Es el momento de defender los empleos, los salarios, la enseñanza y la sanidad públicas con una huelga general de 24 horas
Como habréis podido seguir a través de la prensa y por información de los responsables de las Federaciones de Enseñanza de CCOO y UGT, el Sindicato de Estudiantes ha convocado dos huelgas generales de estudiantes en defensa de la educación pública y contra los planes de privatización de la misma que en estos momentos está impulsando el gobierno de Rodríguez Zapatero. La primera de estas jornadas, celebrada el pasado 22 de octubre, ha sido apoyada por más de dos millones de estudiantes de enseñanzas medias y universidad, y decenas de miles han participado en las más de cuarenta manifestaciones que se han convocado a lo largo y ancho del Estado español.
Es el momento de defender los empleos, los salarios, la enseñanza y la sanidad públicas con una huelga general de 24 horas
Como habréis podido seguir a través de la prensa y por información de los responsables de las Federaciones de Enseñanza de CCOO y UGT, el Sindicato de Estudiantes ha convocado dos huelgas generales de estudiantes en defensa de la educación pública y contra los planes de privatización de la misma que en estos momentos está impulsando el gobierno de Rodríguez Zapatero. La primera de estas jornadas, celebrada el pasado 22 de octubre, ha sido apoyada por más de dos millones de estudiantes de enseñanzas medias y universidad, y decenas de miles han participado en las más de cuarenta manifestaciones que se han convocado a lo largo y ancho del Estado español.
Nos hubiera gustado que se hubiesen de-sarrollado unitariamente con CCOO y UGT, tal como les propusimos ya en el mes de julio a los responsables de la Federación de Enseñanza de vuestros respectivos sindicatos. Lamentablemente, y a pesar de nuestra insistencia, este ofrecimiento ha sido rechazado una y otra vez sin ninguna justificación.
Nos consta que miles de profesores de todos los tramos educativos, desde infantil pasando por secundaria y universidad, están realmente indignados ante la situación de acoso y derribo que está sufriendo la enseñanza pública. Es inconcebible que este gobierno del Partido Socialista, que fue aupado al poder gracias a los votos de millones de trabajadores y jóvenes, no haga más que aplicar al dictado las propuestas de las grandes empresas y de la patronal de la enseñanza privada concertada. Mientras los presupuestos de la enseñanza pública se recortan sin piedad, mientras se privatiza la universidad a través de los infames Planes de Bolonia, se regalan a manos llenas millones de euros a la enseñanza privada concertada que, como sabéis, en su mayoría es un coto particular de la Iglesia Católica. Ésta es la razón que explica el ambiente de frustración e indignación que se vive en la comunidad educativa que defiende la enseñanza pública y, especialmente, entre el profesorado y los estudiantes.
Es el momento de luchar juntos
Realmente no encontramos ningún argumento sustancial que justifique vuestra negativa a luchar todos juntos en defensa de la enseñanza pública. El último rechazo desde las federaciones de enseñanza de CCOO y UGT a este llamamiento unitario ha sido su oposición a convocar la huelga general del próximo 13 de noviembre y que además, en el caso de Catalunya, unirá en las calles a los profesores y estudiantes para exigir la retirada de la Ley Educativa de Catalunya (LEC). Las movilizaciones de profesores y estudiantes celebradas esta primavera en Madrid y Catalunya demostraron sobradamente la enorme disposición que existe entre la inmensa mayoría para defender el derecho a recibir una enseñanza pública de calidad y en buenas condiciones. Decenas de miles de profesores se movilizaron contra la LEC, una ley privatizadora impulsada por el Gobierno del tripartit, y contra las escandalosas medidas del gobierno de Esperanza Aguirre que constituyen una mofa y una provocación a la enseñanza pública desde cualquier punto de vista. Aquellas movilizaciones despejaron cualquier duda que pudierais tener sobre la "falta de ambiente" o la "poca disposición a luchar del profesorado", argumentos a los que vuestros dirigentes de enseñanza han recurrido habitualmente para declinar la convocatoria de movilizaciones.
Estamos absolutamente convencidos de que éste es el momento de levantar un frente común por parte de profesores, padres y estudiantes en defensa de la enseñanza pública, laica, científica y de calidad. No es la hora de dividir las convocatorias de protesta, sino todo lo contrario, es la hora de unificar el movimiento, dotarlo de confianza y asegurar que millones tomamos la calle en defensa de un derecho que nos quieren arrebatar.
