Atento, la filial de telemárketing de Telefónica, lanza un nuevo ataque contra los trabajadores en su centro de A Coruña. En febrero de 2007 despedía a 179 trabajadores de atención al cliente (1004). Ahora el ataque se centra en los trabajadores que permanecían de este servicio y en la totalidad de los trabajadores con contrato de obra del número de información de pago 11822.
Atento, la filial de telemárketing de Telefónica, lanza un nuevo ataque contra los trabajadores en su centro de A Coruña. En febrero de 2007 despedía a 179 trabajadores de atención al cliente (1004). Ahora el ataque se centra en los trabajadores que permanecían de este servicio y en la totalidad de los trabajadores con contrato de obra del número de información de pago 11822.
El 27 de octubre la empresa anuncia una reducción importante de obra en el servicio 11822, argumentando una supuesta reducción de llamadas. Sin embargo, recientemente se han producido contrataciones en Perú y Marruecos. La empresa ofrece el cambio a otros servicios ofertando 25 vacantes -asistencia técnica ADSL y averías (1002)-. Se realiza un proceso de selección que es denunciado por los sindicatos por irregularidades diversas.
Traslados forzosos. Despidos encubiertos
El 3 de noviembre, responsables de la empresa exponen a los trabajadores que cambian a ADSL sus nuevas condiciones. Para sorpresa general, también se comunica a los del 1004 (27 trabajadores) su traslado forzoso al centro de León, efectivo el 4 de diciembre. Obviamente es una invitación a marcharse, pues hablamos de trabajadores con una salario medio de 700 euros, en esas condiciones es muy complicado plantearse un traslado a otra región. ¿Qué necesidad hay de ese traslado si la empresa mantiene la actividad en Coruña? Hoy, Atento Coruña cuenta con 700 trabajadores frente a los 1.314 que tenía en 2006. El futuro del centro está en tela de juicio.
Con el cambio de trabajadores a ADSL (19) y Averías (10), no se ofrece ninguna solución de continuidad para el resto de afectados, en total 84. El despido masivo se teme para diciembre. El comité de empresa presenta un calendario de movilizaciones, con paros, concentraciones y una manifestación. Los paros son secundados por una media del 75% de la plantilla. El 21 de noviembre se produce una visita del gerente de relaciones laborales en la que se suponía la entrega de las cartas de despido. Pese a que el comité no organiza ninguna movilización para ese día, los trabajadores del 11822 se movilizan y se manifiestan delante del centro mientras se producía la reunión entre jefes y dirigentes sindicales.
Se anuncia el aplazamiento de los despidos hasta el siguiente jueves, cuando se producirá una reunión ante la Inspección de Trabajo. La empresa pide que se suspendan las movilizaciones. Ante esto, los trabajadores responden con total indignación, lo que empuja a los sindicatos a unirse a la protesta: se llevó a cabo la ocupación del centro y la paralización durante más de una hora del 11822.
Confirmación de despido y ¡fin de las movilizaciones!
Tiene lugar la reunión de la empresa y representantes sindicales. El comité (UGT, CIG, CGT y CCOO) llega a un acuerdo con la empresa en el que se firma la suspensión de toda movilización para abrir un periodo de diálogo, sin arrancar ningún compromiso de readmisión o recolocación de los despedidos, aunque se consigue el aplazamiento hasta el 14 de diciembre del traslado de los 27 a León. Para los despedidos solamente se alberga la esperanza de conseguir más días de indemnización.
Se suspende la movilización sin consultar a los trabajadores afectados, no ha habido ninguna asamblea en todo este tiempo. Sólo después del acuerdo, el comité está informando a los trabajadores que se lo solicitan. El acuerdo ha generado una enorme desconfianza entre los trabajadores, no se comprende la suspensión de movilizaciones y que se inicie una negociación en la que no se parte de la readmisión/recolocación de los despedidos.
Los trabajadores toman la iniciativa frente a la debilidad sindical
No parece que el conflicto de Atento Coruña vaya a terminar así. Justamente al día siguiente del acuerdo, trabajadores del 11822 han presentado al comité de empresa una iniciativa para que se tengan en cuenta sus opiniones en el diálogo con la empresa. Los ánimos piden continuar con la presión mediante las movilizaciones hasta conseguir la readmisión de todos los trabajadores afectados. Tras dos reuniones mantenidas entre trabajadores -a petición de ellos- y comité, éste se ve obligado a asumir la reivindicación fundamental de recolocación y si no es así romper el diálogo con la empresa y retomar la movilización, además de someter un posible nuevo acuerdo a consulta con los afectados. En esas reuniones el comité tuvo que escuchar críticas por parte de los trabajadores por no contar con ellos en ningún momento.
Es inadmisible que una empresa con beneficios lleve a cabo estos procesos de despidos masivos y deslocalizaciones. Telefónica ha suprimido 15.000 empleos desde 2003 hasta 2008 y Atento España ha pasado de 14.744 trabajadores en 2005 a 7.670 hoy. Va siendo hora de que las direcciones sindicales cambien la negociación basada en la renuncia por la lucha, implicando a todos los trabajadores y defendiendo los puestos de trabajo frente a las deslocalizaciones.