Menos Lamborghinis y más transporte público. Con esta frase altisonante adornaba Pedro Sánchez el pasado 4 de septiembre, el anuncio de nuevas medidas fiscales para aquellos que tienen suficiente dinero en el banco para vivir 100 vidas. Es la enésima vez  que el Ejecutivo declara que tiene previsto avanzar en una fiscalidad más progresiva, con impuestos que graven más a quienes más tienen para proteger a las clases medias y trabajadoras[i].  Pero más allá de la retórica utilizada por el presidente del Gobierno, el número de superricos sigue aumentando; mucho nos tememos que, una vez más, los hechos contradigan esta retórica vacía y sus palabras vuelvan a chocar frontalmente con la realidad.

El número de multimillonarios no deja de crecer en el Estado español. El número de personas que atesoraban un patrimonio de más de 30 millones de euros en 2022 aumentó un 2.5% sobre el ejercicio anterior, suponiendo un nuevo récord de grandes fortunas según datos de la Agencia Tributaria.

Sin embargo, este dato no se corresponde con el nivel de contribución de dichas fortunas en forma de impuestos.

De las 852 fortunas superiores a 30 millones de euros, sólo 235, apenas un 27.6%, abonaron el impuesto sobre el patrimonio, frente al 35% que venía siendo habitual.

Este impuesto, cedido a las Comunidades, es manejado a su antojo sobre todo en aquellas Comunidades gobernadas por el PP. Las bonificaciones a las grandes fortunas en Andalucía y Madrid (en donde se concentran el mayor número de superricos) están detrás, en parte, de esta insultante recaudación.

El Gobierno de coalición, en un intento tibio por contrarrestar esta bajada en la recaudación de las grandes fortunas, instauró a finales de 2022 el impuesto “temporal” de solidaridad. Aunque fuentes de la Agencia Tributaria planteen que todavía es pronto para evaluar sus efectos, no hay indicios de que vaya a corregir la tendencia general de fondo.

La mayor parte de esta riqueza pertenece al capital mobiliario (75%) entre los cuales un 19% se centra en bienes inmuebles.

No es ninguna casualidad que el aumento de superricos en estos sectores esté relacionado directamente con el precio de la vivienda.

La clase trabajadora y la juventud, se encuentran cada día con más dificultades para poder pagar o acceder a una vivienda de alquiler, mientras, los grandes millonarios del sector tienen vía libre para enriquecerse con una tributación a su medida.

Frente a las grandes promesas del Gobierno PSOE-Sumar, lo cierto es que el número de superricos sigue aumentando al mismo tiempo que aumenta su fortuna. Sin embargo, la posibilidad de una vida digna para la clase trabajadora y la juventud, se aleja cada vez más.

Quienes menos tienen, más pagan

El tradicional llanto de las grandes fortunas y de las grandes empresas sobre los abusivos impuestos que tienen que pagar a los Gobiernos de turno, se vuelve indignante en cuanto se cotejan algunas cifras.

Según datos de la ONG Oxfam, del total de impuestos recaudados en el ejercicio 2022 en el Estado español, el de patrimonio supuso una recaudación del 5.8% frente al impuesto sobre el trabajo (50.6%) y las tasas al consumo (27.3%). Es decir, el grueso de la recaudación de los impuestos recae sobre las espaldas de la actividad y consumo de la clase trabajadora. Un dato que se repite en cifras similares en el resto de la Unión Europea.

Una vez más, los que menos tienen son quienes deben soportar a las arcas del Estado, mientras los muy ricos siguen engordando sus grandes fortunas.

Las aportaciones del IBEX 35. Mentiras e ingeniería financiera

La hipocresía y el descaro de estas grandes corporaciones no tienen límites.

Según sus propios datos, las aportaciones en forma de impuestos por parte de las grandes empresas que integran el IBEX 35, fue según ellos de 54000 millones de euros, que es muy superior a los 37000 millones recaudados por el impuesto de sociedades abonados por miles de empresas en el año 2023.

¿Cómo se explica este desfase? Bajo el concepto de “contribución fiscal total” las grandes compañías del IBEX incluyen en sus informes, no sólo el impuesto de sociedades o de las figuras ambientales, sino también, el IVA soportado, el IBI, las contribuciones a la Seguridad Social de sus empleados y las retenciones del IRPF de los trabajadores. Todos estos, conceptos que derivan de su propia actividad.

Si tomáramos en cuenta solamente los impuestos recaudados por las empresas del IBEX en concepto de impuesto de sociedades la cantidad recaudada sería de 6500 millones y si sumamos los gravámenes medioambientales, el total ascendería a 10000 millones. Muy alejados de los 54000 millones que presentan.

El resto de conceptos que se incluyen en las cifras que aportan, no son más que una estratagema política para mostrarse como los campeones de la contribución al mismo tiempo que se presentan como víctimas, construyendo así, un discurso que tiene como objetivo final presionar para reducir sus impuestos y que estos caigan con todo su peso sobre las espaldas de la clase trabajadora.

Si el Gobierno de coalición no pone freno a esto y sigue defendiendo, contribuyendo y garantizando los récords de beneficio de estas empresas, tendremos por delante un panorama, en donde seguirá fortaleciéndose la dinámica en la que los ricos y las grandes corporaciones seguirán pagando cada vez menos impuestos, y serán cada vez más ricos y por otro lado una clase trabajadora continuará soportando cada vez más presión fiscal y precariedad laboral.

El Gobierno de coalición gobierna gracias al instinto de clase de la clase trabajadora y la juventud que en junio del 2023 frenó la posibilidad de un Gobierno PP-VOX.

Bajo el “Gobierno más progresista de la historia” se siguen deteriorando las condiciones de vida de la clase obrera. Al mismo tiempo que se facilitan los beneficios para los grandes negocios y las grandes fortunas el resto nos repartimos algunas migajas. Continuar con esta política es la receta acabada para que la derecha sigua fortaleciéndose y su base electoral siga ensanchándose. Sin duda el desencanto provocado por esta política entre amplias capas de los y las trabajadoras y la juventud puede provocar que la posibilidad de un Gobierno PP-VOX se fortalezca.

La clase trabajadora ya ha dejado claro su rechazo a un Gobierno reaccionario, pero el Gobierno PSOE-Sumar no tiene un cheque en blanco.

 

[i] Pedro Sánchez dice más “transporte público y menos Lamborghinis”: ¿Cuántos se matriculan en España?

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