Este expediente significa, en la práctica, acelerar el proceso de desmantelamiento del sector del automóvil en Catalunya, iniciado hace tres años en Seat con el despido de 645 trabajadores y las posteriores consecuencias en las empresas proveedoras. Fue el caso de SAS Abrera, que dejó sin trabajo a más de 200 trabajadores en 2007. Desde entonces se han dado procesos similares en Mercedes, Tecnoconfort, General Electric, Pirelli (todos estos en Catalunya), Delphi en Cádiz, Volkswagen en Navarra, etc.
La plantilla de Nissan está en lucha desde que la empresa presentara, el 13 de octubre, un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 1.680 trabajadores, es decir, al 40% de la plantilla.
Este expediente significa, en la práctica, acelerar el proceso de desmantelamiento del sector del automóvil en Catalunya, iniciado hace tres años en Seat con el despido de 645 trabajadores y las posteriores consecuencias en las empresas proveedoras. Fue el caso de SAS Abrera, que dejó sin trabajo a más de 200 trabajadores en 2007. Desde entonces se han dado procesos similares en Mercedes, Tecnoconfort, General Electric, Pirelli (todos estos en Catalunya), Delphi en Cádiz, Volkswagen en Navarra, etc.
En el caso de Nissan los empresarios vuelven a esgrimir el conocido argumento: bajan las ventas y por lo tanto "tenemos que ser más competitivos". No mencionan los 300 millones de euros de beneficio que Nissan obtuvo en los últimos cinco años.
Sus planes tampoco encuentran ningún tipo de oposición por parte de la administración. En una reunión mantenida la semana pasada con los representantes del comité de empresa, la consellera de Treball, Mar Serna, afirmó que si la empresa presentaba causas justificadas admitiría a trámite el ERE. Con este criterio se puede comprender el sospechoso olvido del ministro de Industria, Miguel Sebastián, en la reunión que mantuvo hace dos semanas con el presidente de Nissan-Renault en París, cuando "se le olvidó" comentar la cuestión del expediente de la planta de Barcelona, demostrando así el interés de la administración por el futuro de los puestos de trabajo.
La respuesta de la plantilla
Inmediatamente después de que la multinacional hiciera público su intención de presentar el ERE, el comité de empresa, con mayoría de CCOO y UGT, convocó concentraciones y marchas por Barcelona y Zona Franca, el polígono industrial más importante de la ciudad.
La primera concentración tuvo lugar el pasado 16 de octubre en la plaza de Catalunya, en pleno centro de Barcelona, a la que asistieron, en un ambiente rabia y de lucha, alrededor de 2.000 trabajadores. Después de la concentración se produjo una electrizante marcha a los concesionarios de Renault y Nissan en el centro de la ciudad; la marcha coincidió con una concentración de bomberos, también en lucha por su convenio. El ambiente que se respiraba era claramente de disposición a la lucha, de ir hasta el final para impedir los despidos y echar atrás el ERE anunciado.
La segunda jornada de lucha, al día siguiente, viernes 17, comenzó con una cita en la puerta de la planta de Nissan en la Zona Franca, en la que se concentró un número similar de trabajadores al del día anterior. El plan del comité era hacer una marcha por el polígono que cortara la entrada de camiones del centro logístico de la otra planta de Nissan.
A medida que iba avanzando la marcha, muchos trabajadores se preguntaban si realmente estaba sirviendo de algo, si estaba teniendo algún tipo de repercusión. Y entre las consignas que se coreaban ("ese japonés, que hijoputa es", en referencia al director general de Nissan Motor Ibérica, "contra el expediente, rechazo contundente") empezó a despuntar una: "Todos a la ronda", es decir, a cortar la carretera. Una vez se llegó al punto donde concluiría la marcha, un grupo importante de trabajadores, absolutamente disconformes con la insuficiente protesta, exigieron al comité que se fuera a cortar la carretera. Los trabajadores entendían que, tanto a nivel productivo como a nivel mediático, la marcha no había tenido ningún efecto y que por tanto hacía falta algo más contundente. El comité se amparó en su autoridad y en el argumento de que ya habría tiempo de hacer cortes de carretera y que no había que "quemar cartuchos antes de tiempo". Y aunque finalmente no se llevó a cabo el corte del cinturón de ronda, el hecho revela la presión que están ejerciendo los trabajadores sobre el comité y la desconfianza que existe a la política que han llevado a cabo las direcciones de UGT y CCOO durante mucho tiempo, en base a maniobras y acuerdos "realistas" en los que se aceptaban claros retrocesos, como dobles escalas salariales.
Diez mil trabajadores salen a la calle
La tercera jornada de lucha fue jueves 23 de octubre. Se convocó una manifestación por el centro de la ciudad que concluiría en plaza de Sant Jaume, ante la Generalitat y el Ajuntament. Fue una maravillosa manifestación en la que había más de 10.000 trabajadores y en la que se volvió a ver la disposición de la plantilla a la lucha. Los compañeros de El Militante repartimos 2.000 hojas planteando los puntos clave que pueden hacer que ésta sea una lucha victoriosa, basándonos en la experiencia reciente de la lucha ejemplar de los conductores de TMB por los dos días de descanso semanal, que logre echar atrás los planes de la multinacional.
También participó en la manifestación el Sindicat d'Estudiants, que llevó coche con megafonía y una pancarta planteando la consigna de nacionalización de Nissan bajo control obrero y sin indemnización, y repartió una hoja en la que hacía una invitación al comité de empresa y a los trabajadores para que estén en la cabecera de la manifestación de estudiantes y profesores del próximo 13 de noviembre.
En estas tres primeras jornadas de lucha la plantilla de Nissan ha demostrado que está dispuesta a ir hasta el final en esta guerra que les ha declarado la multinacional. La próxima cita es el 5 de noviembre, con la manifestación que han convocado CCOO y UGT por el empleo industrial y en contra de los despidos. Ése es el camino, el de darle continuidad a la lucha. El siguiente paso debe ser la convocatoria inmediata de una huelga de 24 horas de todo el sector de la automoción en Catalunya, para unificar todas las luchas (Nissan, Pirelli, empresas auxiliares...) y como medio para preparar una huelga general de 24 horas en Catalunya y en todo el Estado contra los despidos y en defensa el empleo.