expresión!
¡Por la defensa de todos los derechos democráticos arrancados durante la lucha de los trabajadores y de la juventud contra la dictadura franquista!
Enlace al artículo de La Razón