Ni el tiempo lluvioso, ni el puente, ni, sobre todo, la campaña de intimidación en redes sociales (usando de altavoces a los principales medios de comunicación) de los grupos de extrema derecha, han podido evitar una reacción contundente, masiva, y decidida, en particular, de la juventud. 15.000 personas acudimos a la convocatoria antifascista del Nou d’Octubre, y nos juntamos con la manifestación tradicional de la Comissió Nou d’Octubre.
El año pasado los fascistas dieron un paso más. Todos los Nous d’Octubre han agredido a manifestantes, normalmente en su retirada, y han provocado al paso de la manifestación, pero hace un año tomaron la plaza Sant Agustí, inicio de ella, para aterrorizar a todo el que se acercara a manifestarse o simplemente tuviera pintas. Todos esos grupúsculos bien conocidos (España 2000, Alianza Nacional, los restos del naufragio del GAV, los hinchas del Yomus) son animados y fomentados por el PP y Ciudadanos, que quieren recuperar algo que hace mucho perdieron: la calle.
La agresividad de estos individuos y su total impunidad (¡no hubo ningún detenido, ni siquiera identificación!) pilló por sorpresa al movimiento y mostró el peligro de la reacción. Pero la respuesta, en especial, de la juventud, fogueada en la lucha contra los recortes educativos, contra la violencia machista y por sus derechos, y políticamente divorciada de las instituciones burguesas (monarquía, justicia, aparato del Estado) y del capitalismo, no podía ser otra que la movilización masiva. Ya en noviembre pasado la unidad de acción en la lucha y una buena convocatoria conectó con el ambiente y nos manifestamos unas 12.000 personas. Este Nou d’Octubre, recuperamos contundentemente las calles. Y eso, pese al escándalo de que se les permita a todos esos grupos el acoso y la violencia bajo la cobertura de “manifestación”; la Delegación de Gobierno dio el OK a varias citas de la extrema derecha, una en el mismo sitio y poco después de la nuestra, y pese a haber recibido la comunicación legal pasados los diez días de antelación necesarios por ley.
La multitud, determinada a manifestarse de inicio a final, impuso su derecho por encima de los cientos de provocadores apostados a lo largo del recorrido con actitud agresiva. Para mayor alarma de la clase dominante, la manifestación hizo suya la consigna de llibertat presos polítics! y mostró su solidaridad con el pueblo catalán.
Lliures i Combatives, el Sindicat d’Estudiants y Esquerra Revolucionària estuvimos allí, explicando la conexión de los grupos de extrema derecha con el aparato de Estado y con el propio sistema capitalista. Y señalando el único camino para luchar contra ellos, camino que ayer la juventud demostró tener muy asumida: la movilización masiva, contundente, firme, y organizarse en organizaciones combativas por nuestros derechos y contra el sistema.