El alcalde de Móstoles, Esteban Parro (PP), ha promulgado un bando municipal con el que ha adornado todos los portales de la localidad, para hacernos saber a todos los ciudadanos su preocupación por el creciente desempleo que azota el municipio debido a la actual crisis económica. Según nos hace saber, su compromiso político y personal con las familias trabajadoras es tan grande que ha decidido firmar un convenio con la Hermandad San Simón de Rojas para abrir un Comedor Ciudadano para desempleados, ya que todo el mundo tiene derecho al menos a una comida decente al día como nos recuerda el regidor, que pretende así que nadie tenga que buscar comida en los contenedores de basura (la policía local ha advertido que esta práctica se ha incrementado notablemente en Móstoles). Para lograr que todos tengamos derecho a comer, el señor alcalde apela a nuestra solidaridad para que trabajemos como voluntarios en el comedor social y a que donemos comida para que la iniciativa salga adelante (¿en qué consiste entonces la labor de "La Hermandad" y del Ayuntamiento? ¿A cuánto dinero asciende el convenio?).
Eso sí, para evitar que esos indeseables sin papeles quieran comer por el morro, será imprescindible estar empadronado para ser usuario de esta nueva solidaridad concertada. Entre esta medida y la prohibición de Gallardón de buscar en la basura, práctica que será multada en Madrid con hasta 750 euros, seguro que salimos de la crisis. ¡Pero qué insulto es éste! ¡Qué poca vergüenza! Los trabajadores necesitamos empleo, y no que nos tomen el pelo. Que la crisis la paguen sus responsables.
Eso sí, para evitar que esos indeseables sin papeles quieran comer por el morro, será imprescindible estar empadronado para ser usuario de esta nueva solidaridad concertada. Entre esta medida y la prohibición de Gallardón de buscar en la basura, práctica que será multada en Madrid con hasta 750 euros, seguro que salimos de la crisis. ¡Pero qué insulto es éste! ¡Qué poca vergüenza! Los trabajadores necesitamos empleo, y no que nos tomen el pelo. Que la crisis la paguen sus responsables.