Entrevistamos al grupo municipal de La Voz de Villaverde (Villaverde del Río, Sevilla), hombres y mujeres que, tal y como hemos reflejado en numerosas ocasiones en estas páginas, han sabido defender una alternativa para las familias trabajadoras, dentro y fuera de IU. Esta candidatura nació cuando fueron apartados mediante maniobras burocráticas de la coalición. Estos compañeros han demostrado en los hechos, dirigiendo el ayuntamiento de su pueblo durante cuatro años, cómo es posible poner en marcha una política contra la lógica inhumana del sistema capitalista. Su osadía encontró enfrente al PP y al PSOE, que hicieron un pacto para desalojar a La Voz de Villaverde del gobierno local a pesar de ser la alternativa más votada en las últimas elecciones municipales.
EL MILITANTE.- ¿Qué actitud está teniendo la coalición no declarada del PP-PSOE, liderada por el Partido Socialista, que gobierna el ayuntamiento respecto a las conquistas logradas en vuestros cuatro años al frente de la política local?
Respuesta.- Como era de esperar, uno de los objetivos de este acuerdo era acabar con todas las conquistas obreras, especialmente los órganos de participación ciudadana que las han hecho posible: las asambleas y los comités de trabajadores y de vecinos en los que el pueblo podía intervenir en las decisiones municipales y participar en la organización y funcionamiento de los servicios, obras públicas y en el reparto democrático del empleo. Un ejemplo de democracia participativa que ha demostrado en los hechos su vitalidad, erradicando el clientelismo y la corrupción, combatiendo con métodos obreros y asamblearios la baja productividad y el despilfarro.
Los representantes del PP y del PSOE no iban a permitir que el pueblo controle sus manejos y desde el minuto uno han declarado “fuera de la legalidad” los comités, las asambleas y las bolsas de trabajo. Han restablecido la “legalidad burguesa”, es decir, la reducción del gasto social y la democracia formal, donde las decisiones se toman a espaldas del pueblo.
Su labor de demolición ya tiene resultados. Las 15 bolsas de trabajo y los centenares de contratos a desempleados han ido desapareciendo. Esto ha supuesto un golpe mortal para las obras públicas y los servicios municipales, privados de la mano de obra especializada que aportaba un alto rendimiento con los métodos de la democracia obrera y el respeto a los derechos laborales. Otras medidas de “ahorro” del nuevo gobierno se ceban en el convenio municipal, suprimiendo derechos salariales y laborales que estaban consolidados. Todos estos ataques y recortes, similares a las empresas privadas, lejos de generar un ahorro están destruyendo la motivación, con lo que esto conlleva: la falta de control en materiales y maquinaria, la baja productividad, la desorganización en los trabajos, una situación que ya padecen los vecinos. No hay dinero para pagar las facturas del pequeño comercio de la localidad, no hay dinero para los trabajadores y sus derechos pero sí hay para los sueldos y el despacho de los concejales del PP por estar, supuestamente, ¡en la oposición! Un descarado pago para sostener el pacto de gobernabilidad encubierto.
También se ha anunciado la privatización de la empresa pública del servicio de dependencia con una plantilla de casi 40 trabajadoras, cuya municipalización constituyó uno de los grandes logros de nuestro gobierno, rescatándola de la explotación empresarial y convirtiéndola en un referente para toda la provincia. Sin duda se prepara una lucha crucial en la que intervendremos en primera línea con las trabajadoras.
EM.- No es lo mismo estar gobernando el ayuntamiento que estar en la oposición, ¿cómo se orienta en la actualidad la intervención de los compañeros de La Voz?
R.- Pues ya lo estáis viendo. Interviniendo en las numerosas luchas y conflictos sociales que están provocando las políticas procapitalistas de este gobierno municipal reaccionario. Tenemos una amplia trayectoria en este sentido. Durante los sucesivos gobiernos de coalición PP-PSOE que nos privaron de la alcaldía tuvimos la oportunidad de desarrollar ampliamente métodos asamblearios y combativos, al frente de nuestros vecinos, de los trabajadores y la juventud, organizando a los parados en asambleas en torno a un programa de reparto democrático del empleo que pusimos en práctica cuando asumimos la alcaldía en 2011. Seguimos defendiendo los derechos vecinales y laborales en la calle, aprovechando nuestras posiciones en el pleno municipal como altavoz de estos conflictos. Así es como ganamos la mayoría absoluta hace unos años y así es como seguimos siendo la referencia de lucha.
Es muy importante resaltar que nuestros cuatro años de gobierno no han pasado en balde. En la memoria de muchas familias trabajadoras esta experiencia ha dejado una huella que ahora adquiere incluso más relevancia. La gente ya no acepta un “no se puede”. Con el gobierno anterior, con el gobierno legítimo, sí se podía. Se podía municipalizar los servicios privatizados, se podían desobedecer las leyes de los recortes, participar en las decisiones y disfrutar de contratos con derechos. Sobre esta base ya hemos dirigido un buen número de luchas al frente de barriadas que se rebelan contra el autoritarismo del alcalde, de trabajadores que reclaman el mantenimiento de las bolsas de trabajo, de personas con incapacidad laboral excluidas de la bolsa de empleo que creamos para ellos y, por supuesto, con la juventud estudiantil, participando en las maravillosas movilizaciones que el Sindicato de Estudiantes ha convocado en defensa de la educación pública.
EM.- ¿Qué balance hacéis de la política puesta en práctica por los llamados ayuntamientos del cambio conformados tras las últimas elecciones municipales?
R.- Los ayuntamientos del cambio son una expresión política de la enorme movilización y la lucha que se ha desarrollado y del cuestionamiento del actual orden capitalista, de sus leyes, sus partidos y sus instituciones. Sin embargo, estos gobiernos no están respondiendo a las demandas del movimiento. En general nos estamos encontrando con “gestores del sistema”, que intentan aplicar reformas y hacerlo mejor que la derecha y los socialistas pero sin sobrepasar los límites que las leyes burguesas y el sistema imponen. De lo que se trata es precisamente de enfrentarse a los poderes financieros, a las grandes empresas, a los intereses capitalistas, a los recortes, a las leyes injustas, apoyándose en los sectores de la población en lucha y en los millones de familias trabajadoras hipotecadas, explotadas, desempleadas y oprimidas por este sistema corrupto, como hemos hecho en Villaverde.
Precisamente, para organizar a la población en asambleas y comités de participación y de lucha, el primer requisito es que la dirección política quiera luchar de forma coherente y emprenda iniciativas políticas que den respuesta a las necesidades sociales, unas medidas que inevitablemente chocarán con los intereses de la burguesía. Pero lo que estamos viendo en estos ayuntamientos es que han cambiado el “sí se puede” por el “no se puede”. Es decepcionante oír a los representantes de los ayuntamientos de Zaragoza, Madrid, Ferrol o A Coruña que no se puede municipalizar los servicios privatizados porque las leyes no lo permiten y significaría enfrentarse a gente muy poderosa. ¡Pero si se trata de eso! Para eso os hemos puesto al frente de esas responsabilidades, para poner los recursos públicos en manos del pueblo. Para demostrar que existe alternativa al sistema de explotación de las empresas privadas y que esa alternativa pasa por encabezar desde estos ayuntamientos la municipalización de todos los servicios y empresas públicas privatizados, apoyándose en las mejoras que ello supondría para los trabajadores y los usuarios. Ésta es la política que tienen que emprender los ayuntamientos del cambio de manera urgente.