El pasado 20 de junio los trabajadores del Hospital Severo Ochoa de Leganés volvían a concentrarse ante sus puertas para continuar la lucha ante la nueva escalada represiva planteada por el Gerente del centro y avalada desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Una lucha ejemplar por la dignidad de los trabajadores y los servicios públicos, frontalmente atacados por el Gobierno regional y que acaban de obtener una victoria con el sobreseimiento del llamado Caso Leganés, pero que continuará para restituir la dignidad del hospital y para readmitir a los trabajadores cesados: cinco jefes de servicios, tres supervisores y once médicos del equipo de Luis Montes. Como explicaba éste en El País: "La crisis ha dejado muy en entredicho su gestión [de Lamela]. Las sedaciones irregulares del Severo Ochoa han sido una cortina de humo para no hablar de la gestión semiprivada de los nuevos ocho hospitales de Madrid. A la semana de surgir la crisis, anunció los contratos de cogestión privada en los nuevos hospitales".
La principal arma con que amenazan a los trabajadores es ahora la represión antisindical más feroz y rastrera. Intentan desactivar la lucha amenazando con traslados a centros alejados lo más posible de sus domicilios a los trabajadores que se movilicen. Como nos relataba un compañero de la Junta de Personal por CCOO: "nos amenazan con traslados de hasta cientos de kilómetros de nuestro domicilio". Aunque las concentraciones de los miércoles a las 12 fueron aprobadas en referéndum por la plantilla, la gerencia del Hospital "argumenta" que tras celebrarse nuevas elecciones sindicales (en las que CCOO perdió representación y la presidencia de la Junta de Personal) esa decisión ha quedado anulada. Están utilizando incluso al sindicato amarillo CSIT contra los sindicatos de clase CCOO y UGT que continúan apoyando las reivindicaciones de los trabajadores. Pero los trabajadores cuentan con un arma más poderosa: el apoyo de la clase trabajadora de Leganés y de todo Madrid, como se demostró en el concierto de solidaridad celebrado el pasado 11 de mayo, con más de 10.000 asistentes.

Sobreseimiento de la denuncia

Este clima de represión desesperada se ha encontrado con que, en el plano judicial, la denuncia penal sobre presuntos homicidios contra el personal de Urgencias ha sido sobreseída. Ha quedado en evidencia la rastrera estrategia del PP contra la sanidad pública y su cabeza visible, Manuel Lamela, debería dimitir inmediatamente, al igual que el director de recursos humanos del hospital, Armando Resinos, por su política represiva hasta el extremo contra los trabajadores.
Ha sido una gran victoria de la larga y obstinada lucha de los trabajadores del Severo Ochoa y de toda la sanidad pública madrileña, que junto a la población de Leganés, han respondido con la movilización durante los 28 meses de hostigamiento a nuestro hospital. Movilización que continuará semanalmente a partir del 5 de septiembre para exigir la readmisión de los trabajadores cesados a raíz de este caso. Ahí tendremos que dar un paso más en la lucha por la dignificación de la sanidad pública, no bajando la guardia ante una derecha envalentonada por la mayoría absoluta y que sigue la estrategia del capitalismo de convertir en negocios los derechos y servicios públicos.


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