La LOMCE, tal como señaló Tohil, hay que situarla en el contexto de la ofensiva del PP y de la patronal contra los derechos y las condiciones de vida de la mayoría de la población, y la reacción contra ella de cientos de miles de jóvenes estudiantes y profesores como parte de una lucha más amplia contra la privatización de la sanidad, con la marea blanca, contra los desahucios y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, y contra los despidos masivos en cientos de empresas.
Con respecto a las nacionalidades históricas Tohil explicó que la LOMCE ataca con saña los derechos democráticos y en particular al euskera, el catalán y el gallego. En ese sentido señaló que el PNV también está en plena sintonía con la política de recortes del PP al plantear un 10% menos para el presupuesto educativo, lo que significan 410 millones detraídos de la red pública, mientras potencian a la patronal de la enseñanza privada. Por eso señaló que el pasado día 9 de mayo la mayoría sindical vasca debería haberse sumado a la huelga general educativa, ya que la LOMCE afectará y mucho a Euskal Herria.
Tohil también hizo hincapié en la debilidad del gobierno del PP y explicó la necesidad de que las direcciones sindicales de UGT y CCOO abandonen su rumbo actual, su política de pactos con el PP y la patronal, y defiendan una alternativa clara: una huelga general unitaria para poner punto y final a esta pesadilla, y exigir la dimisión de este gobierno de los ricos, los banqueros y los corruptos, Tanto Tohil, como Juan Ignacio y Eloy insistieron en que hay que romper con la política de paz social, porque la clase dominante no está dispuesta a hacer ninguna concesión si no es obligada por la presión en la calle. Desde el Sindicato de Estudiantes-Ikasle Sindikatua y El Militante, se dejo claro nuestro apoyo a la convocatoria de huelga general que ELA y LAB han hecho en Euskal Herria para el 30 de mayo insistiendo en la necesidad de que ésta sea unitaria, y por tanto de que UGT y CCOO rectifiquen su posición de oponerse a ella, la apoyen y la extiendan con un calendario de lucha al conjunto del Estado. Una huelga que debe ir acompañada de una genuina alternativa socialista para los trabajadores y los jóvenes, que rompa con las políticas precapitalistas, que exija la nacionalización de la banca bajo el control democrático de los trabajadores y la retirada de todas las contrarreformas y los recortes.