CCOO y UGT tienen que extender la solidaridad entre los trabajadores madrileños

Los trabajadores de la EMT decidieron por unanimidad en su última asamblea mantener durante el mes de abril un calendario de movilizaciones y paros ante la negativa de la dirección de la empresa a aceptar ninguna de sus justas reivindicaciones. A partir del viernes 4 de abril se van a realizar diez paros parciales y dos paros totales, así como una manifestación el 14 de abril y una concentración el 18 del mismo mes, con la finalidad de obtener un convenio justo, y recuperar gran parte del poder adquisitivo perdido en los últimos años.

CCOO y UGT tienen que extender la solidaridad entre los trabajadores madrileños

Los trabajadores de la EMT decidieron por unanimidad en su última asamblea mantener durante el mes de abril un calendario de movilizaciones y paros ante la negativa de la dirección de la empresa a aceptar ninguna de sus justas reivindicaciones. A partir del viernes 4 de abril se van a realizar diez paros parciales y dos paros totales, así como una manifestación el 14 de abril y una concentración el 18 del mismo mes, con la finalidad de obtener un convenio justo, y recuperar gran parte del poder adquisitivo perdido en los últimos años.

Los trabajadores de la EMT siguen reivindicando una subida salarial del 6,2%, dos puntos por encima del IPC, frente al 4,4% que les ofrece la empresa, cifra que ya ha quedado desfasada a la vista de la subida del IPC en marzo al 4,6%, habiendo alcanzado su nivel más alto desde 1997; muy al contrario de lo que ocurre con los salarios, que se mantienen estancados desde dicho año. En todo caso la subida del IPC no se corresponde con la subida real de la vida, entre otras cosas, porque no se incluye en este cálculo el precio de la vivienda, y porque no se reflejan las salvajes subidas que se han producido en muchos de los alimentos básicos, subidas superiores al 10% en el caso de la leche, la harina o el aceite.
También piden los trabajadores un complemento salarial de entre 140 y 210 euros, con la finalidad de recuperar algo del poder adquisitivo perdido en los últimos años, especialmente teniendo en cuenta que Madrid es una de las ciudades más caras del Estado. En este sentido la dirección de la empresa ha insultado a los trabajadores al ofrecer, en su última propuesta, un complemento salarial de 50 euros.
Por otro lado los directivos de la EMT, que consideran excesivas las reivindicaciones de los trabajadores mientras se embolsan en algunos casos hasta 60.000 euros mensuales, quieren hacer retroceder aún más a los trabajadores, quitándoles numerosos derechos como la antigüedad, o introduciendo en la empresa contratos temporales y parciales frente a la contratación indefinida que se ha mantenido hasta el momento, tratando así de sembrar la división entre los trabajadores. También quiere la empresa que las bajas por enfermedad sean gestionadas por mutuas privadas en vez de por la Seguridad Social, en un claro intento de empezar a introducir la privatización en determinados sectores de la empresa, en consonancia con la políticas de privatizaciones llevadas a cabo por la derecha, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid.
Unidad de la plantilla

Los trabajadores han conseguido una enorme unidad en esta lucha, y en ello reside su fuerza. Todos los sindicatos (Plataforma Sindical, CCOO, UGT,...) están convocando la huelga, pero es evidente que la empresa está tratando de generar división entre la plantilla, haciendo circular mentiras, y tratando de generar confusión y dudas entre los trabajadores. Esto es también un reflejo de la enorme fuerza que tiene la clase trabajadora cuando se moviliza, así como del miedo y la debilidad de la patronal, que ve cada vez con mayor preocupación que empiezan a surgir nuevos conflictos en distintos sectores, como la huelga general del sector de la limpieza en Madrid, que ha afectado a 65.000 trabajadores; la huelga de los funcionarios de justicia, que continúa tras dos meses; o la huelga general en la educación pública, convocada para mayo, en la Comunidad de Madrid. 
Por otro lado los medios de comunicación ya están tratando de criminalizar a los trabajadores, intentando poner a la opinión pública en su contra, y presentándolos, por boca de los directivos de la EMT, como auténticos privilegiados que se quejan de vicio.

Los dirigentes sindicales tienen que extender la lucha

La manifestación convocada por los sindicatos de la EMT el pasado 3 de marzo, a la que acudieron 10.000 personas, ha sido un importante paso adelante para sacar el conflicto a las calles de Madrid. Por otro lado la solidaridad de otros colectivos de trabajadores, y especialmente los de Metro de Madrid, cuyo comité de empresa al completo ha firmado un comunicado de apoyo, pidiendo además a los trabajadores de Metro que no realicen horas extras en solidaridad con los trabajadores de la EMT, también es un importante paso adelante a favor de esta lucha. Sin embargo, esto no es suficiente, y es necesario que todos los sindicatos, especialmente las Federaciones de CCOO y UGT, que tienen presencia mayoritaria entre los trabajadores de Madrid, difundan activamente este conflicto, realizando asambleas de solidaridad en los tajos y principales empresas de Madrid con la presencia de trabajadores de la EMT. Tienen que poner al servicio de esta lucha todos sus recursos, sacando cientos de miles de panfletos que se repartan entre el conjunto de la clase obrera madrileña, y garantizar el éxito de la manifestación convocada para el 14 de abril. Esto adquiere especial importancia respecto a los trabajadores del Metro, principalmente porque el gobierno del PP en la CAM está tratando de romper la huelga aumentando los servicios del Metro, que en hora punta, durante las huelgas, ha llegado hasta el 55%. En este sentido todos los sindicatos del Metro de Madrid, deberían organizar una campaña activa de solidaridad con los trabajadores de la EMT, participando en las asambleas de los trabajadores de la EMT, así como realizando colectas para obtener el apoyo económico de los trabajadores del Metro para esta lucha.
Los trabajadores madrileños estamos hartos de la chulería del gobierno de derechas de Esperanza Aguirre y de Gallardón, existiendo un enorme malestar en los centros de trabajo y en los tajos, y estallando luchas cada vez más virulentas entre distintos sectores de trabajadores. Las últimas luchas que están surgiendo demuestran el enorme potencial de lucha que existe entre la clase obrera de Madrid, que sufre las mismas condiciones de explotación y degradación que sufren los trabajadores en otras partes del Estado. La única forma de parar a la derecha en Madrid es mediante la movilización y la lucha. Hay que unificar las distintas luchas que han estallado -y las que van a estallar- y empezar a preparar la convocatoria de una huelga general en toda la Comunidad de Madrid. Si hicieran esto los sindicatos de clase y los partidos de izquierdas, la respuesta de la clase obrera sería mayoritaria y contundente.

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