¡Basta de ataques a la libertad de expresión! ¡Basta de justicia franquista!
Ayer, 12 de septiembre, detenían en su casa al actor Willy Toledo, horas antes de tener que declarar ante el juez. ¿Su “delito”? Según la denuncia interpuesta por la Asociación de Abogados Cristianos, denigrar públicamente “los sentimientos religiosos”. Y esto ocurre en el siglo XXI, cuarenta años después de la muerte del dictador. Mejor prueba de que la justicia y el aparato del Estado siguen en manos de reaccionarios integristas es imposible.
La supuesta “ofensa” parte de un mensaje que puso el actor en Facebook “cagándose en Dios y la Virgen” después de que una jueza abriera diligencias contra la procesión del Santísimo coño. Esta es la justicia que mira para otro lado en los escandalosos casos de pederastia en los que está involucrada la Iglesia Católica, ampara a violadores y maltratadores, o manda a tuiteros al exilio o la cárcel por sus comentarios. Así, cuando se hace una crítica contra el clero, la justicia española actúa como un tribunal inquisitorial imputando delitos que son más de la Edad Media que del siglo XXI.
Para subrayar el carácter de clase, confesional y fascista de la justicia, la denuncia contra Willy que el juez ha admitido ha sido interpuesta por una asociación de extrema derecha contraria al aborto, que tiene un largo historial de actuaciones judiciales contra agencias de planificación familiar, que habla del feminismo como “ideología de género” y ha sido respaldada en numerosas ocasiones por altos cargos del PP.
El caso de Willy Toledo no es un algo aislado. En los últimos años, a raíz de las grandes movilizaciones sociales, el PP ha endurecido la represión mediante la Ley mordaza y la reforma del Código Penal. Gracias a estas medidas de excepción antidemocráticas, hemos visto pasar por los juzgados a tuiteros por escribir sobre Carrero Blanco, a raperos por “enaltecimiento del terrorismo” en sus canciones, a activistas sociales por intentar parar un desahucio o participar en un piquete, y a dirigentes independentistas ser enviados a prisión incondicional, por no hablar de la brutal represión contra el pueblo catalán.
El Estado Español es el país con más artistas condenados por delitos relacionados con la libertad de expresión, un total de 13, por delante de China o Irán. Y por el momento, el PSOE no está haciendo nada, no se ha propuesto derogar la Ley Mordaza ni pedir la libertad de los artistas y activistas condenados por esta normativa represiva. Mientras, la Fundación Francisco Franco sigue siendo legal, y los fascistas agreden a militantes de izquierdas o independentistas con total impunidad. ¡La justicia está totalmente del lado de los reaccionarios y franquistas!
Desde Izquierda Revolucionaria y el Sindicato de Estudiantes nos solidarizamos totalmente con Willy Toledo, pedimos su inmediata puesta en libertad, así como la de todos los artistas y activistas condenados. Y exigimos la derogación de la Ley Mordaza y de toda la legislación represiva que amparan como delito la “ofensa a los sentimientos religiosos”.
¡Basta de ataques a la libertad de expresión!
¡Willy Toledo libertad!