La copiosa nevada que en la madrugada del día 9 de enero cayó sobre Guadalajara dejó a esta ciudad paralizada a lo largo del día. Sin duda la nieve caída fue abundante, y ante la ineficacia del gobierno municipal del PP, aquella se fue acumulando, lo que provocó que muchos niños no pudieran acudir a los colegios y que el tráfico rodado fuera prácticamente imposible salvo para vehículos con cadenas o de tracción 4x4. Los primeros autobuses urbanos no hicieron acto de presencia hasta las 13 horas.
La copiosa nevada que en la madrugada del día 9 de enero cayó sobre Guadalajara dejó a esta ciudad paralizada a lo largo del día. Sin duda la nieve caída fue abundante, y ante la ineficacia del gobierno municipal del PP, aquella se fue acumulando, lo que provocó que muchos niños no pudieran acudir a los colegios y que el tráfico rodado fuera prácticamente imposible salvo para vehículos con cadenas o de tracción 4x4. Los primeros autobuses urbanos no hicieron acto de presencia hasta las 13 horas.
En lo relativo a los peatones, lo cierto es que estos tuvieron que afrontar el desplazarse por una auténtica pista de patinaje, como lo era la ciudad en esos momentos, con el consiguiente riesgo de caídas y roturas, tanto en las calles y paseos principales como en las restantes.
Era de esperar que la lógica intervención municipal aliviara este estado de cosas, pero al día siguiente, sábado, la situación continuaba prácticamente igual.
Y, sin embargo, el Alcalde Antonio Román afirmaba que se había puesto en marcha todo el dispositivo preparado para estos casos... Lo cierto es que el Ayuntamiento del PP contó con dos grandes aliados: el primero, el carácter festivo del día siguiente, sábado, con la consiguiente reducción del deambular urbano de trabajadores, amas de casa, estudiantes... y, ... el sol.
El sábado y el domingo muchas aceras seguían siendo un verdadero peligro para el viandante, por permanecer cubiertas de hielo, lo que hacia preferible andar por la calzada. Todavía hoy martes 13, en el momento de escribir artículo, los bomberos están retirando el hielo que cubre por entero las aceras del barrio de Los Escritores.
Muchas personas llamaron al Ayuntamiento a lo largo del fin de semana, sin obtener respuesta de éste. Al final el alivio del problema vino de los propios vecinos, arreglándoselas como pudieron, limpiando sus aceras y echando sal en las mismas. Esta situación causó una sensación de desamparo. El Alcalde ha reconocido en un pleno que ha tenido discusiones en la calle.
No fue hasta el domingo cuando varios camiones empezaron a esparcir sal en cantidades importantes en las calles de Guadalajara.
Estos hechos han dejado en evidencia lo "mucho" que le importa al PP la gestión de los asuntos públicos de los ciudadanos de Guadalajara, en contraste, como bien lo ha demostrado a lo largo de los casi dos años de permanencia en el Ayuntamiento, con su afán de poner en manos privadas los servicios municipales, siendo el mas significativo por su importancia el del agua, que recientemente ha privatizado, y por el que sin duda pagaremos un precio en metálico, al aumentar la tarifa del agua, y otro en molestias y perjuicios, pues naturalmente, al estar en manos de una empresa privada este servicio municipal, la obtención del lucro por la misma primará sobre una adecuada atención a las necesidades de la población.
El actual equipo del PP en el Ayuntamiento de Guadalajara no merece seguir al frente del mismo. Su gestión desastrosa de los asuntos municipales, en detrimento de la mayoría de la población y en beneficio de algunos pocos empresarios hace necesario que los partidos y sindicatos de izquierda comiencen a plantear una campaña exigiendo su dimisión.