Alrededor de una decena de hoteles han anunciado planes de despidos de trabajadores fijos y fijos discontinuos en las últimas semanas, algunos mediante expedientes de regulación de empleo encubiertos, que por tanto no serían legales. Son ya más de 200 trabajadores afectados por despidos. Las diferentes empresas alegan fundamentalmente motivos económicos basándose en el cambio de ciclo económico en los últimos meses. Pero si tomamos el conjunto del año, entre enero y octubre de 2008, las pernoctaciones en los hoteles han crecido un 3,4% (El País, suplemento Andalucía, 01/12/08).
Muchos empresarios intentan aparecer muchas veces con una actitud paternalista repitiéndonos constantemente a los trabajadores: "todos tenemos los mismos intereses en la empresa", "los buenos trabajadores nada tienen que temer", pero los hechos demuestran que tan sólo les interesan sus mezquinos beneficios. En cuanto la crisis económica ha hecho bajar un poco los márgenes de beneficio de las empresas, éstas han comenzado a despedir ¿Esta es la forma en que se agradece el trabajo de los que han hecho que la empresa tenga año tras año suculentas ganancias?
Muchas de las empresas propietarias de estos hoteles tienen vínculos con el negocio inmobiliario, de donde han extraído en los últimos años sabrosos beneficios. Con la caída del sector del ladrillo, muchas de estas empresas están vendiendo hoteles con rapidez para hacerse con liquidez y aliviar sus deudas. Es el caso de los tres hoteles (Byblos y los dos Guadalpin) propiedad del grupo AIFOS, inmobiliaria malagueña recientemente acogida a la ley concursal. En la misma situación de incertidumbre se encuentran los trabajadores de los hoteles Mijas y Paraíso y el parque de atracciones Tívoli, que también pertenecen a una sociedad propiedad del grupo Tremón, también acogido a la ley concursal; o el hotel Incosol del grupo Jale.
Otros hoteles de referencia como el Puente Romano de Marbella y el Kempiski de Estepona también han despedido a 22 y 8 trabajadores respectivamente. El hotel Guadalmedina, que nunca cerró en invierno, ha anunciado un ERE temporal sobre el conjunto de la plantilla de dos meses.
Lucha ejemplar en
Puente Romano
Los empresarios hablan en muchos hoteles de que estos serán los últimos despidos, pero no es verdad, vendrán otros según se profundice la crisis. Incluso se producirán cierres de establecimientos emblemáticos como ya sucedió con el hotel Don Miguel de Marbella, donde 80 de sus antiguos trabajadores todavía luchan por recibir las indemnizaciones de sus despidos.
Por tanto, ante este problema general, nuestras organizaciones sindicales tienen que responder de forma contundente, unificando las luchas y generando la máxima solidaridad. Ha habido diferentes concentraciones o luchas en muchos hoteles, la mayor parte de las veces a iniciativa de los delegados o representantes de cada hotel. Sin ir más lejos, el pasado 21 de noviembre más de 200 compañeros, entre trabajadores del propio hotel y otros delegados y trabajadores de fuera, estuvimos frente al Puente Romano exigiendo la readmisión inmediata de los 22 trabajadores despedidos. Es de destacar la ejemplar movilización de los trabajadores de este hotel y, especialmente, la actitud combativa de su Comité de Empresa. El hecho de que la dirección del hotel Puente Romano, haciendo gala de un autoritarismo desenfrenado, haya respondido a la movilización con todo tipo de mentiras y calumnias contra los representantes de los trabajadores, que intente crear una atmósfera de miedo entre la plantilla, son una prueba de lo que realmente esconden y pretenden. Saben perfectamente que el comité de empresa se ha convertido en un dique que puede hacer fracasar sus planes de nuevos despidos y de empeoramiento de las condiciones de trabajo del conjunto de la plantilla.
Producto de la presión de estas luchas y de las exigencias de muchos delegados sindicales, para el próximo 5 de diciembre a las doce de la mañana hay preparada una manifestación en Fuengirola, convocada por UGT, CCOO y CGT coincidiendo con la huelga de los trabajadores del Byblos. Pero los sindicatos deben ir más allá. La economía provincial depende básicamente de construcción y hostelería. Si a la construcción ya la han hundido y ahora la patronal hostelera empieza a despedir a centenares de trabajadores, van a ser miles mañana si no los paramos ¿Qué va a ser de nuestras familias y de nuestros hijos? A los patronos esto les trae sin cuidado, pero no a nosotros. Si ellos se han hecho de oro en los últimos años nosotros tenemos derecho, como mínimo, a que nuestro puesto de trabajo no se cuestione y defenderlo por encima de todo.
Los sindicatos UGT, CCOO y CGT deben convocar movilizaciones generalizadas en toda la provincia para unificar estas luchas y extenderlas al conjunto de la población. Deben preparar ya una gran huelga general de la hostelería en toda la provincia en defensa del empleo, los salarios y contra la degradación de las condiciones de trabajo. Al mismo tiempo, los sindicatos deben exigir la intervención de las administraciones públicas para que ejerzan todo su poder y capacidad para impedir cualquier despido o cierre de ningún hotel. Si hay dinero para los banqueros ¿por qué no lo hay para defender el empleo y el futuro de miles de familias? Si los hoteles cierran, que se nacionalicen bajo el control de los trabajadores.
¡Por la readmisión inmediata de todos los compañeros y compañeras despedidos de los hoteles de Málaga!
¡Preparar una gran huelga general de
la hostelería en la provincia en defensa del empleo, los salarios y contra la degradación de las condiciones de trabajo!