Defender los empleos, los salarios y los servicios públicos
Obviamente los jóvenes no sólo padecemos la degradación de la enseñanza pública. Somos víctimas propicias de la actual crisis del sistema capitalista y de sus lacras más inmediatas: el crecimiento explosivo del desempleo, la precariedad y los bajos salarios. En un contexto como el actual, cuando los ataques que se ciernen sobre las familias de la clase trabajadora son enormes, cuando las perspectivas de cierres de empresas y despidos masivos se están haciendo una realidad apabullante, cuando el gobierno adopta medidas que tienen como único objetivo salvaguardar los beneficios de los banqueros entregándoles miles de millones de euros de dinero público, es bastante sorprendente y desconcertante la actitud que estáis adoptando.
Cuando en los medios de comunicación leemos declaraciones de los responsables de UGT y CCOO y más concretamente de voso-tros como máximos dirigentes de ambas organizaciones, echamos de menos cualquier referencia a la lucha y la movilización para defendernos de estos ataques. Al contrario, defendéis las medidas que el gobierno ha adoptado confiando en que los banqueros van a resolver la crisis facilitando préstamos a empresas y particulares.
Sinceramente creemos que esta forma de enfocar la situación es un error y que no se corresponde con la experiencia que hemos vivido en los últimos tiempos. En los pasados años de "boom económico", los beneficios empresariales y de la gran banca han crecido de una manera obscena. Por el contrario, como bien sabéis pues manejáis las cifras oficiales, el poder adquisitivo de los trabajadores ha disminuido considerablemente, mientras la inflación en los productos básicos para millones de familias trabajadoras se ha disparado.
Durante estos años de "prosperidad" la precariedad en el empleo se ha mantenido y aumentado sustancialmente en el caso de los jóvenes. Los servicios públicos han sufrido la codicia de los capitalistas que han forzado planes de privatizaciones en todos los ámbitos. Nuestros hermanos de clase inmigrantes han sido sometidos a una explotación infame, y ahora se aprueban todo tipo de medidas legislativas, como la directiva de retorno, para desembarazarse de ellos como un trapo viejo instigando de paso los prejuicios racistas y xenófobos. Para los trabajadores y sus familias, la era de los grandes pelotazos inmobiliarios y los suculentos beneficios bursátiles han supuesto un empeoramiento en sus condiciones de vida y de trabajo. No es difícil, con estos precedentes, intuir cuáles son las recetas que los empresarios y, según parece el gobierno, nos tienen preparadas para hacer frente a la crisis: despidos masivos, reducción de los salarios, abaratamiento de los despidos y nuevas reformas laborales, disminución de los programas de asistencia social, recortes en el subsidio de desempleo y en las pensiones, y más privatización de la enseñanza y la sanidad pública. (...)
En declaraciones a la prensa y otros medios de comunicación os hemos escuchado defender, como alternativa a la crisis, un modelo económico basado, en la industria, en la tecnología, en la formación, y que sustituya el ladrillo y la mano de obra barata como motores de la economía. En otras palabras: un capitalismo de rostro humano que funcione adecuadamente repartiendo con justicia la riqueza, asegurando los servicios sociales y limitando las ganancias de los capitalistas. Pero, honestamente, creer que un modelo así es posible en esta época de crisis mundial del capitalismo es confundir la realidad con los deseos. No somos nosotros quienes os tenemos que explicar que los capitalistas no actúan como una ONG para aliviar los problemas de los trabajadores. Su objetivo es el de obtener el máximo beneficio en el tiempo más corto posible y tienen un plan muy claro para sortear esta crisis: defender sus beneficios y poner a buen recaudo el capital acumulado en los últimos años. Para lograr estos objetivos no dudarán en abaratar más los costes salariales despidiendo a más gente. Los capitalistas congelarán sus inversiones hasta que se presenten oportunidades de negocio más claras, e intentarán colocar su dinero en otras burbujas especulativas que les brinden altas tasas de beneficios.
Desde el SE pensamos que es necesario afrontar esta situación con realismo y basándonos en la inmensa fuerza del movimiento obrero y la juventud. Por eso creemos que desde CCOO y UGT se debería convocar al conjunto del movimiento obrero y a la juventud a una huelga general de 24 horas con el objetivo de defender los empleos, los salarios y los servicios públicos. La única manera de defender nuestros derechos es luchando, y luchando muy duro.
(...) Estamos seguros de que escuchareis nuestros argumentos y entre todos nos pondremos manos a la obra para evitar que los trabajadores y nuestras familias paguemos los platos rotos de una crisis que es responsabilidad exclusiva de los grandes capitalistas.
Quedando a la espera de vuestras noticias, un saludo fraternal y de lucha desde el Sindicato de Estudiantes
Juanjo López, secretario general del SE