Entrevista a Sergio González, sindicalista de CCCO

Entrevista a Sergio González, sindicalista de CCCO

El Militante.- Cuenta brevemente la situación en la empresa...
SG.-
Llevo 6 años de representación en esta pequeña empresa del metal en Gijón. Desde el primer momento que fuimos elegidos los compañeros por CCOO ya empezaron los problemas. Comenzó una dinámica de represión y de coacción por parte de la empresa y que contó con el apoyo de un sector de la plantilla, el más beneficiado en cuestión de primas y de privilegios. Hace unos meses con la situación de crisis y de baja producción se eliminaron turnos y muchos compañeros dejaron de echar horas. Comenzaron a no renovar a los eventuales y luego a despedir gente.
EM.- ¿Cómo reaccionó el comité?
SG.-
Convocamos una asamblea para plantear lo que estaba pasando. Se explicó que esta no es una crisis más, sino una crisis general que afecta no sólo a Cierres del Hogar sino a muchas empresas y que la única solución que tenemos como trabajadores es organizarnos y estar más unidos que nunca. Planteamos que la lucha había que sacarla fuera de la empresa porque ahora mismo una huelga interna beneficiaría al patrón, ya que tiene las estanterías llenas. A principios de año la empresa declaraba facturar 15 millones de euros anuales y tenía planes de ampliar con una nave nueva (que se empezó a construir), que recibiría subvenciones y generaría 10 puestos de trabajo estables.
A partir de ahí se precipitaron los hechos. Hace año y medio hubo un accidente muy grave y un compañero perdió la mitad de un pie. Fue negligencia del empresario y fui al juicio a declarar para demostrarlo. Ahora debe pagar el 50% de las prestaciones del trabajador. Entonces el empresario decide cargarse a un comité de empresa que le pone trabas y le causa problemas.
EM.- ¿Qué hace el empresario?
SG.-
Hace una reunión con los miembros del comité a la que no me dejan asistir. El empresario les plantea que me quiere fuera del comité, amenaza con descapitalizar la empresa y marcharse a otra parte. Al día siguiente el empresario paraliza la producción y reúne a los trabajadores para plantear que yo dimita, que soy el problema y que no represento a la clase obrera de su empresa. Intenta meter miedo a la plantilla para revocar el comité. Para todo empresario el mejor comité de empresa es el que no existe. Plantearon la revocación legalmente, se asesoraron recurriendo a UGT. Desde CCOO se hicieron denuncias sobre la represión sindical y sacaron un comunicado que no salió en la prensa. Se realizó una asamblea con los trabajadores el día anterior a la revocación donde se explicó todo. Un grupito intentó romper la asamblea. Desde la dirección del sindicato se nos dijo que UGT no presentaría candidatura con lo cual nos quedaríamos sin comité si nos revocaban. En la asamblea de la revocación la empresa trajo un notario y dos abogados. Vino un representante del sindicato. La revocación salió favorable: unos 34 votos a favor, 7 en contra y 6 abstenciones.
EM.- ¿Qué ha ocurrido tras la revocación?
SG.-
No pasó una semana de la revocación cuando ya me cambiaron de sección y me pusieron  de encargado a uno de los perros de la empresa que intentó convencerme para que marchara pactando mi despido. La estrategia de la empresa es ir cambiando a mis compañeros de sección para que luego, si vamos a juicio, tener testigos en mi contra.
EM.- ¿Cuál es la situación de la plantilla?
SG.-
Algunos compañeros se están cansando de todo esto. Se rumorea que hay una lista negra con gente que van a despedir. Los trabajadores empiezan a ver que el pretexto de que con la revocación del comité no habría despidos era un engaño. Alguno me dice "si te echan a ti, detrás voy yo". Creo que se arrepienten de habernos revocado. Nosotros decidimos no recurrir la revocación, pese a que podríamos haberlo hecho, porque pensamos que lo importante era que los compañeros vieran por si mismos que el comité no era el que provocaba los problemas, sino todo lo contrario. Y dado el clima de terror que momentáneamente ha conseguido crear el patrón, ahora debemos trabajar pacientemente para recuperar  la confianza del resto de los compañeros. Toda esta situación está siendo una escuela para todos nosotros. Está despertando la inquietud y la rabia de los trabajadores.
EM.- ¿Cómo crees que se debe enfrentar estos ataques?
SG.-
Empresa por empresa no se puede luchar. Se debería hacer un frente común de los trabajadores de las empresas en crisis. Estamos en un contexto de crisis mundial donde a los empresarios le sobran medios de producción y están destruyendo puestos de trabajo para seguir adelante con su sistema cueste lo que cueste. Quieren abaratar los despidos. Los sindicatos deben actuar en base a lo que sus bases necesitan, organizar a los trabajadores dentro y fuera de la empresa y preparar una lucha mayor, la huelga general. Los trabajadores como clase nos forjamos en la lucha y en los tajos..., no en los despachos.

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