Las movilizaciones de la Diada de este año han vuelto a demostrar la potencia del movimiento de liberación nacional en Catalunya. Por la mañana decenas de miles participaron en los distintos actos reivindicativos. Y por la tarde cientos de miles nutrieron las cuatro columnas de una nueva manifestación masiva del ANC. Otros miles, con un peso destacado de la juventud, participaron en las movilizaciones de la Izquierda Independentista.
Pese a Junts y ERC, la correlación de fuerzas sigue siendo favorable
La movilización del pueblo de Catalunya para ejercer su derecho a la autodeterminación no tiene comparación en toda Europa, con gigantescas manifestaciones que han llenado las calles año tras año. Pese a que los grandes medios de comunicación, y especialmente los de la derecha españolista, han dedicado portadas y titulares a dar por muerta la lucha de masas por la independencia en Catalunya, la realidad lo ha desmentido.
Pese a las posiciones autonomistas de Junts y ERC y su renuncia a continuar la lucha por la independencia, la república catalana sigue teniendo un apoyo de masas. Los dirigentes de Junts y ERC han dado la espalda a la formidable movilización popular del 1 de octubre de 2017, en que millones votamos masivamente por la república catalana, y que durante más de una década ha llenado las calles masivamente por la autodeterminación y contra la represión a los derechos democrático-nacionales. Al mismo tiempo, las políticas capitalistas que han aplicado al frente o desde del Govern de la Generalitat han chocado con las profundas aspiraciones de cambio social que cientos de miles de familias trabajadoras y capas medias vinculamos con la lucha por la independencia. Está claro que estos dirigentes, vinculados históricamente a la burguesía catalana y a la derecha catalanista, o parte de una socialdemocracia republicana acomodada en el sistema, sólo pueden sembrar desmoralización y por tanto una menor participación en las manifestaciones.
Sin embargo, los acontecimientos de los últimos años, especialmente las crisis revolucionarias abiertas con el referéndum del 1-O del 2017 y la respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo del 2019, han marcado la conciencia de generaciones enteras que han roto con el Estado español. Desde Esquerra Revolucionària tenemos muy claro que la correlación de fuerzas sigue siendo favorable para tumbar al odiado régimen capitalista del 78. Ahora bien, para vencer necesitamos una dirección con un programa y una táctica revolucionaria. Solo así podremos asegurar estar la altura de este reto histórico.
El pasado 11 de septiembre miles de gargantas volvieron a gritar “Las calles serán siempre nuestras”, “1 de Octubre, ni olvido ni perdón” e “I- inde -independencia”. Una nueva reafirmación de la gran disposición que existe en la lucha contra la opresión nacional y por la república catalana.
La ANC, la investidura y la lucha por la independencia
A pesar de todo esto, no resulta sorprendente que el planteamiento de la presidenta de la ANC señalando que da igual quien gobierne en Madrid, si Sánchez o Feijóo , no recogiera el apoyo mayoritario que esperaba. Muchos y muchas independentistas combativas, incluidas numerosas bases de la ANC, son conscientes de que un Gobierno PP-Vox sería una enorme amenaza para el movimiento de liberación de Catalunya y el ejecutivo más reaccionario desde la caída de la dictadura franquista. Y eso no significa dar un cheque en blanco al Gobierno de Pedro Sánchez. Al contrario.
Por eso, en un contexto en el que la investidura de Feijóo será un fracaso estrepitoso que resonará en el Congreso también en catalán, aranés, vasco y gallego; y en un contexto en el que la extrema derecha judicial y política se revuelve histérica contra la amnistía –con el ya habitual apoyo de los sectores más reaccionarios del PSOE comandados por Felipe González–, con Aznar haciendo discursos incendiarios golpistas y Sociedad Civil Catalana anunciando una manifestación en Barcelona contra una posible Ley de amnistía, abrir la puerta a una repetición electoral, como hace parte de la dirección de la ANC, no sólo resulta impotente sino que, debemos decirlo honestamente, es un gravísimo error.
El PSOE se situó junto a la derecha españolista para suspender mediante el 155 la autonomía catalana en 2017, lleva años rechazando la amnistía y se ha opuesto siempre incluso a que se hable catalán en el Congreso. Los recientes cambios en sus posicionamientos públicos no sólo tienen que ver con la evidente búsqueda de apoyos para que Sánchez vuelva a ser presidente, sino que son una constatación de la fuerza de masas del independentismo y del fracaso de la vía exclusivamente represiva para frenar al movimiento de liberación nacional. Por supuesto, el PSOE es un pilar del régimen del 78 y el único motivo para investir a Sánchez es evitar la llegada de la extrema derecha al gobierno central. Y nada más.
Una clara mayoría de militantes de la Asamblea ya rechazó el pasado julio adoptar el boicot en las elecciones generales del 23-J defendido desde la dirección nacional. En esas elecciones, muchos y muchas independentistas se abstuvieron, desencantadas, pero otras muchas fueron a votar para frenar a un gobierno del PP y Vox. El pueblo de Catalunya volvió a ser clave para detener electoralmente a la extrema derecha.
La dirección del ANC ha señalado correctamente en numerosas ocasiones las cesiones de los dirigentes de Junts y ERC. Pero el problema es que está crítica requiere de una alternativa de lucha revolucionaria consecuente . Tal y como vimos en 2017, el derecho de autodeterminación solo se llevará a la práctica mediante la lucha y la acción de masas desde abajo, poniendo en cuestión los fundamentos del régimen del 78, y por tanto, al capitalismo tanto en el Estado español como en Cataluña. Confiar en la propia Generalitat, es decir , en la institucionalidad capitalista, o en la UE y el reconocimiento internacional para conseguir la liberación nacional de Cataluña se ha demostrado que es un callejón sin salida.
Esquerra Revolucionària y el Sindicat d’Estudiants en primera línea en la Diada
Los compañeros y compañeras de Esquerra Revolucionària y el Sindicat d’Estudiants hemos participado muy activamente en esta Diada. Este año hemos podido estar presentes en la cabecera de la columna principal de la manifestación de por la tarde, invitados como Sindicat d’Estudiants en representación de la juventud estudiantil catalana, fruto del papel que hemos jugado en la lucha por la República, la autodeterminación y contra la represión todos estos años convocando infinidad de huelgas estudiantiles y masivas manifestaciones.
También hemos estado presentes en las manifestaciones de la Izquierda Independentista, de la CUP, en el acto de Òmnium en Arc de Triomf y con mesas públicas con nuestros materiales en el barrio del Born dando a conocer nuestras ediciones de literatura revolucionaria. En todas estas manifestaciones hemos difundido el nuevo número de nuestro diario Militant, del que hemos vendido centenares de ejemplares, y en el que hemos defendido la necesidad de reconstruir la izquierda independentista y luchar por la república catalana socialista.
Necesitamos una dirección comunista para el movimiento de liberación nacional. Sólo con la movilización masiva en las calles y uniendo la lucha por la independencia y el socialismo podremos vencer. Y es posible hacerlo. Construyendo un partido revolucionario, una organización de combate y lucha. ¡Únete a nosotros para hacerlo!