Al menos esto es verdad respecto a los negocios de la muy solidaria Fundación Internacional O´Belen. El Ayuntamiento de Murcia ha cedido gratuitamente un solar público a esta fundación, donde va a construir un nuevo centro terapéutico de menores con capacidad para 21 plazas que luego les concertará la administración. El negocio es redondo, ya que al dineral que se les da por niño/plaza al día hay que sumarle los beneficios que siempre aporta tener a los trabajadores en la más absoluta precariedad laboral (situación imperante en el sector de la Intervención Social).
¿Centros terapéuticos?
Estos llamados centros terapéuticos, de los que la mencionada fundación es pionera, aunque no la única en gestionarlos, no son sino cárceles para niños (incluso menores de 12 años) que no han cometido ningún delito, pero que son allí encerrados para tratarles de supuestos trastornos de conducta. Huelga mencionar la extracción social de los críos que acaban llenando los bolsillos de esta gente.
El funcionamiento de estos centros es muy parecido al de los centros de reforma, y al igual que en éstos, la intervención "educativa" consiste en tratar de someter y anular a la persona a través de técnicas conductistas seudocientíficas, una aberración que vulnera sistemáticamente los derechos humanos más elementales y que viola la legislación internacional sobre el trato a menores privados de libertad (penas de aislamiento, engrilletamientos, uso de porras por parte de vigilantes de seguridad, etc.), lo que conlleva graves consecuencias psicosociales para los niños así tratados.
Privatización de los servicios sociales
Pero como no sólo de celdas para niños vive el hombre, esta panda de "solidarios" con la infancia, ha diversificado sus negocios. Recientemente, la Diputación Provincial de Guadalajara decidió externalizar ciertos servicios especiales de jardinería, y la empresa que se va a beneficiar de esta privatización es Aspira Servicios Auxiliares, con un contrato de 48.000 euros anuales (hasta ahora estos trabajos los realizaba la Diputación con su propio personal). Dicha empresa fue montada por la Fundación Internacional O´Belen en el año 2006 con fines nuevamente muy solidarios. Su objetivo es favorecer la integración sociolaboral de jóvenes en riesgo de exclusión social. Otra jugada redonda, y ahora veremos por qué. Primero O´Belen trinca las subvenciones para los cursos de formación laboral y garantía social que gestiona. Además, muchos de los chicos realizan las "prácticas" en Aspira. Y después, algunos de estos jóvenes pasan a ser contratados por Aspira para su explotación laboral directa, porque nos podemos imaginar las condiciones laborales que ofrece. Eso sí, aquí a callar todo el mundo, que estos beneficios son benéficos.
Lo expuesto en este artículo no es más que un ejemplo del funcionamiento actual de los servicios sociales como consecuencia de su privatización y la consiguiente eclosión de ONGs, fundaciones y demás chiringuitos de "lo social". El auge de estos negocios subvencionados es esperable bajo el auspicio del PP, pero en este tinglado la dirección del PSOE comparte responsabilidad y actuaciones políticas con la derecha. Y la dirección IU guarda silencio, en el mejor de los casos. Cuando el gobierno habla de mantener el gasto social en los presupuestos a pesar de la crisis, ¿se refiere a esto? Por desgracia, en gran parte sí.