El acuerdo electoral entre IU y PODEMOS ha desatado un gran entusiasmo entre los trabajadores, la juventud y los activistas de la izquierda. El hecho de que haya sido refrendado por el 98% de los 144.569 simpatizantes de Podemos y por el 87,8% de las bases de Izquierda Unida, es todo un síntoma. La posibilidad de que el 26J la suma de las confluencias, Podemos e IU se alce con un tremendo resultado, supere al PSOE y ponga sobre la mesa la posibilidad de un gobierno de la izquierda que rompa con los recortes y la austeridad, ha desatado la histeria en el PP, en Cs y en el aparato socialdemócrata. Y no es para menos. El giro a la izquierda y la rebelión social de estos años puede culminar en un resultado electoral que ponga las cosas muy difíciles a la oligarquía financiera, a los capitalistas de dentro y fuera de nuestras fronteras, y de un tremendo impulso a la movilización social. La izquierda que lucha, unida y movilizada puede dar un paso delante de gigante. ¡A por ellos!
Estamos sin duda ante un avance político en el frente electoral, que responde aún con más fidelidad a la voluntad de cambio expresada en los anteriores comicios y en las calles, donde día a día, la clase obrera y la juventud se enfrentan a los despidos, los desahucios e incluso la cárcel por defender los derechos y los servicios públicos. Sí, existe la oportunidad de revertir las leyes antiobreras del PP, de luchar en los parlamentos y movilizar masivamente a nuestra clase por un programa que se enfrente con firmeza a los planes de recortes y austeridad que aún nos tienen preparados. En ese camino, la unidad de la izquierda que quiere cambiar la sociedad, superando las estrechas miras de aparato, se convierte en una necesidad histórica.
La derecha y el gran capital no pueden esconder su temor
Si alguien tiene alguna duda sobre la conveniencia de esta alianza de la izquierda, solo tiene que ver las reacciones histéricas que ha despertado en el campo de la derecha y de la socialdemocracia. La campaña de intoxicación orquestada desde el gobierno y el IBEX 35 contra Podemos no tiene precedentes. Se ha recurrido a todo: financiación de Caracas, apoyo a ETA y el terrorismo (un tema que ha vuelto a manosear el director general de la Policía, Ignacio Cosidó), cuentas corrientes en paraísos fiscales…todo en dosis masivas y escupidas día sí y día también por toda la escuadra mediática de la derecha. Y si esto no es suficiente, ahora, después del acuerdo con IU, la gran acusación: ¡¡¡Comunismo!!!
Toda esta propaganda de tintes goebbelianos refleja la desesperación de la clase dominante. Igual ocurre con las reiteradas encuestas a la carta, trucadas y manipuladas con el fin de presentar a Podemos poco menos que al borde del desastre, debido a su “intransigencia y arrogancia” al no apoyar los planes de la burguesía en forma de gobierno PSOE-Cs. Pero si tan mal le va a Podemos ¿A que viene tanta saña, tanta histeria, tanta beligerancia? No engañan a nadie con este tipo de maniobras, exactamente igual que el escandaloso espectáculo que han deparado estos mismos reaccionarios colmando de lisonjas y elogios a IU y Garzón (hoy ya comunistas despreciables) alentándolos a presentarse en solitario lejos del radicalismo podemita. Incluso han tirado de espectros como Llamazares, que ha sacado el peor sectarismo burocrático, derechista y miope que anida en el aparato de IU, para torcer la tendencia hacia la unidad.
Lo cierto es que los peores augurios para los defensores del sistema capitalista se están cumpliendo. Tanto el PP como la dirección del PSOE ya han bautizado el frente unitario Podemos-IU-Confluencias como “los viejos comunistas de siempre”. En el caso del PSOE es toda una declaración de intenciones. No ve en esta coalición un aliado para un gobierno de izquierda, sino un rival que amenaza su hegemonía electoral y, lo más importante, un factor político que pone en cuestión la política de recortes y austeridad que tan aplicadamente ha puesto en marcha el Partido Socialista cuando gobernaba. Intentan disimular con desdén burocrático, rancio y mentiroso, el pánico que les provoca el potencial ya demostrado y las expectativas de voto que puede despertar un frente de izquierdas que puede disputar la victoria al PP y cambiar el panorama político en el Estado español…algo que sin duda animaría y pondría en el orden del día a un mayor nivel, la movilización social y la lucha, como temen los estrategas del capital.
La batalla electoral y la movilización social
Efectivamente, por más que han querido ocultarlo, los datos en intención de voto del barómetro de abril que recientemente ha hecho público el CIS, revelan que la suma de los votos entre IU y Podemos será decisiva en las próximas elecciones, y es la primera fuerza entre los menores de 55 años. La concentración del voto permitiría a la coalición de izquierdas superar por primera vez a la socialdemocracia y pisar los talones al PP. Una posibilidad real que, por sí, sola constituye un terremoto político, profundizando no sólo el varapalo a un bipartidismo que ha servido para sostener desde el gobierno los intereses capitalistas en el Estado español, sino que colocaría al PSOE en una situación en la que ya no cabe ni teatro ni charlatanería parlamentaria.
A pesar de la volatilidad del voto, el escenario que abren las elecciones del 26J es bastante claro: O un gobierno de izquierdas que derogue las leyes del PP y se enfrente a la política dictada por los bancos y la Troika, o la Gran Coalición de la mano del PP y Ciudadanos, salvando al país de las hordas rojas según los planes de Felipe González, Susana Díaz y el Banco Santander. Ya hemos visto esta secuencia en Grecia y sus resultados. Y al igual que en el país heleno, el poder del capital y el control que ejerce sobre la economía, los partidos, los medios de comunicación, los jueces, los parlamentos y todas las “instituciones democráticas”, se intensificará para dar al traste con un gobierno que pueda tomar medidas efectivas en beneficio de la mayoría como únicamente se puede hacer: rompiendo con el capitalismo.
Las lecciones de Grecia en este sentido siguen siendo aleccionadoras. Con las cosas de comer no se juega dice el poder financiero y ya hemos visto qué ocurre cuando accede al gobierno formaciones y partidos, por muy de izquierdas que se reclamen, si se acepta la lógica del capital y subordinan sus decisiones a las condiciones impuestas desde Bruselas. El Gobierno de Syriza, mandatado por la inmensa mayoría de los trabajadores y jóvenes griegos para plantar cara a Merkel y derrotar la austeridad, es quien está asegurando el pago a los usureros financieros rebajando las pensiones y aplicando los planes de la burguesía.
Precisamente lo que demuestra la experiencia griega, una vez más, es que no basta con la mayoría parlamentaria para librarse de la extorsión y el chantaje. La voluntad política para cambiar la sociedad y emprender medidas socialistas no puede separarse de la movilización social, no puede aislarse en el parlamento. El éxito electoral de la coalición Podemos-IU, por el que desde Izquierda Revolucionaria trabajamos, tiene que servir para organizar el movimiento del que es expresión política, en todos los frentes de batalla, en las fábricas, en los centros de estudio, EN LA CALLE, aprovechando la experiencia de lucha y las formas de organización asamblearias que han surgido al calor de la resistencia a los recortes y los desahucios en todos los territorios. Desde Izquierda Revolucionaria queremos insistir en esta idea: La fuerza existe, la disposición también, lo que hay que conseguir es una política decidida para llevar a cabo las demandas que el propio movimiento de masas y los activistas de la izquierda, ya han puesto encima de la mesa.
Sobre este ejército formidable se puede, SÍ SE PUEDE, defender en los hechos un programa de transformación social:
• Anulación de la contrarreforma laboral y de la contrarreforma de las pensiones. Jubilación a los 60 años con el 100% de salarios y contratos de relevo para la juventud.
• Prohibición de los desahucios por ley. Parque de viviendas públicas con alquileres sociales, expropiando los pisos vacíos en manos de los bancos. , y con alquileres sociales.
• Derogación de la LOMCE y el 3+2. Enseñanza pública digna, democrática y gratuita desde infantil hasta la universidad.
• Derecho a la sanidad digna, gratuita y universal para todos.
• Solidaridad real y concreta con los refugiados: ni cupos, ni campos de internamiento. Derogación de la Ley de Extranjería y de los CIEs.
• Remunicipalización de los servicios públicos privatizados, manteniendo y ampliando las plantillas y respetando los derechos laborales.
• SMI de 1.100 euros y 35 horas semanales sin reducción salarial.
• Plenos derechos democráticos de expresión, reunión y organización. Derogación de la Ley Mordaza.
• Nacionalización de la banca y los sectores estratégicos de la economía, para rescatar a las personas y elevar el bienestar de la mayoría.
• Por el derecho a la autodeterminación para Catalunya, Euskal Herria y Galiza. Por la República Socialista Federal.
¡Únete a IZQUIERDA REVOLUCIONARIA!
¡Es la hora de la organización!
Puedes unirte a través de www.izquierdarevolucionaria.net, ponerte e contacto en los teléfonos que aparecen en la web o escribiéndonos a